A TIRO DE PIEDRA | La unidad priista y la ‘pax romana’ | Por Julian Santiesteban

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No habrá otra reunión, lo que los aspirantes a la gubernatura de Quintana Roo hayan acordado con el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, permanecerá en suspenso por unas horas, y aunque luego de esa charla ninguno de los aspirantes se dio por derrotado, el desafío mayor, parece, no está ya en la entrega de la candidatura, sino en lograr la unidad con el reparto de los espacios en el Poder Legislativo y los once ayuntamientos.

Esto porque la coalición acordada entre el PRI, Nueva Alianza (Panal), y el Partido Verde Ecologista (PVEM) ha dejado pocas posibilidades para el tricolor de entregar espacios para los grupos políticos de sus aspirantes a la candidatura por la gubernatura, por lo que, de entrada, quedarían fuera de los cargos de elección popular, los allegados a los alcaldes de Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui; de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante; y de Benito Juárez, Paúl Carrillo de Cáceres; quienes por cierto, con caras largas salieron de la reunión con el máximo dirigente priísta.

Si todo transcurre de acuerdo a los rumores, el candidato priísta a la gubernatura sería el diputado federal, José Luis Toledo Medina; pero faltará ver si la Gran Comisión del Congreso del Estado sigue destinada para el secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, quien recientemente hizo declaraciones “tronantes”, señalando como finalistas por el “banderín” a quienes no son los más posicionados mediáticamente, separándose además del grupo político del gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, y de los acuerdos mismos del PRI-PVEM-Panal. La osada jugada le dará un espacio propio por los próximos seis años, o lo mandará al “ostracismo”, dependerá de los acuerdos.

Gustará o no, a la desgastada oposición, o parecerá elogio fatuo para algunos, pero el mandatario parece haber logrado colocar a su allegado político en el camino por la sucesión; producto de esa llamada “unidad priísta”, que más parece Pax Romana, estabilidad lograda con la advertencia permanente de que, la insubordinación, se castiga con el “golpe de mazo”, pero así queda el panorama estatal por la sucesión gubernamental.

Así, luego del cónclave, los aspirantes respetarán el acuerdo, aunque a algunos les fue difícil disimular la “cara larga”, y el miércoles de esta semana, después de publicarse la convocatoria, se dará a conocer el candidato, cumpliendo la normatividad, aunque no las expectativas de algunos que, hasta el sábado pasado, tuvieron la esperanza de gobernar Quintana Roo los próximos seis años, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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