NUEVO CATEO EN VILLAS MAGNA: Revisa Ejército 2 viviendas en Cancún relacionadas con el capo Mario Casarrubias Salgado

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CANCÚN, MX.- Un operativo de cateo fue realizado la tarde de hoy en por lo menos dos viviendas de lujo del conjunto residencial Villas Magna, en el bulevar Luis Donaldo Colosio, relacionadas aparentemente con el líder del cártel Guerreros Unidos, Mario Casarrubias Salgado, alias “El Sapo”, quien fue detenido la semana pasada en Toluca.

De nueva cuenta, elementos del Ejército acudieron a Villas Magna y permanecieron en la calle Madeira, donde fueron cateadas dos residencias que posiblemente utilizaba Casarrubias Salgado.

La movilización fue notoria entre la tarde y noche, por la entrada y salida de vehículos del Ejército de ese exclusivo conjunto residencial. Versiones extraoficiales señalaron que los militares brindaron apoyo a los elementos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), quienes obtuvieron órdenes de cateo para revisar dos residencias de la calle Madeira.

También trascendió que los militares se trasladaron a unas villas ubicadas en el kilómetro 2.5 de la Zona Hotelera, en busca de más lugares relacionados con el líder del cártel Guerreros Unidos.

El operativo de la SEIDO inició en este polo turístico el martes pasado, cuando con el apoyo del Ejército fue realizado un operativo en las calles Palermo, Madeira y Gibraltar en Villas Magna, al darse a conocer que Casarrubias Salgado utilizaba algunas residencias como escondite y centro de operaciones. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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LA RED CRIMINAL DE ‘EL SAPO’

Mario Casarrubias Salgado (a) “Sapo Guapo” instaló su narcocélula “Guerreros Unidos” en Cancún, pactó con “Los Zetas” para compartir “La Plaza”, tejió relaciones locales para desarrollar su plan criminal para arrebatarle espacio al “Cártel del Golfo” y obtener el control del aeropuerto internacional para el relanzamiento del trasiego de droga de Sudamérica y a Estados Unidos hasta donde esa agrupación delictiva operaba en mercados como Chicago y hasta Nueva York.

Mario Casarrubias Salgado se identificaba también como José Carlos Mendoza Salgado, y aquí estuvo alojado en la exclusiva zona residencial de Villa Magna y además desde el 2012 en la hacienda “La Esperanza”, ambas en la zona de Alfredo Vladimir Bonfil.

El tiempo no le alcanzó, pues con su captura en Toluca, el pasado martes 29 de abril, por elementos del Ejército, frenaron su operación criminal, y con ello se inició en Cancún un gran operativo de los elementos militares en Villa Magna y la hacienda “La Esperanza”.

Los diarios POR ESTO!, desde el 2012, anticiparon la disputa por el control de la plaza y hoy se confirman las versiones periodísticas entre integrantes del Cártel del Golfo en contra de la alianza Zetas-Guerreros Unidos.

Su plan para compartir la plaza con “Los Zetas” tuvo un marco esencial, porque a Casarrubias Salgado le garantizaron la apertura de “La Plaza” con todo y narcopolicías, es decir, policías en nómina formaban parte del paquete criminal, para facilitar el “alojamiento y desplazamiento” en la ciudad.

Desde el 2012, con gran “estilo” criminal, “El Sapo Guapo” se instaló aquí y se alojó en zonas de alta plusvalía, tal y como operaba la organización criminal de los hermanos “Beltrán Leyva”, de donde surgió, al permanecer en la cúpula delictiva y muy cercano al caído en combate, Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” .

“Guerreros Unidos” como narcocélula y con el liderazgo de Casarrubias Salgado llegó aquí con la intención de incrementar su espacio delictivo, mediante operaciones criminales precisas.

Muy al estilo del cártel de los hermanos “Beltrán Leyva” de donde inició su carrera criminal. Y a la caída de este grupo delictivo, y tras su paso como lugarteniente de Edgar Valdez Villareal (a) “La Barbie”, formó su propia organización, como “Guerreros Unidos”, con base en Guerrero, Morelos, Michoacán, Estado de México y luego Quintana Roo.

Su llegada a Cancún no fue casual, pues durante el tiempo que los “Beltrán Leyva” mantuvieron y operaron en el Aeropuerto Internacional de Cancún, Casarrubias Salgado conoció y se familiarizó directamente con las operaciones criminales de alto impacto y en donde mantuvo cercanía con todo tipo de personas ligadas al trasiego de droga desde Sudamérica a Cancún por vía aérea. Así como también por las rutas terrestres que se usaron para distribuir estupefacientes a otros puntos del país.

Ese amplio conocimiento criminal del “Sapo Guapo” le abrió las puertas para negociar ampliamente con “Los Zetas” que ya mermados con la captura de varios líderes a nivel local, perdieron control de “La Plaza” en Cancún.

Con ello estableció el pacto criminal con Omar Treviño Morales (a) “El Z-42” líder en turno de “Los Zetas” para irrumpir en “La Plaza” con el fin de apoderarse y disminuir el control del “Cártel del Golfo” o CDG, cuyo avance fue determinante en esta zona, porque habían reclutado a los mismos miembros de “Los Zetas”, quienes se “voltearon” a la narcocélula del “CDG”, dominada ahora por los hermanos Velázquez Caballero “Los Talibanes”.

