Revienta otro escándalo por presuntos abusos de la policía de Playa del Carmen

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MÉXICO.- “Me siento como si hubiera sido secuestrado… El hecho de tenerte encerrado, incomunicado, no saber qué hora es, no saber lo que está pasando, que nadie sepa de ti…”, dice Margarito Torralva, ciudadano mexicano trabajador de la embajada de Italia en México, de acuerdo con un reporte que publica la revista Proceso en su portal en internet.

Maltrata policía en Peto a turista español que se dirigía a Bacalar

Un turista español fue víctima de maltrato por parte de la policía de México y de las fuerzas especiales de Seguridad Nacional (SSP), al confundirle por su aspecto con un integrante de la banda terrorista ETA . Jordi Cutillán Faus fue detenido a la entrada de Peto (Yucatán), cuando salía a Bacalar (Quintana Roo), a pocas horas de Cancún.
Los agentes le retuvieron durante casi dos horas, le encañonaron, y le interrogaron una y otra vez. Además, revisaron sus cosas y le registraron en busca de indicios que le pudieran ligar con alguna organización criminal internacional. Incluso pidieron datos de su identidad en España y al Instituto Nacional de Migración, informa Diario de Yucatán.
“Se burlaron de mí una y otra vez”, dijo Jordi. La detención ocurrió el domingo a las 10.00 horas. Cutillán Faus, con barba y de facciones árabes, fue detenido cuando salía de Peto en una motocicleta que había comprado dos días antes en Mérida.
Interrogatorio
Dos agentes de la SSP le detuvieron y le pidieron sus papeles. Otro agente dio aviso a la central. A los pocos minutos llegaron agentes de Seguridad Nacional vestidos como civiles, que interrogaron al español acerca de dónde es, dónde nació, en qué colonia vive, el nombre de sus padres, de sus vecinos, quién es el presidente de España y el motivo de su estada en el país.
Le quitaron una mochila y la revisaron minuciosamente. “Me preguntaron que si era miembro de la ETA. Me trataron como un criminal”. Cutillán Faus dijo que es la segunda vez que es detenido por la policía. Hace dos semanas fue en Tulum. Además, aseguró que dos agentes le ofrecieron disparar un arma supuestamente como gancho.
Después de casi dos horas, los agentes vestidos de civil se retiraron. Sin embargo, los agentes de la SSP le pidieron que les comprara refrescos antes de dejarle marchar. “Ni en España te trata tan mal la policía. Me llevo una mala impresión de la policía de Yucatán”.
Fue al pueblo más cercano y compró tres litros de Coca-Coca y tres bolsas de pan. “Me siento humillado y decepcionado. En España la policía no actúa, detiene, amenaza y humilla sólo por tu apariencia”. “La próxima vez que vea a unos policías me esconderé para no pasar por otra amarga experiencia como la del domingo. Fue horrible”. (Fuente: 20minutos.es)

