La otra mirada – Cara de guerra – Por Oscar Meza

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    Entre deslealtades, frivolidades y ocurrencias carnestolendas de sus más cercanos colaboradores que magnifica la prensa gubernamental, el presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña cambió su habitual mesura por un súbito arrojo de consecuencias insospechadas.

    Al parecer la permanente invasión de la esfera municipal, las amenazas gubernamentales y la tradicional embestida del locutor estrella del gobierno estatal y de “periódicos comprometidos contigo”, en tiempos electorales, provocó un cambio de estrategia en el político isleño.

    Esta actitud, más cercana a la de su consanguínea panista, cuenta con el apoyo de las dirigencias nacionales del PAN, PRD  y los cinco alcaldes de oposición.

    Por cierto, en pleno carnaval, el secretario de Obras Públicas, Jorge Aguilar Osorio prácticamente dijo adiós a la candidatura en una patrulla que utilizó como carro alegórico.

    Uno más uno

    En sus artificiales aspiraciones políticas, Gregorio Sánchez ya tiene la franquicia del Partido del Trabajo, el apoyo del gobierno estatal y la rotativa Goss Community que despojó al grupo editorial Gurrión en su desventurado paso por Quintana Roo con el A Diario.

    A través de un oculto pagaré que firmó su sobrina María Ponce Sánchez, administradora de ese periódico, el ex candidato a gobernador perredista dio la puntilla al poderoso grupo editorial oaxaqueño que encabeza el diputado federal priista, Samuel Gurrión Matías.

    Con la rotativa y las instalaciones del A Diario que recuperó, Sánchez Martínez busca afanosamente un socio para que lo apoye en la guajira búsqueda de la presidencia municipal de Benito Juárez como  lo hizo este rotativo en sus aspiraciones a gobernador.

    El Uno más Uno es la carta más fuerte de Sánchez Martínez.

     Mujeres

    La desaparición de mujeres, entre ellas, cuatro turistas de distintas nacionalidades en los últimos cinco años en Quintana Roo, puso en alerta a diversos organismos en el país por la eventual participación del crimen organizado, que encontró en la entidad un paraíso para el paso de ilegales hacia el sueño americano y la trata de personas.

    Uno de los casos más sonados se registró en 2007 cuando Danna Risphy, de origen israelí, “se esfumó” en el municipio de Tulum.

    La desaparición de Risphy cobró relevancia por el torpe manejo de la investigación que encabezó el entonces procurador Bello Melchor Rodríguez Carrillo y ante la falta de resultados, agentes de la PGR y del Mossad, el cuerpo policíaco más importante de Israel, se sumaron infructuosamente a la búsqueda.

    En mayo de 2007,  Virginia Wood, de 19 años de edad, y su amiga Kelly Gaskins, desaparecieron  cuando se dirigían a Cancún; el extravío de las turistas quedó asentada en la averiguación previa AC/ZH/CAN/01/01/691/5/2007.

    El caso más reciente es el de la turista ucraniana Maryna Burakova;  el último contacto de la europea con su familia, vía skipe, fue en Playa del Carmen.

    El año pasado, la Procuraduría de Justicia reportó  70 desapariciones de mujeres en Quintana Roo, aunque solo 12 fueron confirmadas.

    De pena ajena

    Entre chismes y fuertes discusiones de sus principales autoridades, el Ayuntamiento de Isla Mujeres adeuda salarios y compensaciones a los trabajadores; no  apoya  a sectores vulnerables y mantiene en el olvido a sus instalaciones.

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