Reportan 50 casos en brote de tuberculosis en cárcel de Cancún

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CANCÚN, MX.- Peor que nunca, con autoridades interinas sometidas (al “autogobierno”) que no definen a las autoridades carcelarias y a un mes de la escandalosa fuga de 5 presos de alta peligrosidad, la cárcel de Cancún acumula de forma peligrosa más de 50 casos de presos con tuberculosis.


Lo grave es que se encuentran hacinados en el edificio conocido como “El Sótano”, desde donde desalojaron a los presos que ahí se ubican y ahí fueron confinados todos los enfermos.
La falta de un médico es notoria, el riesgo de un contagio masivo es alarmante. Así lo señalaron internos, familiares de los presos y hasta personal asignado como custodios en la cárcel, quienes temen contagiarse de tuberculosis, pues no existe ningún cerco sanitario y mucho menos la aplicación de los tratamientos médicos que urgen ser tratados.
Lamentablemente pese a estos terribles casos, prevalece la indiferencia y lenta reacción para reorganizar la cárcel, primordialmente para asignar médicos. Y también nombrar al nuevo alcalde o director de la cárcel luego de la detención de Jorge Mendoza Argüelles, ex director.
Hasta ahora sólo sigue al frente Verónica May Villanueva que la supervisa por algunos días, como directora de prevención y readaptación social en el Estado.
Ahí permanece Fermín Cortés, fue quien llegó a la cárcel como valuador-supervisor de la cárcel. Y es quien funge en Chetumal como subdirector operativo del Centro de Readaptación Social, (Cereso).
Mientras tanto sin medicamentos, sólo con algunos custodios que se “encargan” de aislar a los “enfermos” y sin mantener las condiciones de salubridad necesarias para evitar más casos, así mantienen a los enfermos.
Y peor aún la cárcel se ha convertido en un búnker de impunidad, con ejecuciones que se han acumulado como la del ex policía municipal Gaspar Alberto Chimas Manzanilla, ligado al comando de sicarios del multiasesino Bernardo González Castillo (a) “El Memín”. Sumado a las extorsiones contra numerosos presos a quienes obligan a pagar por todo.
Los casos de tuberculosis se multiplicaron en semanas recientes con la falta de cuidados precisos para los enfermos que fueron contagiando cada vez más a los internos.
Presos varones y mujeres se mezclaron y el brote se multiplicó a tal grado que los mantienen hacinados y sin ninguna vigilancia médica, porque en la cárcel no hay médico permanente.
De ahí que la decisión fue de que desalojaron a los presos de una zona conocida como “El Sótano” en donde fueron enviados todos los enfermos o con síntomas de tos, fiebre, o quienes los custodios identificaron como enfermos, para no “contagiar” a otros presos.
En verdad la grave situación que prevalece en la cárcel no es atendida y tampoco ha sido valorada en su real dimensión por la seriedad de los casos de tuberculosis que ahí se han registrado y que se siguen acumulando.
Pero mientras la enfermedad ronda en la cárcel, los brutales abusos en contra de los internos bajo las órdenes del grupo que conforma el autogobierno y que rebasa la autoridad carcelaria, sigue con las extorsiones y chantajes contra todo aquel interno que se oponga a cumplir con las indicaciones de “El Beto” quien tiene el liderazgo interno.
Y desde ese control criminal y violento ordenaron la ejecución del ex policía municipal Gaspar Alberto Chimas Manzanilla quien fue ejecutado a golpes.
Así lo reveló la necropsia practicada al cuerpo, el cual presentaba golpes en tórax y abdomen, los cuales le provocaron fracturas en tres costillas.
Su ingreso al interior de la cárcel, no fue certificado por un médico en el penal porque carece de doctor.
Chimas Manzanilla, formó parte del comando de las Fuerzas Especiales Zetas (FEZ) que comandó aquí el multiasesino Bernardo González Castillo (a) “El Memín”. Su muerte fue ordenada porque todo lo que sabía comprometía a los integrantes y cómplices del grupo de “Los Zetas”.
Fue la Subprocuraduría de Justicia en la zona Norte la que dio a conocer el domingo 16 de enero (de este año) que la muerte de Gaspar Alberto Chimas Manzanilla, se registró a las 20:00 horas del sábado 15 de enero.
Y aunque personal de los servicios periciales acudieron a la cárcel de Cancún y dirigieron al área de enfermería en donde encontraron ya el cuerpo sin vida de Chimas Manzananilla, poco o nada se ha hecho en la investigación para deslindar responsables y encontrar a los culpables de la ejecución del ex policía, cuyo asesinato sigue impune.
Más aún, desde la cárcel, se aseguraba que el ex policía había fallecido a consecuencia de un paro cardiaco, sin embargo, a simple vista se le apreciaron golpes en toda la zona del tórax y abdomen, así como en el rostro.
Cabe señalar que el cuerpo de Chimas Manzanilla fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo), en donde se le practicó la necropsia de ley, la cual reveló que tenía tres costillas fracturadas y presentaba politraumatismo en región toráxico- pectoral y abdominal.
Chimas Manzanilla ingresó minutos después de las 11 de la noche del viernes 14 de enero, junto con las policías municipales María Lourdes Pérez Velázquez, Guadalupe García Pérez y Beatriz Adriana Ambrosio Carrasco, también cómplices de Bernardo González Castillo (a) “El Memín”. Sólo que Beatriz Adriana Ambrosio Carrasco (a) “La Pantera” salió libre por falta de elementos..!
Aunque de acuerdo con las investigaciones de la Policía Judicial del Estado (PJE) están relacionados con varias ejecuciones. Y además Chimas Manzanilla era pieza clave en estas investigaciones, pues al igual que las mujeres policías detenidas, poseían información sobre las “narconóminas” de “Los Zetas”, en donde aparece un gran número de elementos de Seguridad Pública en activo. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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