Luis Miguel, casi 2 horas sobre el escenario y se va sin convencer

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CANCÚN, MX.- Tal vez Luis Miguel estaba cansado. Quizás tenía algún tipo de malestar. O puede que simplemente no tenía ganas y la noche del “Sol de México” en Cancún se vio diluida entre recuerdos, nostalgia y muchos deseos.


Tan sólo una hora 48 minutos de actuación fue la que entregó Luis Miguel a los cancunenses y en ese tiempo, nunca se dio la chispa y la esencia que marca a uno de los íconos musicales de América Latina.
De hecho, no hubo sorpresas ni contratiempos en el concierto que albergó una vez más el estadio Andrés Quintana Roo, recinto que se ha convertido en un centro de espectáculos en el principal destino turístico de México.
Desde un principio, los organizadores del evento, (la empresa SOLEN), habían determinado que únicamente dos horas serían las que estaría en el escenario el grande de México.
Y por poco estuvieron a punto de cumplir con su palabra. Eran las 9:15 de la noche cuando las poco más de 20 mil personas que se dieron cita en el estadio, se sorprendieron por el inicio del recital que daría el Sol.
“Dijeron que arrancaría a las 9 de la noche, pero nunca lo creímos”, fueron las palabras de Sofía, quien se dio cita con sus amigas desde las 7 de la noche para ocupar un buen lugar y vibrar con un artista que ha marcado época.
“Llegamos temprano pensando que vendría mucha gente, al principio sí pensamos que sería así porque había una fila considerable, pero cuando entramos al estadio tuvimos donde colocarnos”, destacó la fan de Luis Miguel.
A las 9:18 se escuchó el primer grito de un público que estaba dispuesto a entregarse, a ser parte de un instante en el tiempo y lograr ver realizado un sueño que, hasta ese momento, parecía inalcanzable: estar en un concierto de Luis Miguel.
La euforia llegó de manera “Suave”, sencillo que fuera parte de una generación al final de la década de los 90s. Luego llegó un popurrí por aquellos éxitos del álbum 20 Años y Aries. Incluso Luis Miguel se dio el gusto de cantar de forma digital “Come fly with me”, melodía que inmortalizara “la Voz”, Frank Sinatra.
Posteriormente, en tres ocasiones Luis Miguel arengó a sus fanáticos y por instantes se dejó sentir esa emoción que encierran los conciertos. El punto es que tan sólo fueron algunos momentos.
Al final, después de una hora 48 minutos el astro se despidió de Cancún con canciones que han cruzado de generación en generación, que igual gustan a la hija, a la madre y a la abuela: a todos aquellos que han admirado a Luis Miguel a lo largo de su carrera.
Entre abrazos, besos y sobre todo mucha ansiedad, Luis Miguel bajó del escenario dejando a los cancunenses con ganas de más, con el deseo de tener más de su ídolo, con la esperanza de alargar un momento que para los presentes, simplemente se convirtió en un suspiro. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo/Fotos: Reflex AF)



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