Yucatán Turístico – ¿Y si nos juntamos y nos ponemos de acuerdo? – Por José Cortazar Navarrete

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Siempre como experiencia hay valorar los errores y hay que enfundarse en la reflexión de los problemas para poder llegar a un buen término en la consecución de metas y tareas, mucho más cuando de ello depende no solo la realidad de muchas personas, sino el aparato productivo de una ciudad, de un estado, de una nación.

Como experiencia de este tema diré que los resultados son importantes, significativos y valiosos cuando un grupo de personas con intereses comunes puede llegar a un compromiso compartido para empujar tareas, condiciones y hasta acciones inmediatas de una autoridad estatal o municipal por el quehacer de la sociedad.

En Mérida, pero en especial en Yucatán, el turismo es un sector económico de gran impacto, podría decirse que Yucatán es uno de los primeros estados del país en abrir las condiciones a un desarrollo modernizador de este sector, hace ya un siglo se inauguró el primer hotel en esta ciudad con equipamiento y funcionamiento para atender a huéspedes nacionales e internacionales.

Fueron los primeros grupos de investigadores, arqueólogos, historiadores, pintores venidos de Estados Unidos y Europa quienes motivados por las maravillas de las zonas arqueológicas mayas arribaron de manera nutrida y constante y tras ello la necesidad de ofrecerles espacios y sitios para su estadía motivó a la apertura de los primeros centros de hospedaje formales.

Según se refiere en “la Historia del Turismo en Yucatán”, la primera excursión de turistas que arribó al Estado lo hizo por vía marítima un 22 de febrero de 1893, con periodistas, funcionarios e investigadores estadounidenses para conocer los vestigios arqueológicos en la zona peninsular.

Se indica también en este documento que Yucatán es pionero en el desarrollo de empresas turísticas, ya que desde los años 40 del siglo pasado funcionaban ya las agencias de viajes y mecanismos de transporte para turistas, paquetes turísticos y promocionales, que fue hasta la década de los 50 cuando se organizó la primera dependencia estatal para atención del turismo.

Un factor de gran importancia y desarrollo se estableció cuando en 1943 se inauguró el aeropuerto internacional de la ciudad, con modernas pistas de aterrizaje y el arribo de líneas aéreas estadounidenses como Panamerican y el inicio de apertura de rutas nacionales con líneas aéreas como Mexicana de Aviación, que marcaron un antes y un después para el sector turístico del Estado.

Eso indica que ya con medio siglo de experiencia, conocimiento, valoración y desarrollo de condiciones sobre agencias de viaje y manejo de paquetes turisticos, nuestro estado tendría que tener ya un avance notable, debido a este factor de conocimiento.

Pero, no hay tal, entrevistas más y comentarios menos me indican que el sector turístico de Yucatán esta pulverizado, motivados por situaciones personales, por mecanismos egoístas y poco claros que obligan a que este sector económico no tenga un sentido real, importante y motivador de oportunidades e impulso como motor de desarrollo de la economía del estado.

Después de un siglo de un trabajo continuo, permanente, el sector turístico de Yucatán no se vislumbra aun como un punto referencial al cambio económico que demanda la Entidad y no se contempla como una respuesta real, dirigida y consolidada a las condiciones de exigencia y generador de alternativas para fortalecer las graves condiciones de desigualdad económica que tiene el Estado.

En opinión de algunos empresarios del ramo hotelero y restaurantero: no hay un liderazgo responsable en su sector y por ende promociones y condiciones del estado son meramente de manera inerciales, no se aprovecha al máximo los escenarios sui generis de Yucatán, su posicionamiento geográfico, maravillas naturales, clima, cultura que marcan una serie de experiencias únicas para un turista exigente.

El sector turismo del Estado se conforma con observar, muchas veces pasivamente, el incesante avance de otros destinos sin resolver de manera comprometida condiciones de competitividad, mejoramiento de productos, nichos de mercado, infraestructura, y con ello, el posicionamiento de un sitio de excelencia, calidad, prestigio y servicio para un viajero, pero de manera paralela la calidad de vida de la población.

La calidad turística internacional del Estado de Yucatán cumple ya un siglo y tras este tiempo las cosas han mejorado, pero definitivamente podrían cien ser mucho mejor.

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