La política es un juego complejo y Roberto Borge Angulo es jugador extremo, acaba de ceder a la oposición asalariada, desdibujada y sin futuro inmediato, una carta fuerte.
Si Carlos Joaquín es o no competitivo en el proceso electoral ya se verá, lo que sí queda claro es que ya descubrió él puede liderar la creciente inconformidad y que sus mejores promotores y publicistas están en gobierno.
Nadie esperaba su renuncia, su carácter dubitativo hacia impensable que rompiera con su partido.
Lo acorralaron. Falta ver si se concreta la alianza entre PAN y PRD y sobre todo si se inscribe.
Su caso es casi una repetición de historias como la de “Chacho” García Zalvidea o bien la de Greg Sánchez, a cada golpe se les sumaban más simpatizantes, y gracias a ello, y al dinero, ganaron el ayuntamiento de Benito Juárez.
La diferencia es su origen salió del PRI y en su renuncia ofreció servir a Peña Nieto, esté último vergüenza nacional e internacional, pero bueno se entiende en aras de lograr hacerse del poder sin los contratiempos del poder central.
Es evidente, en esta nación tan “democrática”, que con organización y dinero se ganan elecciones, pobres que vendan su voto hay de sobra.
Claro, con la ruptura dentro del PRI se elevarán costos, pero no importa hay autorización del legislativo para contratar deuda hasta por casi 5 mil millones de pesos.
Otro elemento a considerar, es que los contendientes oficiales sienten que con la ruptura se verán beneficiados porque ya no será “Chanito” el ungido y cualquiera puede quedarse con la candidatura.
Veas la publicidad de presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo, en redes sociales que abiertamente señala que la renuncia de Carlos Joaquín lo convierte en el candidato idóneo. ¿a qué? Pues sabrá dios y su siquiatra, después de todas las burradas que cometió en Tajamar.
Están equivocados pero en política el amor se vende caro. Claro siempre y cuando no se sea mentecato que por un “salario de 100 pesos” hasta a dios se ofenda, como ciertos juniors estilan.
Lo cierto es que recrudece la lucha al interior y obliga a la dirigencia nacional a realizar una revisión de fondo de las potencialidad, experiencia y debilidad de cada aspirante, es decir todos siguen en la contienda, aun cuando el delfín no ha perdido su calidad de tal.
Como sea, a quien quedé, sus contertulios le pedirán las joyas de la corona a cambio del favor de su compromiso y el de su “gente”, dinero y posiciones hasta para los supuestos “independientes”
Así las cosas, solo resta esperar que no demoren demasiado en determinar quién será el candidato del PRI porque la desesperación o bien la negociación con aspirantes se puede provocar otro cisma.
Ya lo dijo Beltrones, nadie gana todo y nadie pierde todo.
Como sea, lo que prometía ser un paseo por la hacienda parece que se convertirá en un escenario de película en el quién resulte candidato quedará atrapado en una estampida.
Al menos ya se vislumbra un proceso competitivo y no de mero trámite, con todo y preparación de valijas, pesadas por cierto.
Y en la rebatinga entran todos, los que ya no son pero quieren poder para sus hijos y cobrar rentas, hasta los mediocres y rupestres en activo, el delegado de SEDESOL, el más “ilustre” ignorante hasta los que quieren sin meritos retomar presidencias para pintar parques.
Dirían los clásicos: hay mierda pero alcanza para todos, salarios jodidos y jornadas ilegales.
