CANCÚN, MX.- Quemados en las afueras de la ciudad, así fue consumada una doble ejecución de dos personas, presuntamente tiradores de droga, conocidos como “chapulines” a quienes se les aplica este cruel ajuste de cuentas por traicionar al grupo del narcotráfico en el cual operan bajo el mando de la delincuencia organizada.
Fueron dos cráneos, restos de la columna vertebral y numerosos huesos dispersos en un área de cinco metros, los que se ubicaron por elementos de la Subprocuraduría de Justicia de la zona Norte.
A simple vista se pudo observar que la doble ejecución fue perpetrada hace varias semanas, porque incluso los huesos estaban mordisqueados por la fauna de la zona, pues claramente se vio que los huesos fueron dispersados por los animales.
Ahí mismo se observó un área que fue consumida por el fuego, señal de que los dos cuerpos fueron quemados por los sicarios que se encargaron de la doble ejecución y de llevar ahí los dos cuerpos.
El macabro hallazgo se realizó por medio de una llamada anónima de unos trabajadores que se percataron de los restos humanos y reportaron el hecho.
Las huellas del crimen organizado eran evidentes, porque durante un recorrido realizado en el lugar del crimen se observaron restos de cinta industrial color gris, usada habitualmente en las sangrientas ejecuciones perpetradas por la delincuencia organizada. Así como vendas, restos de la ropa que vestían y zapatos.
Hasta ahora y de acuerdo al reporte de las autoridades, es imposible realizar la identificación
La ubicación de donde fueron hallados los cuerpos, se encuentra en un camino de terracería. Para llegar al lugar fue necesario ingresar a la altura de la empresa Gas Auto, ubicada sobre la avenida José López Portillo. Y sobre la carretera que atraviesa y une a esta avenida con la autopista Cancún-Mérida, se avanza unos dos kilómetros aproximadamente y a la derecha se encuentra un camino de terracería.
A partir de ese punto se avanza bajo las torres de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a unos 500 metros, por el lado izquierdo se avanza un tramo más y a mano derecha por debajo de las líneas de alta tensión se ubica el lugar.
Cabe señalar que la carretera que enlaza a la avenida José López Portillo y la autopista y que anteriormente era de terracería ya es de constante tráfico vehicular porque se encuentra pavimentada.
Pero lo que llama la atención es que ahí no se encuentra ninguna unidad de ninguna corporación policíaca, y no existe vigilancia de ningún tipo.
El tránsito de vehículos de todo tipo es constante
A lo largo de la zona existen zonas habitadas, y un sinnúmero de casas y construcciones de todo tipo, varias de ellas con alberca. Y además es una zona en donde la venta de terrenos atrae a personas de todo tipo de forma constante.
Sin embargo, lo cierto que esa zona se encuentra rodeada de numerosos caminos de terracería, así como de brechas, incluso varias de ellas enlazan directamente de nuevo con la avenida José López Portillo, si ninguna complicación.
Señal inequívoca de que el crimen organizado se traslada y pasea en la zona y se da tiempo para abandonar los cuerpos de las personas víctimas de las ejecuciones, y además se da tiempo de prenderles fuego para quemarlos sin que nadie los moleste.
Versión oficial de la subprocuraduría
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) después de recibir el reporte sobre el hallazgo de una osamenta se trasladaron al lugar indicado para iniciar la investigación correspondiente.
En el lugar del hallazgo, colonia Avante, a la altura de las torres de alta tensión, personal de la Dirección de Servicios Periciales levantó 89 huesos que corresponden a dos osamentas halladas en el mismo perímetro.
El Ministerio Público ordenó el traslado de los restos humanos al edificio del Servicio Médico Forense para su examen antropométrico.
El reporte del hallazgo fue recibido en la Dirección de Servicios Periciales a las 15:49 horas de este día.
Al parecer un cuerpo (osamenta) vestía playera blanca sin mangas con agujeros hechos por arma blanca, se localizó una chancleta de plástico color azul con negro, marca camello.
La otra osamenta tenía una bermuda de mezclilla color beige y un par de tenis, marca nike, color blanco.En ambos lugares se observaron vendas y cinta industrial. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
