CHETUMAL, MX.- Leonel Ramírez Pérez, el suboficial de la Policía Estatal Preventiva (PEP) que estranguló a su esposa, aún continúa prófugo, por lo que elementos de la Policía Judicial del Estado siguen con las investigaciones para dar con su paradero, aunque posiblemente pueda refugiarse en el Estado de Chiapas, de donde es originario, informó Ana Lizbeth Duk Hoy, directora de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Como informamos de manera oportuna en la edición de ayer domingo, el crimen ocurrió la madrugada del pasado sábado en la vivienda de la familia Ramírez Pacheco, situada en la calle Tihosuco, manzana 210, lote 19, entre Nicolás Bravo y Sacxán, en la colonia Solidaridad.
Los hechos ocurrieron cuando el suboficial de la PEP ingería bebidas embriagantes en su vivienda, aprovechando su día de asueto, pero inició una discusión con su esposa Francisca Gudelia Pacheco Robledo, de 45 años de edad, puesto que meses atrás su relación había empeorado y las discusiones eran constantes.
Aprovechando sus conocimientos y su fuerza golpeó en repetidas ocasiones a la mujer, principalmente en el rostro, y posteriormente, con el brazo, la tomó por el cuello hasta estrangularla, luego al verla inerte y comprobar que había fallecido, la arrastró hacia un cuarto que utilizaba como bodega.
Ahí la tiró boca abajo y la cubrió con ropa vieja y otros artículos que estaban en el lugar, con la finalidad de ocultar el cuerpo, incluso de sus hijos.
Cuando uno de los hijos de la pareja (Eliécer) llegó le preguntó a su padre (Ramírez Pérez) sobre el paradero de su mamá, informando el agente policiaco que había ido al templo en compañía de su otra hija (Sofía).
Ramírez Pérez decidió retirarse de la vivienda, diciendo que daría un paseo por el Boulevard Bahía, para continuar tomando en compañía de un amigo.
Más tarde, cuando Sofía, hermana de Eliécer, llegó a la casa, el muchacho le preguntó sobre su madre, pero ella dijo que no la había visto, que se había quedado con su papá cuando ella se fue al templo.
De esta manera iniciaron la búsqueda de su madre, y cuando preguntaron con los vecinos, éstos les comentaron que sus padres sostuvieron una fuerte discusión, pero después escucharon un silencio en la casa, pensando que la gresca había concluido.
Cuando Eliécer caminaba por la bodeguita, tropezó con los pies de su madre, y al descubrirla se percató que ya no presentaba signos de vida, informando de lo ocurrido a la autoridad judicial y ministerial.
El cuerpo de la mujer fue entregado a sus deudos para que reciba cristiana sepultura, acotó Duk Hoy. (Fuente: Diario de Quintana Roo)
