CANCÚN, MX.- En accidentado debut en Quintana Roo del nuevo presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, el priismo local urgió a la unidad, mientras que el ex candidato a gobernador se descartó para buscar la dirigencia de ese partido en la entidad.
Y en esa directriz, sobresalieron el diputado federal y líder de la CROC en Benito Juárez, Mario Machuca Sánchez, y por supuesto el legislador federal José Luis “Chanito” Toledo, quien hoy publicó un desplegado en medios de comunicación impresos de circulación estatal.
“Hoy lo comenté en una carta abierta que hice, el PRI tiene un enorme reto, no criticar a nadie ni echar culpas, reorganizarse, entender su paso, confirmarlo con un plan de presente y trabajarlo con todos para el futuro”, señaló “Chanito”, visiblemente relajado.
El que no estuvo tan relajado durante las pregunta fue el ex candidato perdedor a la gubernatura de Quintana Roo y ex alcalde de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante, quien fue tajante cuando le cuestionaron si le interesa dirigir al PRI estatal. “No, no me interesa la dirigencia del PRI. Y decir el nombre de algún perfil sería generar confusión”, contestó escuetamente.
Igual situación vivió Raymundo King de la Rosa, quien fue repudiado por la militancia y durante su discurso escuchó –y tuvo que seguir escuchando- los gritos de “traidor” y “fuera del PRI”. (Noticaribe)
Reunión de hienas!!!! Como que Dios enviara un rayo en esa reunión y nos libre de la basura humana. Chin!!!! Que su próxima reunión sea en el auditorio del malestar!!!! Y que se hunda!!!!! Nos harian tan felices!!!!!
🙂
tal como si estuviese ante el Mesias, la sonrisa fingida de Ray se dejaba ver ante los medios de comunicacion, despues de una crucial derrota por fin sus ojos brillaron ante la presencia de Ochoa quien fue recibido por cientos de simpatizantes utilizando como siempre el partido la tecnica del acarreo.
ALERTA MAURICIO GONGORA FUE CON AMPARO!
Cómo quién se sabe delincuente, Mauricio Gongora tramitó un amparo para poder ir al evento del PRI y saludar a Enrique Ochoa. Por eso no aparecía, se la pasa buscando abogados que lo defiendan, así que por lo pronto no quiso arriesgar a que lo madrugaran y se fue con el amparo bajo el brazo. El miedo no anda en burrro.
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