“No hay intocables”, dice Peña Nieto al ser arropado como ‘jefe máximo’ del PRI; ratifican quitar candados del IVA a medicinas y alimentos

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CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Enrique Peña Nieto fue investido ayer como jefe máximo del PRI y, desde esta posición, advirtió que en México no hay intereses intocables. El único interés que protegeré es el interés nacional.

Doce años de oposición del priísmo fueron definitivamente enterrados este domingo, durante una pletórica asamblea nacional a la que acudieron más de 10 mil militantes priístas e invitados especiales, y en la cual su mensaje tuvo como epígrafe –sin mencionar ningún nombre– la reciente detención de la otrora poderosa lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, pero también pudiera tener otros destinatarios.

La sede de la 21 asamblea nacional del Revolucionario Institucional fue el moderno Centro Banamex, escenario para festejar el regreso de este partido a la Presidencia de la República, pero donde se definió el inicio de una nueva era del PRI en el poder.

El presidente nacional del PRI ofreció a su correligionario Enrique Peña Nieto el respeto y respaldo del partido. El respeto por su investidura y el comportamiento vertical de su gobierno, y lo segundo por su firmeza y arrojo para decidir siempre lo que conviene a la República; porque reconoce el imperio de la ley y la eficacia de la política; porque sabe cuándo actuar con toda la fuerza del Estado.

Camacho puso el PRI a disposición del jefe del Ejecutivo para sus tareas de gobierno y también, sin dobleces, para que ejerza su legítimo derecho a militar. Aseguró que para esta asamblea se trabajó para que los nuevos documentos priístas –que son plataforma del Ejecutivo y del Legislativo– tengan hoy más cauces que diques; no catálogo de pretextos, sino una larga lista de posibilidades para la realización de los mexicanos. Y le adelantó que van por la victoria en las 14 elecciones locales del próximo 7 de julio.

Minutos después, ya estatutariamente con las riendas del partido en mano, Peña Nieto dijo que acudía al cónclave en ejercicio de sus derechos políticos, orgulloso de militar en el PRI. Afirmó que su responsabilidad es lograr que México despliegue todo su potencial. Tomaré las decisiones que exige la transformación del país. El éxito del PRI depende del éxito de todo México, adelantó.

Ante secretarios de Estado, gobernadores, líderes priístas actuales y de antaño, el Presidente destacó que esta asamblea trasciende la simple formalidad estatutaria. Representa una frontera entre el ayer y lo que hace el PRI hoy para construir un México con mejor futuro.

En su intervención de apenas 13 minutos, Peña Nieto hizo un breve recuento de los principales cambios estatutarios aprobados por unanimidad, luego de 50 días de trabajos, desde que fue lanzada la convocatoria para esta asamblea, cuyo lema fue Transformando a México.

La clausura de la 21 asamblea nacional del PRI, que se llevó a cabo en el Centro Banamex, corrió a cargo del presidente Enrique Peña Nieto, a quien se concedió formar parte del Consejo Político Nacional y de la Comisión Política Permanente del partidoFoto : Cristina Rodríguez

Destacó el retiro de obsoletos candados que impedían a los militantes priístas ser postulados a un cargo de elección popular si antes no habían sido dirigentes del partido; dio la bienvenida a las candidaturas ciudadanas y a la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información del CEN del PRI.

En lo que toca a los cambios en el Programa de Acción –donde están los temas del IVA a medicinas y alimentos y la apertura de Pemex al capital privado, enmiendas que la secretaria general partidista, Ivonne Ortega, ubicó como decisiones que no fueron fáciles pero sí las que el país necesita–, el presidente Peña señaló que ahora el PRI cuenta con una guía para atender los retos y necesidades del país.

Así, con pragmatismo y sin dogmas, el PRI se transforma para poder transformar a México, advirtió.

El clímax de esta 21 asamblea se dio a la llegada del mandatario, quien se tomó 33 minutos, como lo hacía en campaña, para saludar el regreso de las fuerzas vivas del tricolor. El recorrido por las vallas pudo verse a través de varias pantallas gigantes colocadas a los costados del enorme salón del Centro Banamex, acondicionado para dar cabida a los miles de delegados e invitados especiales, entre ellos el embajador de Estados Unidos en México, John Wayne.

Ahí estaban dirigentes obreros, campesinos y populares con sus huestes; las desempolvadas joyas de la familia priísta, algunos ya de edad avanzada –hoy apoyados en bastón o silla de ruedas– que brillaron tres, cuatro o cinco sexenios atrás. Sólo algunas ausencias, como las ex dirigentes Beatriz Paredes y Dulce María Sauri.

Mezcla de generaciones. Los viejos priístas con sus vástagos, y aun aquellos acusados en algún momento de cometer actos de corrupción, violación a los derechos humanos o desfalcos al erario, como el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

Casi todos acudieron a la cita, ya sea a bordo de automóviles que coparon el gigantesco estacionamiento del inmueble o en alguno de los más de 300 camiones que ocuparon todo el óvalo del Hipódromo de las Américas, inmueble contiguo. Por uno y otro medios se llevó hasta la zona norte de la capital del país a la multitud, que en otro tiempo se conoció como la cargada.