De acuerdo con esta denuncia, en la madrugada del pasado 20 de julio Torralva fue detenido por una patrulla de la Policía Municipal en la localidad de Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo, en donde se encontraba por cuestiones de trabajo.
Torralva, quien fue multado por “faltas a la moral” por las autoridades locales, denunció ese mismo día que fue detenido con exceso de fuerza, golpeado en las celdas a las que lo llevaron y finalmente despojado de sus pertenencias por las propias autoridades.
El caso no resulta ser una excepción en la localidad. El 3 de marzo de 2007 el ciudadano italiano Simone Renda fue encontrado muerto en una celda de Playa del Carmen tras ser detenido en circunstancias similares a las de Torralva. Sin embargo, la muerte de Renda nunca se aclaró y los responsables gozan de impunidad.
Carlo Campanile, consejero político de la embajada de Italia en México, dice que esta representación diplomática envió una “nota verbal” de protesta a la Secretaría de Relaciones Exteriores para pedir que se investigue el caso de Torralva y que, de ser necesario, “se emita una nota a las agencias de viaje italianas” para señalar el peligro que existe en la localidad turística de la Riviera Maya.
Detenido e incomunicado
Torralva fue liberado por las autoridades del municipio de Solidaridad alrededor de las 13:30 horas del 20 de julio. Se dirigió inmediatamente a las oficinas del cónsul honorario de Italia en Playa del Carmen, Andrea Sabbia, quien lo esperaba, junto con otros colegas, desde las 9 de esa mañana. Inmediatamente, el cónsul le pidió que rindiera una declaración firmada de lo acontecido.
En el documento, con sello del consulado honorario de la localidad turística, se pueden leer los detalles de la detención:
“El domingo 19 de julio salí a las 11 de la noche para dirigirme al bar Pura Vida, ubicado en la calle 12, entre avenida 5 y 10, a una cuadra de mi hotel. Salí a la 1:30 de la madrugada del bar y mientras caminaba sobre av. 10 hacia mi hotel, de repente se detuvo una camioneta de la policía del municipio de Solidaridad, de la cual bajaron tres personas que yo identifiqué como agentes.
“Sin darme la oportunidad de preguntar qué estaba pasando, me esposaron y uno de ellos me subió a la patrulla, obligándome a quedarme en el piso de los asientos traseros.”
Entrevistado por este reportero, Torralva añade que mientras estaba boca abajo en la camioneta intentó incorporarse pero los agentes lo “apretaron más hacia el piso”, presumiblemente “con una rodilla en el cuello”. “Me dijeron ‘no te muevas, cabrón’.”
Más adelante, señala: “Me identifiqué como personal de la embajada de Italia, proporcionando nombre y apellido, y que estaba hospedado en el hotel donde tiene su sede la agencia consular”. Sin embargo, explica Torralva, “nunca me hicieron caso”.
Mientras lo transportaban hacia la comisaría, “los oficiales me revisaron los bolsillos y de ahí me retiraron dinero en efectivo por la cantidad de 2 mil 800 pesos, los cuales me fueron entregados como viáticos del viaje”.
Además, denuncia Torralva, “me retiraron un celular marca Samsung Slim, un celular personal, un celular HTC Spy y otro marca Nokia”, este último, “el celular de servicio de la Oficina Cultural de la Embajada de Italia en México”.
Torralva dice que lo metieron a una celda con otras 25 o 30 personas. “Al llegar a la celda uno de los oficiales me golpeó a puñetazos en mi costado”, explica. Como la celda en la que se encontraba estaba abierta, “me salí para acercarme al custodio y pedirle que me dejara hablar con el agente consular. Me contestó groserías, que no estuviera yo ‘chingando’ y en ese momento dos de los internos me regresaron a la celda misma con golpes múltiples en todo el cuerpo”.
Añade: “Varias veces me golpearon las piernas utilizando un palo de madera que tenían en la celda”. Según el testimonio, el custodio agregó: “porque te lo ganaste”.
Tras pasar toda la noche despierto, en la mañana siguiente “llegó alguien del Ministerio Público que no se identificó”.
Torralva explica: “Me acusaron de haber tenido grado 3 de alcohol, luego me dijeron que opuse resistencia, luego que andaba con el pantalón a la mitad y finalmente que estaba caminando en calzones…” Él, sin embargo, recuerda que bebió “solamente un vodka de 55 pesos y otros tres de 60 pesos”.
Ya ante el Ministerio Público, Torralva pidió que se le dejara pagar la multa. Explica: “Fue ahí cuando me enteré que me habían quitado mi dinero, pues el MP me dijo que en mi cartera sólo tenía 182 pesos, que eso era lo único que los policías habían entregado.”
Para “salir de la cárcel” con el propósito de conseguir el dinero para la multa, Torralva le prometió 300 pesos al custodio. “Estaba desesperado, ya no podía”, admite. Cuenta que se tardaron como dos horas para decidir. “Finalmente el custodio me acompañó hasta el hotel en taxi. De ahí, con el coche de servicio de la embajada fui a sacar dinero a un cajero automático”, agrega.
“El custodio me acompañó esperándome en el auto todo ese tiempo. Le di a él, en efectivo, los 300 pesos que le había prometido y regresamos juntos a la cárcel, donde realicé el pago de la multa por la cantidad de mil 39 pesos”.
Fue entonces que lo liberaron y pudo reportarse con el agente consular.
