Clausuran desmonte ilegal en un predio en Puerto Morelos

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CANCUN, MX.- Las perforadoras callaron y sus operadores se fueron. Desde las 8 de la mañana y hasta poco antes de las 13 horas de ayer, con total sigilo, fueron escondidas unas 80 toneladas de maquinaria que “trabajaban” en 19 hectáreas a la altura del kilómetro 316 de la carretera federal Cancún-Puerto Morelos, para abrir un banco de material pétreo, del que las autoridades ambientales, hasta el martes, no tenían conocimiento.


Las 80 toneladas de maquinaria que corresponden a las cuatro excavadoras 320, marca Caterpillar, fueron retiradas del lugar en un lapso de cinco horas y escondidas en las profundidades de un monte cercano.
En lugar del incesante taladrar de la maquinaria que hacía retumbar el suelo, ayer sólo se escuchaba el cantar de algunas aves. Los terrenos, propiedad de la familia Arceo González, están en la parcela 165 y no en la 136, como lo había informado Juan Luis Arceo González, representante de la familia y ejidatario de Puerto Morelos, al ejido.
El comisariado ejidal informó, a solicitud de Novedades de Quintana Roo, que Arceo González avisó a través de un documento que había hecho un contrato privado con un particular para explotar 20 hectáreas de la parcela 136 y no en la 165, que es donde se hicieron las obras de desmonte y explotación pétrea.
El desolado lugar tiene un descostre (excavación) de al menos un metro con 80 centímetros de profundidad. Plantas, árboles y fauna salvaje fueron arrasados, comentan cuidadores de terrenos de la zona.
Tierra blanca, piedras, tres botes con capacidad para 20 litros para almacenar combustible y una máquina excavadora, color amarilla, fueron abandonados en una extensión del terreno devastado. La prisa por dejar el predio se podía apreciar.
Testigos dijeron que el descostre de un área de 10 de las 19 hectáreas se hizo en un lapso menor de una semana. Describieron cómo introdujeron 18 máquinas con un peso total de 360 toneladas, entre excavadoras y retroexcavadoras, y sólo trabajaban en las noches. Abrieron brechas y derribaron árboles y vegetación a su paso.
En la entrada principal de la parcela 165 (a un kilómetro de distancia de la segunda) que tiene una extensión aproximada de 100 hectáreas, una camioneta tipo Ecosport, con placas UVK 32-42 y rótulos en los costados que de decían las siglas Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) estaba estacionada. El cuidador de la entrada aseguró que un inspector de esa dependencia federal estaba dentro de la parcela.
El primer acceso a la zona estaba prohibido a toda persona extraña. Un letrero con la leyenda “Propiedad Privada” fue colocado en un tronco. Un cordón blanco funcionaba como pluma de estacionamiento para evitar la entrada.
Se esperaba la salida del funcionario de la Profepa de la parcela pero éste nunca lo hizo.
Una mirada de pocos amigos del cuidador provocó la retirada de personal de Novedades de Quintana Roo del lugar.
Inspección termina en clausura
La inspección que la Dirección de Ecología Municipal anunció en la edición de ayer a este rotativo se llevó a cabo y trajo consigo una clausura. La titular de esa dependencia, Graciela Saldaña Fraire, señaló el martes pasado que haría una inspección en el kilómetro 316, de la carretera federal Cancún-Puerto Morelos, en donde hay cerca de 19 hectáreas devastadas para un banco de material pétreo.
En entrevista a una radiodifusora local, Saldaña Fraire dijo ayer que esos terrenos, propiedad de la familia Arceo González, habían sido clausurados hacía dos meses por la dependencia a su cargo; sin embargo, en entrevista para este rotativo había informado desconocer la ubicación del predio, incluso dijo que se tenía que revisar antes la ubicación.
Dijo que sí cuenta con el acta de inspección que realizó en agosto, fecha en la que se clausuró la obra por primera vez.
Precisó que la clausura se hizo porque no contaban con ningún tipo de permisos y tampoco los que corresponden a los que emite la Dirección de Ecología y aun así realizaron trabajos de chapeo y desmonte.
La bióloga advirtió que si las personas que realizaron esos trabajos volvieron a retomarlos y retiraron los sellos de clausura, es una situación “grave” porque los coloca como reincidentes, lo conlleva a que las sanciones se eleven a cantidades grandes (sin precisar cuánto).
Comentó que cuando se clausuró la primera vez se había afectado un total de tres hectáreas; sin embargo, actualmente ya son más de 19 hectáreas de terreno que fueron devastadas.
Expuso que se realizará una revisión de todos los documentos y temas en ese caso para proceder conforme a lo que marca la reglamentación municipal.
La funcionaria negó que desconocieran la ubicación del predio. Primero, dijo, se tiene que revisar el expediente y después preceder.
En la edición de ayer de este rotativo se publicó que desde hace cuatro meses se inició una desviación en la parcela 165, propiedad de la familia Arceo González, ubicada en una desviación en el kilómetro 316 de la carretera federal Cancún-Puerto Morelos.
En el lugar fueron sorprendidas cuatro máquinas pesadas tipo Caterpillar perforando una parte de las 19 hectáreas para extraer las piedras, sascab y tierra de ese lugar. Además de personal que operaba la maquinaria pesada.
El comisariado ejidal de Puerto Morelos informó que la familia Arceo González no cuenta con un permiso de usufructo de para explotar la tierra, aunque precisó que no son autoridad indicada para autorizar un trabajo de ese tipo. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

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