CANCÚN, MX.- El cubano Boris del Valle Alonso, ex asesor de seguridad de la presente administración municipal y actualmente preso en una cárcel de alta seguridad, tuvo acceso y control de la información obtenida con la intervención de innumerables llamadas telefónicas que realizaban los tres centros de espionaje, cuyo destino se ha ligado al Crimen Organizado. Incluso habría sido quien dirigió la operación de dichos centros en sus inicios.
MEXICO.- La Secretaría de Marina Armada de México negó cualquier tipo de relación entre su titular, Mariano Francisco Saynez Mendoza, con un presunto delincuente detenido el pasado 15 de abril en Cancún, Quintana Roo.
Entre Saynez Mendoza y Engelbert Granados Saines, quien según investigaciones está involucrado con un centro de espionaje telefónico, no existe ninguna relación familiar, de parentesco o afectiva, aclaró la dependencia.
A través de un comunicado, la institución negó que esa persona haya formado parte de la Secretaría de Marina Armada de México y recalcó que se trata de un rumor infundado, por lo que de manera oficial se desmiente tal información.
La Armada de México se encuentra abierta a mantener enterada a la comunidad de cualquier hecho o situación en la que fuera necesario asumir responsabilidad, así como para aclarar informaciones falsas.
El fin es evitar confusiones en la comunidad así como corregir datos erróneos que, indebidamente atendidos y sin razón, pudieran poner en entredicho a la institución y a sus funcionarios, finalizó la Semar en su comunicado.
El pasado 16 de abril la Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo presentó una denuncia por presunto agravio a funcionarios del Estado, tras detectarse en un domicilio aparatos para interceptar llamadas de telefonía fija, celular y radiocomunicación presuntamente utilizados para espiar a autoridades y periodistas. (Fuente: Notimex)
Actualmente Boris del Valle Alonso está sujeto a la investigación de la red de espionaje, de acuerdo a reportes federales en los que se encuentra ligado directamente a José Manuel Vera Salinas, señalado como el principal operador, y quien diseñó el aparato de espionaje contra cientos de afectados cuyas demandas forman parte de la investigación de dichos centros de espionaje.
Boris del Valle Alonso formaba parte del equipo de trabajo del alcalde con licencia Gregorio Sánchez Martínez, quien lo designó como asesor del Ayuntamiento en materia de seguridad pública.
Por ello, del Valle Alonso tenía una estrecha relación con Francisco Velasco Delgado “Vikingo” y visitaba constantemente las instalaciones de Seguridad Pública y de la cárcel de esta ciudad.
De acuerdo con informes federales luego del descubrimiento de tres casas que servían como centros de espionaje, Boris del Valle Alonso era el encargado de realizar las compras del equipo utilizado para la intervención de llamadas telefónicas.
De ahí podría dar un giro la investigación iniciada por la Procuraduría General de la República (PGR), pues se ha comprobado que los centros de espionaje llevaban tiempo operando y a través de ellos, se cree que el General Mauro Enrique Tello Quiñones era intervenido en sus comunicaciones telefónicas.
Con los teléfonos intervenidos, la ubicación y movimientos del general, así como sus conversaciones con sus superiores en la Ciudad de México, eran conocidos perfectamente a través de los centros de espionaje que eran operados por José Manuel Vera Salinas y otros elementos de Seguridad Pública, siendo José Manuel Vera Salinas quien le reportaba a Boris del Valle Alonso.
La madrugada del 2 de febrero del año pasado, el General Tello Quiñones fue ejecutado junto con dos de sus colaboradores y por la forma en que los tres fueron “levantados” primero, el grupo delictivo que cometió la triple ejecución sabía perfectamente los movimientos del General y su gente allegada.
Lo anterior quedó en evidencia pues cuando el cuerpo del General Tello Quiñones fue hallado, tenía un corte en un antebrazo (en ninguna otra parte había tales cortes), casi hecho de manera quirúrgica, dicho corte se hizo donde se alojaba el chip localizador satelital, el cual portaba Tello Quiñones por su jerarquía (y el riesgo de la misión que le habían encargado sobre la mafia que opera en Seguridad Pública) en la Secretaría de la Defensa Nacional, y ese conocimiento sobre el chip seguramente se obtuvo a través de la intercepción de llamadas del General Tello Quiñones con personas de alto nivel en el rubro de seguridad.
Por ello, además del delito de intervención de comunicaciones privadas, la PGR podría agregar el de delincuencia organizada.
Boris del Valle Alonso fue detenido en el mes de marzo del 2009, por elementos del Ejército y de la Policía Federal en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Posteriormente fue llevado ante el Ministerio Público Federal adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), quien había girado una orden de localización y presentación.
Días después, la PGR dio a conocer que un juez federal concedía la medida cautelar de arraigo por 40 días en contra de Del Valle Alonso, para ser investigado por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y los que resulten.
Al cumplirse los 40 días de arraigo, Del Valle Alonso fue consignado a un juez federal y luego declarado formalmente preso. Actualmente se encuentra bajo proceso en el penal de máxima seguridad “El Rincón” en Tepic, Nayarit.
Tras haber sido detenido en el aeropuerto capitalino, la PGR informó que según las investigaciones realizadas por la SIEDO por la ejecución del General Tello Quiñones, se estableció que Del Valle Alonso estaba relacionado con el grupo de “Los Zetas” y que junto con Francisco Velasco Delgado (a) “El Vikingo”, ex director de Seguridad Pública; brindaban protección e información a miembros de dicha organización.
Pero también en dicha investigación salió a relucir además que “El Boris” había realizado diversos movimientos financieros en países de Europa.
Con el descubrimiento de los centros de espionaje, ahora se investiga si estos movimientos financieros eran parte de las compras de equipo tecnológico de origen israelí para la intervención de comunicaciones, pues se sabe que del Valle Alonso era el encargado de dichas compras. (Fuente: Por Esto! de Quinana Roo)
