Se pueden cubrir los rostros, alejar las imágenes o, de plano, no publicar las fotos.
También se puede decir masacre, matanza, homicidios, enfrentamiento entre bandas rivales o hecho aislado.
Se puede publicar de ‘principal’, secundaria o en interiores.
Se puede anteponer la imagen del destino y hacer difusa la violencia.
No es eso lo que está dañando a Quintana Roo.
Lo que no se puede cambiar es la impunidad.
Otra vez comandos salen a asesinar y logran huir.
No hay policías ni operativos que los detengan en su huida, ni Fiscalía que investigue y los capture.
Quizá la realidad puede contarse de muchas maneras e, incluso, tratar de taparla con un dedo.
Pero la impunidad sigue estando ahí.
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