Pero el fervor a su líder puso en alerta, al final del acto, a los elementos de seguridad del Estado Mayor Presidencial, cuando decenas de simpatizantes y de reporteros, camarógrafos y fotógrafos lograron llegar hasta donde se hallaba el mandatario.

El ex dirigente nacional del PRI Jorge de la Vega Domínguez, de 82 años, clausuró los trabajos de la 21 asamblea y dijo que ésta marca un hito en la historia moderna de México. (Fuente: La Jornada)

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APRUEBA PRI CAMBIOS EN DOCUMENTOS BÁSICOS

La 21 asamblea nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó, a mano alzada, las reformas a sus documentos básicos y, después de 12 años de orfandad, el priísmo volvió a colocar al presidente de la República como eje articulador de las decisiones del tricolor.

El pleno de delegados aceptó por aclamación incluir al presidente Enrique Peña Nieto como miembro del Consejo Político Nacional y de la Comisión Política Permanente, así como apoyarlo en las grandes decisiones nacionales, entre éstas emprender una reforma para Petróleos Mexicanos y discutir más ingresos –al suprimir la prohibición de cobrar el IVA en alimentos y medicinas– tributarios para distribuirlos en más programas sociales.

Aunque la víspera el dirigente nacional, César Camacho Quiroz, definió que ahora con Peña el partido practicará la sana cercanía, los documentos del partido delinean: El PRI abriga la certidumbre de que no corresponden al interés nacional la condicionalidad ni la sumisión del partido al gobierno.

Esa definición contrastó con la postura del ex dirigente nacional priísta Humberto Roque Villanueva, quien aseguró que el partido funcionará con y bajo la conducción de Enrique Peña Nieto.

Al informar de los resultados de la mesa de Declaración de principios, a su cargo, Roque Villanueva –a quien tocó enfrentar la pérdida de la mayoría absoluta del PRI en la Cámara de Diputados en 1997– aseguró que el Revolucionario Institucional logró realizar la hazaña, con un gran candidato, Enrique Peña Nieto, de recuperar el gobierno federal.

Asimismo, el PRI presentó como uno de los logros de su asamblea suprimir los candados impuestos en la 18 asamblea nacional –realizada después de perder las elecciones en 2000– para que priístas sin experiencia en cargos de elección popular puedan ser candidatos.

Se informó que el tricolor podrá postular candidatos ciudadanos, pero este cambio no es aplicable a los aspirantes a la Presidencia, sino sólo a jefe de Gobierno del Distrito Federal, gobernadores, diputados y senadores, y estará sujeto a que comprueben, con encuestas, que tienen un nivel de reconocimiento y aceptación superior al de los militantes.

El también ex presidente del PRI José Antonio González Fernández presentó los resultados de la reforma al Programa de acción. Explicó que los dos temas que más causaron polémica fueron la reforma energética, por la apertura que se busca para Petróleos Mexicanos, y la reforma hacendaria, debido a que el partido suprimió de sus documentos básicos la prohibición de permitir la inversión privada en hidrocarburos y aplicar el IVA en alimentos y medicinas.

El ex procurador capitalino afirmó que en el primer rubro se concluyó que el país requiere una reforma energética que sea motor de inversión y desarrollo. ”Estamos por Pemex como una empresa productiva que se conserve como propiedad del Estado, pero competitiva. Acompañaremos a Enrique Peña Nieto en su propuesta de reforma energética”, puntualizó.

González Fernández –quien llegó a la dirigencia del PRI en 1999, como parte del primer ensayo de democracia interna– señaló que la reforma hecendaria no se aplicará a costa de los grupos más necesitados, y no se centrará sólo en las tasas impositivas, sino en ampliar la base tributaria, suprimir los regímenes especiales y eliminar subsidios. La recaudación adicional por el cobro de impuestos, aseguró, se destinará al gasto social.

Según su programa de acción, el PRI pugnará por una reforma que permita la recuperación financiera de Pemex, y buscará que la paraestatal asuma políticas de gobierno corporativo más cercanas a las prácticas de una empresa.

El mismo documento explica que, antes de hablar de aplicar un impuesto en particular, el partido debe emprender una campaña para explicar de manera clara y precisa los alcances de la reforma hacendaria y cómo se traducirán los ingresos adicionales en programas concretos en favor de la gente.

Mientras, Mariano Palacios Alcocer, también ex presidente del PRI, enlistó los cambios a los estatutos del PRI que, resaltó, harán de él una organización política más exigente en la lucha electoral, democrática y cercana a las causas populares.

Explicó que la Comisión Política Permanente ya no será un órgano representativo del Consejo Político Nacional, sino sólo de carácter de deliberación colegiada de manera explícita. Hasta ahora, la comisión política tomaba decisiones a nombre y en ausencia del pleno del consejo político.

También detalló que en ambos órganos de dirección se incorporará al presidente de la República que sea de filiación priísta, como muestra de su compromiso ideológico con el PRI.

Palacios Alcocer definió que, con la nominación de no militantes se busca concretar una organización política abierta, para postular candidatos con lo más respetable de la ciudadanía. (Fuente: La Jornada)

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