El documento con el que Torralva denuncia los hechos a la embajada italiana concluye con una nota: “Durante toda la mañana mis colegas me estuvieron buscando con repetidas llamadas a mis celulares y, viendo que no contestaba, se comunicaron con el servicio 066 de emergencia.
“A las 12.57 del día, el señor Martín Oliva del servicio 066 devolvió la llamada y se comunicó con el celular de servicio de la Oficina Cultural de la Embajada de Italia en Playa del Carmen para informar que en su base de datos no resultaba ningún Margarito Torralva detenido ni hospitalizado.”
Torralva confirma lo escrito en el documento y añade: “Te sientes como si estuvieras secuestrado (…) Estaba esperando que mis colegas fueran por mi, pero nadie llegaba, pues nadie sabía.”
Protesta diplomática
Consultado telefónicamente, el consejero político de la embajada de Italia en México, Carlo Campanile, afirma: “Nuestra institución pondrá la máxima atención al caso de Margarito”. Explica que en la tarde del viernes 24 de julio “fue enviada la que se llama una ‘nota verbal’ a la Secretaría de Relaciones Exteriores para pedir una aclaración de los hechos y el castigo de los eventuales culpables”.
Señala que en la nota diplomática “se hace clara referencia al caso aún abierto de la muerte de Simone Renda”, hoy objeto de una requisitoria internacional emitida por la Procuraduría General de la República italiana.
Campanile dice que para este caso, “la justicia italiana tomó papel en el asunto y giró una orden de comparecencia para cuatro de los implicados”.
Refiere que la nota menciona también que “cinco días antes de la detención de Torralva, otro italiano sufrió el mismo evento”, aunque, explica el funcionario, éste “no presentó denuncia formal ante la autoridad”.
Torralva, quien conoció en parte este otro caso, confirma que “es ciudadano italiano y es residente en esa localidad”. Y añade: “Tengo entendido que precisamente por ser residente en Playa no interpuso demanda, pues al parecer fue amenazado.”
Para el caso de Torralva, sigue Campanile, “siendo nuestro empleado, tomamos las medidas a nuestro alcance: la nota verbal frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores, por ejemplo”, de la cual espera pronta respuesta.
Además, explica el funcionario, “podríamos tomar otras medidas. El gobierno italiano nos ha preguntado si tiene que emitir una alerta de peligrosidad dirigida a las agencias turísticas italianas que gestionan localidades como Playa del Carmen”.
Aclara: “Hasta ahora no emitimos ningún comunicado al respecto, pero es una medida que está a nuestro alcance”. Según el diplomático italiano, “una medida de este tipo sería muy importante”, pues cálculos de la misma embajada italiana en México, en Playa del Carmen, además de vivir cerca de 10 mil italianos, cada año llegan decenas de miles de turistas desde Italia.
El documento firmado por Torralva señala: “Todavía consternado por lo ocurrido, lo único que me queda es pedir a las autoridades italianas para las cuales trabajo que hagan todo lo que está en su posibilidad para que hechos tan despreciables nunca más vuelvan a suceder”.
Torralva recuerda lo que probó tras ser puesto en libertad: “El Cónsul me atendió de la forma más atenta y me pidió que me quedara, que fuera con un médico para que me revisaran”. Sin embargo Torralva admite: “La verdad quise escaparme de ahí. Me agarró el pánico. El lunes en la tarde veía las patrullas pasar en la calle y los agentes se volteaban a mirar al coche de servicio, lo reconocían. Me asusté.”
Entonces subió al automóvil de servicio de la Embajada con placas diplomáticas SRE-D15, mismo con el cual había viajado a la localidad turística, y se fue. Primero, “hasta Tulúa, donde paré en un cajero en la carretera a sacar algo de dinero y luego me fui corriendo. No paré hasta llegar en Campeche. Luego me paré en Orizaba, que conozco, y fui al hospital, a urgencias. Por suerte, no me encontraron nada roto”.
Ya en el Distrito Federal, Torralva dice que se siente “protegido”. Es, afirma, “la ciudad más segura para mí ahora”. Comenta que no le interesan por las cosas que le quitaron, “pero sí que se haga justicia”.
Apunta: “No pido cárcel, pero que sean castigados tanto los policías como los custodios; que sean destituidos, pues no puede ser que tengan personal así. Esa no es seguridad pública, es más bien ‘inseguridad pública’.
“¿Qué seguridad le están dando a los turistas que llegan a Playa del Carmen?”, concluye. (Fuente: Proceso)

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1 COMENTARIO

  1. asi es como atraemos turismo? los que vivimos de el nos partimos el alma tratando de traerlo, mientras que todo el aparato burocratico y de gobierno se encarga de ahuyentarlos, definitivamente la falta de materia gris en los representantes de la ley, la ignorancia y la barbarie permiten esto. Ahora ya se que cuando algo me pase, (espero no) de manera similar, lo mejor sera ver como vengarme y lograr que a estos \”pseudo\” protectores de la ley, los manden al hospital con todos los huesos rotos, porque si me espero a la justicia quintana Roonese, quiza termino hasta en la carcel acusado de cualquier estupidez. este se esta convirtiendo en el pais del ojo por ojo… es una lastima

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