CANCÚN, MX.- A pesar de que al Gobierno del Estado le cuesta diariamente más de 570 mil pesos la estancia y cuidado de unos 3 mil internos, que se encuentran purgando condenas por delitos del ámbito federal y común en cárceles y el Centro de Internamiento para Menores Infractores en Quintana Roo, difícilmente se logra la rehabilitación de esta gente, debido a los recortes presupuestales que se realizan año con año para los programa de prevención y readaptación social en la entidad.
De acuerdo con información recabada, se pudo establecer que actualmente en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Chetumal, se encuentran recluidos alrededor de 1,345 internos, mientras que en la Cárcel Municipal de Cancún, la población en promedio es de unos mil 300, seguido por Solidaridad con 245, mientras que en Cozumel existen 135 y 45 en Felipe Carrillo Puerto, además de los 100 que están en el CIPA, lo que hace un total de 3,170 internos.
En este orden, se pudo establecer que un 85% de esta gente son hombres y un 15% mujeres, seguidamente se desprende que el 45% de la población penitenciaria está acusada por delitos del fuero federal, es decir narcotráfico, delincuencia organizada y delitos ambientales; mientras que el 55% restante están purgando condenas por delitos del fuero común, como lo son robo a casas habitación, asaltos con violencia, homicidios y violación, principalmente.
Todo se paga
La alimentación, estancia y custodia de estos delincuentes le cuesta al Estado alrededor de 180 pesos todos los días por interno, lo que hace un gran total de 570 mil 600 pesos, esto debido a que la Federación solamente aporta una mínima parte para la alimentación de los internos del fuero federal.
Esto ha provocado que deje toda la carga a las autoridades penitenciarias de la entidad, debido a que además de su alimentación se les tiene que proporcionar calzado, ropa, atención médica, educación, recreación, deporte y la oportunidad de aprender un oficio durante su estancia, para lograr su rehabilitación e incorporación a la sociedad.
Por si esto fuera poco, también se gasta una fuerte suma de dinero en la operatividad de las cárceles, así como en el pago de sueldos de custodios, policías y personal administrativo.
Pese a que se realizan grandes esfuerzos con algunas dependencias como Teléfonos de México, para que atreves de Telmex se pague la fianza de algunas personas que son primo delincuentes, difícilmente se logra una rehabilitación del 100%, debido a que muchas de estas personas no encuentran un empleo al obtener su libertad, por lo que se ven obligados de nueva cuenta a delinquir y regresan a la cárcel.
Esto y otros factores ha dado pie a que continúe el autogobierno en el interior de las cárceles; un ejemplo de ello es el Cereso de Chetumal, donde la visita conyugal se cobra 50 pesos por día el cuarto y 150 los fines de semana, además de las órdenes de comidas especiales como pollo frito o antojitos que se venden en el interior del penal a razón de 20 y 30 pesos, por platillo.
Por otra parte la cocaína y marihuana tienen un costo de 50 pesos y 20 en promedio, mientras que una cerveza fluctúa entre los 30 y 40 pesos, mientras que la botella de licor y whisky se encuentra entre 100 y 500 pesos, los cigarros a peso, refrescos o frituras hasta 10 pesos, un peso la leída de periódico o revista, 10 pesos la tarea de fajina, mientras que el uso de teléfono es de 5 pesos, aproximadamente.
Esto sin dejar de mencionar, que le siguen los privilegios de que gozan algunos internos como lo son el uso de televisión, ventiladores o refrigerador, además de que el autogobierno también controla la prostitución, además de los privilegios antes mencionados que pueden pagar algunos internos, situación que ha contribuido en gran parte a que no se logre una correcta rehabilitación entre la población penitenciaria en estos momentos. (Fuente: diario Quequi)
