CANCÚN, MX.- Tensa calma, conflictos, llanto y fuerte movilización policíaca fue lo que se vivió al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún durante el transcurso del horario de visita, este jueves.
Ante la alarma de un nuevo motín y la presunta presencia de sujetos encapuchados al interior del penal, más de 100 elementos de seguridad con equipo antimotines y de rescate, se postraron al exterior del encierro para actuar de forma inmediata, afortunadamente todo fue controlado a tiempo.
La situación mantuvo a la expectativa a las más de 600 personas que acudieron al día de visitas, muchas de las cuales rompieron en llanto al ver la llegada de los elementos de seguridad.
Poco antes de las ocho de la mañana de este jueves, decenas de personas hicieron fila para ingresar al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, como cada jueves.
En un principio, la diferencia radicó en que les fue notificado que más de 30 reos tendrían prohibida la visita, sin embargo, la comida y productos de higiene personal, les podrían ser entregados a través de los custodios.
En las primeras horas, la visita transcurrió de formal normal, no obstante, poco después de las 11 de la mañana el rumor de un nuevo intento de motín comenzó a circular por el penal, “cuchicheo” en el que también se hablaba sobre la presencia de reos encapuchados en el área de la “I”.
Ante la nueva amenaza, la cual presuntamente se debía a la inconformidad de los reos internados en el área de “Cuadro”, a donde fueron reubicados presos del área “I”, las autoridades carcelarias tomaron cartas en el asunto, por lo que de inmediato detuvieron la visita y lanzaron un llamado a las corporaciones policíacas de los tres órdenes de Gobierno.
Al darse la noticia de que la visitaba estaba cancelada y que las más de 600 personas que estaban dentro del penal serían desalojadas, muchas mujeres rompieron en llanto, pues gritaban que los presos eran víctimas de injusticias, malos tratos y extorsión.
Pegadas a la reja, las familias esperaban a la expectativa, buscando una respuesta, por lo que al ver que todas las demás personas salían, decidieron alejarse un poco mientras comentaban los rumores que de ahí salían.
En pequeños grupos, al lugar arribaron elementos de la Policía Municipal, Policía Estatal Preventiva (PEP), Marina Armada de México, Policía Judicial del Estado (PJE) y Policía Federal, todos armados y con equipos antimotines, granadas de humo y gas lacrimógeno, lo que de inmediato causó el temor entre los presentes.
Por más de cuatro horas, los elementos de seguridad permanecieron en la zona para asegurarse que no existiera otro incidente como el del martes pasado, logrando tranquilizar el ánimo de los presos y de las familias.
Fue alrededor de las cinco de la tarde que los elementos poco a poco comenzaron a desplegarse, sin que las autoridades dieran una parte informativo oficial sobre lo sucedido.
En el lugar estuvieron presentes el director del penal, Virgilio Morales Herrera; el secretario de Seguridad Pública Municipal, Arturo Olivares Mendiola; el subprocurador de justicia del Estado, Carlos Arturo Álvarez Escalera y el subsecretario de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, Jesús Armando Liogon Beltrán. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
