CANCÚN, MX.- Al menos dos casos más de cobro de piso investiga la Procuraduría de Justicia del Estado entre locatarios de Plaza Solare, y quienes ante el temor a represalias no se atreven a denunciar los hechos.
Luego de que la noche del viernes elementos de la Policía Judicial detuvieran a dos mujeres por presuntamente acudir a un establecimiento de dicha plaza a cobrar derecho de piso a un locatario, la dependencia señaló que pudieran ser dos empresarios más quienes se encuentren en la misma situación.
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La misma dependencia inició la Averiguación Previa 539/2015 por el delito de extorsión, en contra de las mujeres quienes recibieron de un empresario la cantidad de mil pesos, producto de una extorsión.
Las detenidas aceptaron su participación en el cobro de dicha cantidad por lo que ya fueron remitidas a la cárcel municipal.
De acuerdo con el agraviado, el jueves 19 pasado, recibió una llamada telefónica en la que le exigieron mil pesos, alegando que “era por el derecho de piso”. Un día después, la noche del viernes, se presentaron en su local dos mujeres quienes sólo dijeron que “iban por lo que él ya sabía”.
Detenidas por cobro del derecho piso
Las detenidas Mónica N, de 23 años de edad, y Evelia N, de 28 años de edad, fueron interceptadas en el cruce de las avenidas Sayil y Bonampak por elementos de la Policía Judicial del Estado.
Sobre los dos empresarios que también estarían pagando por “protección y derecho de piso”, la dependencia estatal ya tomó conocimiento para implementar un operativo y poder detener a quienes estarían extorsionando a los comerciantes.
Apenas el 6 de marzo, un sujeto conocido como JJ fue detenido por policías judiciales y federales también por presuntamente extorsionar a empresarios del sector de materiales de la construcción.
En ese caso el detenido cobraba 20 mil pesos mensuales a la empresa, ya que argumentaba era para brindar protección al empresario y al comercio, además de que pertenecía a un grupo delictivo. (Fuente: SIPSE | Foto: Panoramio ‘holachetumal’)
EXTORSIONES, DESDE LA CÁRCEL DE CANCÚN
CANCÚN, MX.- Desde la misma cárcel de Cancún se extiende la red de extorsión que lacera a la ciudadanía en general, pues así quedó confirmado con el caso relacionado con el bar “Martineta” ocurrido el pasado jueves y que demuestra el grave desorden que impera en el centro de reclusión desde hace varios meses.
Y es que, se dio a conocer que la llamada amenazante que recibió el encargado de dicho antro, salió desde la cárcel de Cancún y esta fue realizada por delincuente Roberto Arenas Pérez (a) “El Chilango”, integrante del Cártel del Golfo quien se encuentra recluido desde el año pasado por delitos contra la salud.
Para cobrar el dinero producto de la extorsión, “El Chilango” envió a su mujer Mónica Elizabeth Pérez Díaz, a recoger el dinero al bar, el cual le entregaría después al visitarlo en la cárcel.
Esto confirma el desorden que prevalece en el penal y la libertad que los presos tienen para tener teléfonos celulares que les permite realizar llamadas para extorsionar a empresarios y comerciantes de la ciudad, tal y como ocurrió en este caso.
La detención de Mónica Elizabeth Pérez Díaz y Evelia Patricia López Navarro dejó al descubierto que desde la cárcel de Cancún siguen cometiéndose toda clase de delitos.
Ambas mujeres fueron detenidas por la Policía Judicial el pasado jueves, tras cobrar una extorsión de mil pesos al encargado del bar “Martineta”, ubicado en Plaza Solare.
En su declaración ministerial, Mónica Elizabeth Pérez Díaz confesó que fue ella la que entró al bar para hablar con el gerente, a quien le exigió mil pesos como pago de “derecho de piso”.
Para amedrentar más al agraviado, la mujer le dio su teléfono celular pues en la línea se encontraba un sujeto que lo amenazó con hacerle daño si no entregaba el dinero.
Hoy se sabe, que este sujeto era Roberto Arenas Pérez (a) “El Chilango”, quien se encuentra recluido en la cárcel de Cancún desde febrero del año pasado, por delitos contra la salud.
En aquella ocasión, Arenas Pérez fue detenido precisamente en la Plaza Solare, junto con Henry Christopher Suárez Pérez y Hugo Alejandro Amaral García, en posesión de dosis de drogas.
Al ser detenidos dijeron ser integrantes del Cártel del Golfo y que eran los encargados del cobro de las extorsiones a bares y restaurantes de esa zona.
Ahora, desde la cárcel Arenas Pérez continúa realizando las extorsiones y para ello, utilizaba a su pareja sentimental Mónica Elizabeth Pérez Díaz.
La mujer detalló que ella continuaba visitando a su pareja en el Centro de Reinserción Social (Cereso) y en días pasados, “El Chilango” le dijo que iba a ir a cobrar el “derecho de piso”.
Le indicó que iba a ir al bar “Martineta” ubicado en Plaza Solare, en donde iba a pedir hablar con el gerente, dándole su teléfono para que él le lanzara la amenaza directa.
Para ir a cobrar la extorsión, la mujer se hizo acompañar de su amiga Evelia Patricia López Navarro, quien la esperó en la plaza y una vez que llegó, la acompañó al bar donde cobraría la extorsión.
Fue así que la mujer recibió los mil pesos que le exigieron al gerente de bar, mismo que iba a ser utilizado para comprar la despensa que le lleva a “El Chilango” a la cárcel, así como para recargar saldo a sus teléfonos celulares.
Sin embargo, la mujer no contaba con que el agraviado la seguiría a ella y a su amiga, dando aviso a la Policía Judicial quienes finalmente las detuvieron.
Al igual que Roberto Arenas Pérez, otros reos cometen extorsiones desde la cárcel, utilizando a familiares o amigos para realizar los cobros previas amenazas a propietarios o encargados de bares, restaurantes y todo tipo de comercios.
El fácil acceso a los teléfonos celulares desde el penal de esta ciudad, permite que los internos también cometan otro tipo de delitos como dirigir la venta de enervantes o hasta planear ejecuciones.
Con esto se demuestra también, que no existe una verdadera vigilancia y seguridad en el penal, pues aun cuando supuestamente existen inhibidores de señal para teléfonos celulares, las llamadas y mensajes salen a discreción desde el interior. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
al callar simplemente los empresarios son cómplices de los delincuentes.
podrán decir que tienen miedo , pero tienen dinero y el dinero lo puede todo. basta unirse y exigir. no creo que sea falta de confianza en las autoridades ya que ellos mismos apoyaron y apoyan estas autoridades
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