Pese a que en la Constitución Política Mexicana se plasma que las islas son propiedad de la nación y no pueden ser vendidas a particulares, en Quintana Roo hay tres islas que tienen propietario y se llama Roberto Hernández, en tanto fundadores de Punta Allen aseguran que lo que otrora fuera una isla coprera, hoy deslavada por el mar y segmentada en tres partes por los huracanes, luce transformada en zona de mangles llamada Cayo Culebras, pero ésta tiene dueño.
Luego que un senador perredista denunciara recientemente que en el Internet se ofertan a particulares islas del país, entre ellas la llamada Cayo Culebras, que se ubica en la bahía de la Ascensión y tiene un largo de 4 kilómetros por un ancho promedio no mayor a 50 y hasta 100 metros en su parte más ancha, este medio se fue a investigar la certeza de que ésta no era propiedad federal y si tendría o no dueño, ya que la noticia causó extrañeza dado que Cayo Culebra se ubica en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y es área protegida por decreto presidencial desde el año de 1986.
Fundadores y herederos de los mismos, al recordar esta historia que data de más de 30 años, coinciden al señalar que independientemente de que se nombra a esta zona del país una reserva para su protección a nivel federal, Cayo Culebras tiene o tuvo dueño, antes de que los vientos huracanados acabaran con ella y la convirtieran en una zona de mangles (únicos sobrevivientes) que son los mudos testimonios de la que fuera hace muchos años una próspera isla coprera.
Se supo que Cayo Culebras, que hoy día está conformada por tres isletas o cayos que juntos forman esta aparente isla en la que hoy solo habitan los manglares tras haber subido el nivel del mar y a causa también de huracanes poderosos que transformaron gran parte de la geografía de la zona como lo fue en 1955 “Janet”, posteriormente Gilberto hizo también su trabajo aunque no pasó cerca pero levantó mucha marejada.
A ello hay que agregar la presencia de los últimos huracanes que han pasado cerca de la zona como “Emily”, “Wilma” y “Dean”, que han transformado la geografía del lugar y, la que fuera una isla la convirtieron en un cayo segmentado en tres partes: Cayo Culebras, Cayo Centro y Cayo Valencia. El conjunto de estas tres partes se llama Cayo Culebras, que es una agrupación de plantas (manglares) con escasos sedimento, por lo tanto no tienen suelo firme, éste es pantanoso por completo si es que no está semi-hundido en el mar como lo muestran las fotos.
Cayo Culebras está formada en su interior por una serie de canales de agua marina que separan a los mangles en las tres partes ya señaladas, por lo que es imposible que en este sitio cohabiten seres humanos; además es zona protegida y un área núcleo que es muy vulnerable, El sitio agrupa a manglares de la especie rojo y negro y además sirve como un importante ecosistema que beneficia a varias especies marinas y también es sitio de anidación de aves como los cormoranes, pelícanos, pájaros bobos y fragatas.
Además de estas características que se pudieron observar, Cayo Culebras se ubica en una reserva ecológica que es la Biosfera de Sian Ka’an; sin embargo, habitantes de Punta Allen que son fundadores del lugare, aseveran que antes que se hiciera el decreto que convierte a la zona en una reserva, gran parte de las tierras del lugar ya tenían dueño, motivo por el cual que gobierno federal no pudo expropiar, sobre todo aquellas tierras que habían logrado ser tituladas a través de la Reforma Agraria.
En el caso concreto de Cayo Culebras, don Casimiro Choc Aguilar, marino retirado y pescador, de 67 años de edad, quien es uno de los fundadores y personajes de Punta Allen que más conoce la historia de este terruño y cualquiera te remite a él para que de dé pormenores de algún antecedente o historia de las muchas que forman parte de las memorias de esta villa de pescadores que gradualmente se está convirtiendo en un importante atractivo turístico por sus bellezas naturales, nos dice y asegura que Cayo Culebras tiene dueño.
Choc Aguilar nos cuenta que el lugar tuvo o tiene dueño, pero éste último, a quien conoce como Domingo, quien venía procedente de la capital del país y al parecer era de origen español, hace muchos años que se fue del sitio y desde entonces nadie ha sabido de su paradero. “Cayo Culebras fue una isla coprera hace muchos años; de hecho era un rancho coprero que producía de 8 a 10 toneladas de copra y era propiedad de la familia Moguel; ellos tumbaros los árboles nativos que tenía como el chechén y sembraron cocales para producir la copra que era muy demandada en esos tiempos”.
“Recuerdo que había una familia que vivía allá, que le pagaban por cuidar el rancho y ahí mismo se encontraba el viejo faro que hoy está abandonado. P?ero llegó el huracán Janet en el 55 y acabó con los cocales y lavó las tierras, quedando solamente unas cuantas palmeras, pero en realidad los únicos sobrevivientes a esta catástrofe fueron los mangles que se reprodujeron, los árboles nativos se murieron al subir el agua de mar de nivel y arrasar con la isla”, aseguró.
