PLAYA DEL CARMEN, MX.- Río Secreto es como un palacio subterráneo, dice el espeleólogo Otto Ventura, “tienes joyería, todo es de plata y oro, y como invitado al palacio no te puedes llevar nada”.


La comparación que hace el explorador es exacta. Río Secreto es una cueva semi inundada de estalactitas y estalagmitas que parecen estar hechas de oro y plata; vivas, las formaciones siguen destilando agua con un milenario goteo que las va transformando pacientemente hasta crear formas caprichosas.
Río Secreto se ubica en la Riviera Maya, a aproximadamente 10 kilómetros de Playa del Carmen, y antes de abrir sus puertas requirió de un año de intensa exploración que hasta ahora ha concluido con 10 kilómetros mapeados y 1.5 kilómetros de recorrido abierto al público.
Las palabras para describir la cueva salen de los labios de su explorador; “es un atajo a la luna”, aunque Río Secreto quizá es más bien una vuelta al pasado prehistórico, donde el agua de azul transparente y las capas de material calcáreo apiladas milimétricamente una sobre otra, hacen pensar en el mundo pristino.
Asegura Otto, espeleólogo con más de 10 años de experiencia, que no hay una cueva más bella en el mundo, y aunque la belleza es una cuestión subjetiva, en algo tiene razón, y es que se trata de una cueva noble. Su camino no es peligroso ni profundo, 20 metros es la máxima profundidad que se alcanza en el descenso.
Para bajar a lo que parece ser el centro de la tierra no se requiere prácticamente de nada: un traje de neopreno, unos zapatos de nado y un casco con lámpara.
La cueva indica su propio camino. Desde el suelo hasta el techo presume sus encantos, las formaciones nacientes son la tentación de los visitantes, sus gemas de textura tersa y tenues colores son el deseo cancelado, porque aquí está prohibido tocar y más aún llevarse algún ‘recuerdo’.
Los guías que acompañan el recorrido, formado por un grupo de apenas seis personas, son verdaderos celadores de la conservación del sitio, y es que basta con poner los dedos en la boquilla de una estalagmita para tapar su respiradero y cortar su goteo. Su hábitat de laboratorio las vuelve sensibles.
Desde la superficie las raíces de los árboles se han integrado a las formas calcáreas: En busca del agua, los árboles han penetrado con sus venas los resquicios de las cuevas hasta quedarse unidas a las formaciones creando paisajes aún más caprichosos. Este es otro de los elementos que distingue a Río Secreto de cualquier otra cueva del mundo.
Al estar semi inundada, en ella se crean formaciones que sólo aquí es posible observar, se trata de capas de calcio, conglomeraciones submarinas, pedazos de material que se acumula y subsiste dentro del agua con formas cónicas, ensanchas o afiladas.
Río Secreto tiene dos rutas: Suprema y Alegría, y ambas aceptan únicamente 144 visitantes diarios, ello con el objetivo de conservar la zona y generar el mínimo impacto. El tour fue creado y es operado por la empresa Altournative (Noticaribe)

Enlace relacionado

Galería: El Río Secreto de la Riviera Maya

Comentarios en Facebook