Reconocen partidos voto cruzado

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CANCÚN, MX.- El factor “Greg” no influyó en el triunfo de Julián Ricalde Magaña en la presidencia municipal de Benito Juárez con cabecera en Cancún. Tras los primeros análisis establecidos tanto en el PRI como en el PRD y el PAN luego del proceso electoral del domingo pasado.


De entrada, los partidos reconocieron que sí hubo un voto cruzado de muchos priístas y favoreció al candidato de la coalición PRD, PT, PAN y Convergencia además de la falta de un rival de peso para la candidatura.
Asimismo, otro factor que influyó de manera preponderante para la victoria de Ricalde Magaña fue el abstencionismo, lo cual hasta las pasadas elecciones había beneficiado únicamente al PRI.
En esta ocasión, el abstencionismo inclinó la balanza a favor de los perredistas y panistas, toda vez que sus estructuras han ganado las últimas tres elecciones para la oposición, algo que subestimó por completo la base del tricolor.
El trasfondo de las elecciones
De manera oficial ninguno de los partidos políticos que participaron en el proceso electoral del 4 de julio, reconocerá abiertamente que fue una elección atípica donde los errores marcaron la jornada.
Sin embargo, al interior de los organismos si hay voces que reconocen las formas de cómo se dio el paso a paso del día de las elecciones, donde un sistema político se impuso por encima de otros.
De acuerdo con fuentes oficiales del PRD y de la cúpula cercana a Julián Ricalde Magaña, se afirma que el candidato no ganó por la “Fuerza de la gente” como se menciona en los discursos, sino en realidad fue por el abstencionismo, la constante presencia y el voto cruzado del PRI.
En lo que concierne al abstencionismo, el PRD y el PAN supieron sacar provecho de las condiciones que se daban en la elección, donde la gente no salió a votar ante la falta de credibilidad hacía las instituciones gubernamentales. En ese punto, el sistema de “acarreados” y compra de votos funcionó para el PRD y no para el PRI como comúnmente funciona en cada proceso electoral.
Algo que nunca consideraron las bases priístas es el crecimiento de una base electoral de la oposición en Cancún. Aunque no se haya estado de acuerdo con el candidato a gobernador como ocurrió, (Roberto Borge ganó en Cancún), es un hecho que esa base social conformada principalmente por la gente de las regiones, no quiere de vuelta al PRI en el gobierno municipal.
Y en esta ocasión, esa base social tuvo un apoyo que para muchos pasó desapercibido pero que para otros es uno de los factores de la victoria de Julián Ricalde: el voto duro del PAN.
Al final de cuentas, todas las traiciones, cerrazones y apoyos dentro de una alianza cuestionada de principio a fin, funcionó en una ciudad donde la oposición representa mayoría.
“Aunque a muchos no les guste, el PAN y su voto duro le dieron el triunfo a Julián, aunado a los errores del PRI en su afán de soberbia de sentir la elección ganada tras la detención de Gregorio Sánchez”.
“Lo que se vio es que en esta ocasión el abstencionismo funcionó para nosotros, porque nuestras bases han crecido en el PRD y si a eso le sumamos el voto duro del PAN que aunque pequeño es realmente significativo, da como resultado el triunfo”, indicó una fuente ligada directamente al presidente municipal electo de Benito Juárez.
Otro de los factores que influyó en la elección fue la falta de un aspirante para competir con Julián Ricalde Magaña por parte del PRI.
Antes de arrancar las precampañas políticas, Julián Ricalde ya había recorrido mucho trecho en la construcción de sus bases debido a su puesto como director de Obras y Servicios Públicos Municipales.
Desde esa dirección municipal, Ricalde Magaña construyó su paso para alcanzar el éxito el pasado domingo y desde ahí convenció a muchos votantes del PRI que prefirieron establecer el voto cruzado como castigo a su partido por no tener un candidato de peso específico, pues a Guadalupe Novelo Espadas se le vio como una imposición del diputado Federal Carlos Joaquín González en su negociación para retirarse de la contienda por la gubernatura en su momento, y dejar el camino libre a Roberto Borge Angulo.
Por último, está el voto cruzado. En este factor el PRD hizo algo que en otras elecciones no había llevado a cabo: preocuparse por un ganador sin importar el resto de los aspirantes y de las fórmulas.
Hubo un momento en la elección donde la coalición PRD, PT y Convergencia dejaron solos a sus candidatos a las diputaciones locales.
Eran las cuatro de la tarde del domingo cuando los conteos comenzaban a gestarse y a partir de ahí se decidió que era ir mejor por la presidencia municipal al tener una leve ventaja.
Y es que a excepción del distrito 11 donde Alejandro Luna López manejó a placer la estructura creada por Gregorio Sánchez, en el resto de los distritos los candidatos se quedaron a merced de lo que pudiera pasar.
Por eso es que Julián Ricalde salió a las 6 de la tarde a sostener su victoria y a emitir su discurso de ir a tribunales en caso de no ser favorecido y reconocido como virtual ganador.
Ricalde Magaña preparaba el escenario en caso de que en las diputaciones, donde iba perdiendo la coalición, fueran “amañadas” de tal manera que dieran el triunfo a Guadalupe Novelo, lo cual no sucedió.
Esa era la única preocupación del presidente municipal electo, pues sabía que al entregar las diputaciones debía estar a expensas de cualquier síntoma de irregularidad para caer en los comicios.
Al final, su victoria fue validada por el Ieqroo y aunque el PRI quiera hacer el recuento voto por voto, la realidad es que el PRD, PT PAN y Convergencia serán los que gobiernen por el próximo año y medio el principal destino turístico de México: Cancún. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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