“VAMOS A ECHARLOS DEL PAÍS”: Reitera Trump su intención de deportar de inmediato a entre 1 y 3 millones de inmigrantes

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U.S. Republican presidential candidate Donald Trump speaks at the Family Leadership Summit in Ames, Iowa, United States, July 18, 2015. REUTERS/Jim Young - RTX1KTWT

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha manifestado en una entrevista a la cadena de televisión estadounidense CBS que se emite este domingo que deportará a los inmigrantes que tienen “antecedentes penales”, una decisión que podrían afectar a entre uno y tres millones de personas.

“Lo que vamos a hacer es tomar a la gente que son criminales y que tienen antecedentes penales, pandilleros, traficantes de droga, probablemente dos millones, podrían ser incluso tres millones, y vamos a echarlos del país o vamos a encarcelarlos”, indicó Trump en su primera aparición televisiva tras el triunfo electoral.

Trump también ha matizado su promesa de levantar un muro en toda la frontera con México. En la entrevista ha explicado que “en ciertas áreas, me gustaría” poner vallas de seguridad. “Pero en ciertas zonas, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en esto, se llama construcción, y en algunas zonas podrán haber algunas vallas”, dijo el presidente electo.

La del muro no es la única promesa electoral que el magnate de la construcción piensa modificar, según ha reconocido en la entrevista. Trump deja la puerta abierta a mantener algunas de las partes más importantes de la reforma sanitaria de Obama, conocida por sus detractores como “Obamacare” y que el magnate prometió eliminar durante la campaña electoral.

Como ya hizo en una entrevista con “The Wall Street Journal”, Trump aseguró que se inclina por mantener dos partes de la reforma sanitaria: la provisión que obliga a asegurar a personas con enfermedades previas y la disposición que permite extender la cobertura sanitaria de un adulto a sus hijos hasta los 26 años.

La llamada de Hillary

Durante la entrevista, también habla del momento en el que su rival demócrata, Hillary Clinton, le llamó por teléfono en la noche de las elecciones para reconocer su derrota en la carrera por la Casa Blanca.

“Hillary me llamó y fue una llamada muy agradable y fue una llamada muy dura para ella, puedo imaginármelo. Más dura para ella de lo que habría sido para mí y para mí habría sido muy, muy difícil. Ella no podría haber sido más agradable”, consideró Trump, quien alabó a Clinton por ser “muy fuerte y muy inteligente”.

En este sentido, Trump elogió a los Clinton por ser una “familia con mucho talento” y no descartó acudir a ellos en algún momento de su presidencia en búsqueda de consejo.

El tono de Trump hacia los Clinton en la entrevista es muy diferente al que mostró durante la campaña, cuando llamó a Clinton “corrupta” y “mujer desagradable” llegando a prometer que la metería en la cárcel por el uso que hizo de servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado.

Mientras se repiten las protestas contra su triunfo en varias ciudades de EEUU, Trump continúa manteniendo reuniones en la Trump Tower de Manhattan con vistas a la formación del Gobierno que le acompañará en la Casa Blanca, donde entrará por primera vez como presidente el próximo 20 de enero.

Primeros nombramientos

Kellyanne Conway, exportavoz de la campaña y asesora del nuevo equipo de transición, indicó hoy que es “inminente” y “llegará pronto” el nombramiento del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, un cargo que equivale al de primer ministro en Europa.

Para este puesto suena como posibilidad Stephen Bannon, quien fue jefe de campaña de Trump, es director del portal de noticias de la derecha alternativa Briebart y miembro del equipo para la transferencia de poderes entre Trump y el Gobierno Obama.

A este puesto también podría optar el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, el principal aliado del presidente electo durante su accidentada campaña de primarias.

En los últimos días, Trump ha hablado por teléfono con su rival en las primarias, Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes, así como con el que fuera candidato presidencial republicano en 2012, Mitt Romney, ambos miembros de la elite del Partido Republicano que rechazaron al millonario durante la campaña. (Agencias)

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