TULUM, MX.- Abandona el jefe de Gobierno del Distrito Federal su pista de hielo y arriba a vacacionar a este destino turístico, donde este mediodía visitó la Zona Arqueológica de Tulum. A pesar de ser una figura pública, éste se portó de manera prepotente e intentó amedrentar a los medios de comunicación con su cuerpo de escoltas.
Eran cerca de las 12:40 horas cuando un convoy de tres vehículos lujosos -dos Suburban y un automóvil compacto- escoltaban al jefe de Gobierno capitalino, quien viajaba a bordo de una camioneta marca Lincoln, tipo Escalade, color arena, con placas de la entidad, esto para poder acceder hacia la Zona Arqueológica de Tulum.
Acompañaban a Marcelo Ebrard Casaubón, su esposa Mariagna Prats, y al parecer su padre -dato no confirmado-, además de su grupo de escoltas, compuesto de cuando menos diez sujetos, quienes en todo momento se comunicaban ante cualquier situación.
Al arribar a las afueras de los vestigios arqueológicos fue recibido por el secretario del Sindicato de los Guías de Turistas, Alejandro Torres Perera, además de darle la bienvenida por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia que labora en esta ciudad, los cuales fueron tratados de mala manera, para posteriormente iniciar un recorrido por los vestigios arqueológicos de Tulum.
Marcelo Ebrard Casaubón, al notar la presencia de los medios de comunicación, pidió a su grupo de escoltas que los reporteros fueron retirados, además de mencionar: “Es una visita privada y dejen de molestar”. Olvidándose por completo que es una figura pública, además de encontrarse en un sitio que es visitado por centenares de visitantes.
Ante tal situación, un sujeto, quien únicamente se identificó como jefe del cuerpo de seguridad, solicitó a los representantes de los medios de comunicación que mostraran sus credenciales, a lo cual únicamente se le respondió que era autoridad de la metrópoli de la cual provenía, y que en esta entidad no tenía jurisdicción. (Fuente: Diario de Quintana Roo)