El plan criminal era vivir la plaza, es decir ocuparse de las acciones criminales para abrirse paso y una vez logrado este objetivo, crear espacio de nueva cuenta para “Los Zetas”, para que se reacomodaran y continuaran con el abanico de acciones delictivas principalmente la venta de droga o narcomenudeo en el amplio mercado negro de consumidores, así como la extorsión y pago de narcocuotas.

Mientras que la otra parte del pacto criminal, era la entrega del control de las instalaciones aeroportuarias. Y con ello “Guerreros Unidos” ampliaba su base criminal de operación, pues desde sus inicios estaba asentado en Guerrero, Morelos, Michoacán, Estado de México y finalmente Quintana Roo.

La razón era directamente ventajosa para Mario Casarrubias Salgado, pues con todas sus relaciones criminales en la red delictiva a la que tuvo acceso en sus inicios con los hermanos Beltrán Leyva que controlaron el aeropuerto de Cancún, podía rediseñar el trasiego de droga y operar libremente hacia el mercado norteamericano. Porque el cártel de Guerreros Unidos opera en el mercado de Chicago y gran parte del Este de los Estados Unidos.

Con ello “El Sapo Guapo” lograba catapultar su organización al adueñarse del aeropuerto y controlar las operaciones de droga a gran escala.

Y por otro lado tenía la ventaja de contar con la alianza realizada con Omar Treviño Morales (a) “El Z-42”, que le garantizaban presencia y espacio para maniobrar en las instalaciones aeroportuarias mientras que la narcocélula de “Los Zetas” operaba en la ciudad.

En el pacto criminal entre “Guerreros Unidos” de Mario Casarrubias Salgado y “Los Zetas”, Omar Treviño Morales, tuvo un arranque criminal con la cacería de tiradores de droga independientes o “Chapulines”, término usado para señalar a aquellos narcodistribuidores que “saltan” de una narcocélula a otra.

Para ello “Los Zetas” proporcionaban la información criminal de las “narcocasitas” que distribuyen droga.

Y esa información estaba respaldada con malos elementos policíacos de las corporaciones policíacas municipales de Playa del Carmen y de Cancín, alineados con “Los Zetas” durante años. Con una subordinación plena, pues estaban “dados de alta” en la amplia narconómina de “Los Zetas” quienes controlaban a decenas de elementos preventivos.

Aunado a ello, la permanencia en la narconómina de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, garantizaba cualquier posible fuga de información que altere la operación del pacto criminal.

La abierta complicidad de los malos elementos de las corporaciones policíacas municipales y estatales es precisa, pues va desde la impunidad y la complicidad, es decir la ausencia total de elementos policiacos en las zonas de alta incidencia en la distribución de droga.

Pero también el “abandono de la plaza”, que consiste en retirarse de la zona, como ocurre actualmente en Cancún y Playa del Carmen, en donde es notoria la ausencia de elementos de la policía estatal.

Y la otra es la filtración de información por parte de elementos policiacos a las narcocélulas, para garantizar el desarrollo de hechos delictivos, como ajustes de cuentas y ejecuciones, en donde se pueden realizar en lugares céntricos y a plena luz del día, sin que exista la presencia de ninguna patrulla policiaca o motopatrullas.

Ejemplo de la alianza criminal con elementos policiacos, fue el 9 de julio del 2012, cuando el Ejército detuvo en la exclusiva zona residencial de Santa Fe, en la Ciudad de México, a otro de los fundadores de “Guerreros Unidos”, identificado como Cleotilde Toribio Rentaría, “El Tilde”.

En esa fecha el grupo criminal mantenía una cruenta disputa con sicarios al servicio del grupo denominado “La Familia”, por el control de la zona norte de Guerrero.

Tal confrontación exhibió los presuntos nexos de alcaldes de esa entidad con integrantes de la delincuencia organizada, entre ellos al presidente municipal de Teloloapan, Ignacio Valladares, a quien el portal de Youtube mostró negociando con narcotraficantes.

En ese mismo año, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvieron a Erasmo Israel Sotelo Hernández, “El Frío”, jefe de la plaza de Cuernavaca al servicio del grupo delictivo “Guerreros Unidos”.

Y muestra de las alianzas del grupo criminal con elementos policiacos, es que Sotelo Hernández fungió como policía preventivo metropolitano en Cuernavaca y, previo a su captura, estuvo preso en tres ocasiones por los delitos de homicidio, extorsión y delincuencia organizada.

En todos los casos “El Frío” obtuvo su libertad por órdenes de jueces federales y estatales. Y eso le garantizaba total impunidad para operar libremente.

En Cancún las alianzas de “Los Zetas” con los policías municipales fueron una garantía de acceso para el grupo criminal “Guerreros Unidos” porque fueron muestra de entrega de la plaza, con todo y narcopolicías.

Pero con la captura de Mario Casarrubias Salgado, ocurrida el martes en Toluca, por elementos del Ejército, fueron frenados los planes de expansión de “Guerreros Unidos” y con ello cae el pacto criminal con “Los Zetas”.

Mientras tanto, la investigación federal es dirigida por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, en torno a las relaciones que tejió a nivel local.
Y en cuanto a la hacienda “La Esperanza”, los elementos militares llevan varios días en custodia permanente de las amplias y lujosas instalaciones, ahora con escasa actividad en su interior. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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