CANCÚN, MX.- La doble ejecución de los dos distribuidores de drogas evidencia de nuevo el narcomenudeo en plena zona hotelera. Es el escenario de las disputas del crimen organizado, pues ahí mismo se realizaron los “levantones” de ambos sujetos.
Los cuerpos de Alejandro Tuc Puc y Héctor Ramírez Díaz fueron entregados a sus familiares la noche del viernes, luego de haber realizado los trámites correspondientes ante el Ministerio Público del Fuero Común.
Hasta ahora, la Policía Judicial no tiene pistas de los asesinos, ni de José Luis Ponce Cervera (a) “El Cóndor”, quien se salvó de ser ejecutado el mismo día en que aparecieron los dos primeros.
El agente del Ministerio Público del Fuero Común de la mesa de homicidios entregó la noche del viernes los cuerpos de Alejandro Tuc Puc y Héctor Ramírez Díaz ejecutados, integrantes del grupo de “Los Zetas” y que fueron encontrados la noche del jueves en un camino de terracería de la colonia Alamos II.
Ambos sujetos se encargaban de la distribución de drogas en la zona del mercado de artesanías Coral Negro en pleno corazón de la zona hotelera y según las investigaciones realizadas hasta ahora por la Policía Judicial del Estado (PJE), los ahora occisos se quedaron con dinero producto de la venta de drogas.
Por ello, el grupo delictivo decidió ejecutarlos, por haberlos traicionado y por eso fueron torturados antes de ser asesinados de dos balazos en la cabeza y para “rematar”, los sicarios les colocaron una cartulina en el pecho, la cual aseguraron con clavos de cinco pulgadas que les clavaron en el pecho y en las que se leía: “X pasarse de vergas”.
Esta doble ejecución evidencia de nueva cuenta el narcomenudeo que prevalece en la zona hotelera, en donde la droga es distribuida en pleno corazón de la zona turística y fue ahí mismo donde los ahora occisos fueron “levantados”.
Al igual que Tuc Puc y Ramírez Díaz, José Luis Ponce Cervera (a) “El Cóndor” sería ejecutado también el jueves, sólo que a él no lo localizaron los cuatro sicarios encargados de darles muerte a los otros dos.
En su búsqueda, “levantaron” al cuñado de éste, Luis Alberto Quijano Llama, quien conoce las actividades de “El Cóndor”, pues también trabaja en el Coral Negro en zona hotelera.
Después de haber sido “levantado”, fue llevado a una casa de seguridad en donde fue “tableado” y aunque guió a los sicarios a dos domicilios, no encontraron a “El Cóndor”.
A pesar de ser torturado a golpes, Quijano Llama fue abandonado con vida en una casa de seguridad abandonada en la Región 101, manzana 46.
Ahí fue encontrado por la policía la noche del jueves, amarrado, amordazado y vendado de los ojos, además de las huellas de los golpes que recibió.
El agraviado no proporcionó mayores datos de sus captores a la policía, pues evitaron que les viera los rostros mientras lo tuvieron cautivo.
Tampoco se sabe sobre el paradero de José Luis Ponce Cervera (a) “El Cóndor”, de quien la policía presume que ya se fue de la ciudad. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
