CANCÚN, MX.- El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se habría extralimitado en sus funciones al haber otorgado una autorización velada al hotel Temptation para demoler un tramo de la ciclopista de la Zona Hotelera, espacio público que le corresponde defender al Ayuntamiento de Benito Juárez, pero que hasta ahora actúa con omisión.
Tiziana Roma, activista defensora del patrimonio de la ciudad, explicó que el propio Fonatur, a través de un oficio emitido por su director regional, Rafael Hernández Rodríguez, el 6 de abril de este año, le informó al hotel que no es factible su remodelación, pues incluye la edificación sobre la berma de servicio (área pública) y no se respetan los lineamientos del Plan de Desarrollo Urbano (PDU) de Cancún.
No obstante, unos días después, el 20 de abril, el director local, Fernando Cervantes Mondragón, expide un oficio, también a la encargada de los trabajos, la operadora New Life, señalando que “no tenemos inconveniente en la construcción”, siempre que se sigan los lineamientos de construcción.
La activista señaló que el hotel Temptation utilizó este documento como un “permiso” para destruir la ciclopista, y además recortar un trozo de la banqueta, adueñándose de esta forma de más de 500 metros cuadrados de área pública. Ello, pese a que Fonatur, no tiene autoridad para legalizar la invasión de este patrimonio de los cancunenses.
La ciudadanía se inconformó y desde un inicio obtuvo una suspensión provisional por parte de un juez, la que no ha sido acatada por esta empresa hasta el día de hoy. En tanto, las denuncias ante la Dirección de Desarrollo Urbano han sido ignoradas, pues pese a que son trabajos a la vista de todos, niegan que se estén llevando a cabo.
“Si aceptaran que se modificó la ciclopista estarían obligados a actuar, por señalan que no son verdaderos los actos reclamados, pero están incurriendo en omisión al obrar así”, detalló.
El hotel Temptation “hizo lo que quiso con la anuencia de las autoridades”, añadió Tiziana, que opinó que el proyecto realizado no le importa en lo más mínimo la ciudadanía, ya que las únicas consideraciones fueron para la estética y funcionalidad del hotel, arruinando el trazo de la ciclopista y privatizando un tramo de banqueta. (Noticaribe)
