Educar es adiestrar al hombre para hacer un buen uso de su vida; lo que quiere decir que es adiestrarse para su propia felicidad
Antonio Maura
El inicio de clases es momento de ilusiones, carreras, inquietudes y alegrías, pero también de retos relevantes para instituciones, maestros, padres de familia y alumnos. Los alumnos y sus familias necesitan retomar hábitos, horarios y disciplina, en tanto que las instituciones y los maestros están obligados a procurar la mejor formación académica y, al mismo tiempo, dar seguimiento a la manera en la que se desarrollan tanto el ambiente escolar como las relaciones entre los estudiantes.
Durante el ciclo escolar 2014-2015, que inicia este 18 de agosto, habrá poco más de 26 millones de estudiantes en el nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) y medio superior (bachilleratos y preparatoria), en escuelas públicas y privadas. Entre los grandes retos durante los 200 días que durará el calendario escolar están dar acceso y mantener al mayor número posible de estudiantes en la escuela, elevar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, y lograr condiciones de equidad.
Me explico: según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el porcentaje de niños y adolescentes que asisten a la escuela se reduce conforme los estudiantes son mayores: mientras 98% de los niños de 6 a 11 años asisten a la escuela, el porcentaje disminuye a 93 entre los niños de 13 a 14 años, a 71% entre los adolescentes de 15 a 17 años, y a solo 32% entre los mayores de 18 años de edad.
El INE explica que la probabilidad de finalizar la educación básica o terminarla a la edad esperada es menor entre los niños y jóvenes que residen en localidades rurales o marginadas, pertenecen a hogares indígenas, son pobres o con ingresos muy reducidos, y cuyos padres cuentan con un bajo nivel de educación formal. Queda claro que el círculo virtuoso que educa a nuestros niños y jóvenes solo puede construirse mediante programas focalizados, bien planeados, implementados y supervisados, que atiendan las necesidades en sus hogares y comunidades.
Durante mucho tiempo nuestro país ha hecho esfuerzos relevantes para lograr que los estudiantes accedan y permanezcan en la escuela, y cuenten con mejores herramientas de aprendizaje. Resalta el aumento que año con año se aprueba en el presupuesto para la educación: México invierte hoy 6.2% del PIB nacional; un porcentaje muy cercano al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un nuevo ciclo escolar nos da la oportunidad de comprometernos autoridades, legisladores, instituciones educativas, maestros y sociedad civil con los niños y adolescentes de México. Todos podemos hacer algo para que aprendan más y mejor. Esa es la misión de educar y con ellos debe ser nuestro compromiso. ¡Todos a hacer la tarea!
* Senador por Yucatán. Secretario de las comisiones De Juventud y Deporte, De Relaciones Exteriores Asia-Pacífico y del Instituto Belisario Domínguez. Integrante de las comisiones de Turismo, Reforma Agraria y Bicamaral del Canal del Congreso.
