Ventilan adeudo del predial de Calica con la comuna de Solidaridad por al menos 22 mdp

PLAYA DEL CARMEN, MX.- La empresa Calizas Industriales del Carmen (Calica) adeuda al menos 22 millones de pesos al ayuntamiento de Solidaridad por concepto de predial en dos de sus predios, “El Corchalito”, parcialmente explotado, y “La Adelita”, al que se pretende pasar de régimen de conservación al de explotación.

De forma anónima, se difundieron las claves catastrales de ambos predios, además de los adeudos por predial ante Tesorería, a partir de 2014. Se ignora si este impuesto fue pagado en los años anteriores, por lo que no se descarta que el monto total sea incluso superior al señalado.

“El Corchalito” tiene clave catastral 108004000003024 y cuenta con una deuda de 5 millones 934 mil pesos por tres años de predial. Su superficie es de 369 hectáreas y su valor catastral es de 332 millones de pesos.

“La Adelita” tiene clave catastral 108009000002002 y cuenta con una deuda de 15 millones 750 mil pesos, también por tres años de predial. Su superficie es 882 hectáreas y su valor catastral es de 882 millones 132 mil pesos.

Sin embargo, el denunciante señala que como el primer predio ya está parcialmente explotado, el predial no debiera calcularse con base en el valor catastral, sino con la renta generada, tal como lo exige la Ley de Hacienda en su artículo 11. Por este motivo, el adeudo de esta empresa debiera ser mucho mayor l que le solicita el ayuntamiento, considerando que Calica es uno de los principales proveedores de material pétreo a Estados Unidos, país al que le exporta 12 millones de toneladas anuales, extraídas de estos predios.

Esta revelación se realiza en medio de la actualización, por ahora detenida, del Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL), en la que la empresa de capital norteamericano pide el cambio de uso de suelo del predio “La Adelita”, a fin de continuar con su actividad minera. Este terreno actualmente está clasificado como de conservación.

En el comunicado, hecho llegar por vía de correo electrónico, se cuestiona si la empresa ha condicionado el pago del millonario adeudo al predial a la modificación de uso de suelo que busca para “La Adelita”.

La solicitud de la empresa, basada en un permiso para esta actividad que data de 2002, al parecer estaba siendo atendido en la modificación del POEL, pero fue denunciada por el Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, además de diversos grupos ambientalistas, ya que dañaría gravemente el ecosistema, cortaría el corredor ambiental del jaguar, destruiría las grutas subterráneas de la zona y arrasaría con los vestigios arqueológicos que se sabe existen en el lugar.

Tras la polémica, en la que incluso se elevó un exhorto ante el Senado, el proceso de actualización se fue dilatando, hasta que las autoridades municipales indicaron que ya no terminaría en el actual trienio.

Según denunció en su momento la senadora Luz María Beristain, “para la actividad minera, que implican la extracción del manto, yacimiento o depósito terroso o pétreo y su transformación, se requieren detonaciones que destruyen el corredor biológico de varias especies protegidas por la NOM- Semarnat-059-2010, siendo la principal el jaguar.

“También cohabitan esta región: venados, coatíes, mapaches, tayras, jabalíes, entre otros, y lo hacen muy cerca de la zona ya impactada por las actividades de Calica, que ponen en riesgo su existencia, ya que las detonaciones y la extracción de materiales dan como resultado un páramo de tierra sin árboles.

“A esto debemos sumarle el daño a las cavernas y cenotes que se producen con las detonaciones. El Círculo Espeleológico del Mayab A.C señaló que en esas zonas hubo una mínima exploración de las redes cavernosas, por lo que las actividades industriales que pretenden realizar destruirían cenotes y ríos subterráneos provocando un severo daño ambiental en la zona. Las explosiones que realiza Calica, han provocado serios daños en las cámaras de las cavernas que podrían contener vestigios que constituyen un patrimonio invaluable para la humanidad. (Fuente: diario Quequi)