“Había también islas más grandes y extensas que ahora quedaron más pequeñas y otras las quitó el huracán y creó unas más pequeñas”. Agrega sobre los primeros propietarios de Cayo Culebras que luego que sucedió este desastre, los Moguel vendieron la isla a Jesús Gutiérrez Trujillo y éste a su vez la vendió a otras personas, siendo el dueño final un joven de origen español llamado “Domingo”. Sobre la legalidad de la propiedad, don Casimiro afirma que “Jesús Gutiérrez Trujillo tenía el documento y seguramente se lo ha de haber pasado a Domingo cuando se lo vendió”.
Comenta Casimiro que incluso el joven Domingo le comentó que quería convertir esta pequeña isla en un centro turístico; hablaba de ponerle una pista, tener un hidroavión y convertirla en un prostíbulo exclusivo para ricos. Agrega que incluso Domingo compró otras propiedades en San Miguel cerca de Chemax, pero luego el joven propietario desapareció y desde hace varios años no se le volvió a ver, se dice que viajó a Europa; sin embargo, Casimiro asegura sobre Cayo Culebras que “de que está vendida, está vendida”.
Sobre islas habitables de la zona que hayan sido vendidas a particulares, don Casimiro dijo que son tres y todas hoy día pertenecen al banquero Roberto Hernández:
a) Isla Pájaros.- Su propietario original era don Claudio Canto, quien heredó las tres islas a sus hijos y éstos a sus nietos.
b) Isla de Chal.- Al parecer fue de Jesús Novelo o de Chucho García.
c) Isla Hualastok.- Era propiedad de Juan Canto (nieto de Claudio Canto).
Coinciden con la versión de Casimiro, Juan Canto, heredero de Claudio Canto quien fue su abuelo, confirma esta versión al asegurar que él le vendió esta última isla a Roberto Hernández, ya que se sintió presionado por el gobierno federal, ya que le decían que por ser su propiedad una isla, se la iban a quitar ya que no podía ser dueño de ésta.
“Todo comenzó en la época en que fue gobernador Pedro Joaquín Coldwell, quien en una visita que hizo a Punta Allen, lo llevamos a Cayo Culebras a que conociera la zona y preguntó que de quién era, yo le dije que de un tal Domingo pero que éste había desaparecido y no se sabía nada de él; entonces el entonces gobernador dijo que ya no era de Domingo, que iba a ser expropiada por la federación y pasaría a formar parte de una reserva territorial.
Juan Canto nos dice sobre su versión de que los primeros propietarios de Cayo Culebras fue Mariano Moguel, luego Chucho Gutiérrez quien es de Mérida y más tarde de Domingo quien en aquellos tiempos tenía dos bungalitos en la entonces isla hoy convertida en cayos por causa de los huracanes; sólo queda un faro y tres cocoteros como recuerdo de esa época, lo demás es solamente mangle.
Volviendo al tema de las islas, Juan Canto dijo que su padre era propietario de Punta Pájaros y le vendió la parte más continental de esta punta a Roberto Hernández y la otra parte de la punta que daba al mar, fue cruzada por el mar con el huracán Janet y partió en dos la propiedad, quedando Roberto Hernández con la conocida zona de Punta Pájaros y Juan Canto se quedó con la parte de la punta que se convirtió en la y recibió por nombre: isla Hualastok.
“Mi papá tenía documentos de esta propiedad firmados con fecha del 2 de agosto de 1932 pero no tenía título de propiedad por lo que intentó registrarla en la Reforma Agraria en Chetumal que quedó asentada como Punta Pájaros, pero la parte que se desprendió o separó el mar convirtiéndola en isla no se pudo registrar.
Luego que Joaquín Coldwell anunciara que las islas pasarían a ser expropiadas por la nación, temeroso de quedarse sin propiedad y justo en el tiempo en que Alejandro Patrón Laviada alias “La Vaca” de Mérida, se casó con la hija del entonces gobernador de Yucatán, Cervera, éste lo promovió para enviarlo a la Secretaría de la Reforma Agraria “y desde allá me ofreció promover mi título de propiedad, de hecho yo creo que lo hizo para que le vendiera la isla a Roberto Hernández que estaba insistente y, una vez que obtuve el título, por temor a que me la confiscaran se la vendí”, aseguró Juan Canto.
De hecho, los testimonios de los lugareños y en este caso de un ex propietario, confirman que las islas son privadas y tienen dueño, al igual que Cayo Culebras, por lo que se deberá investigar en la Reforma Agraria, tal como aseguró el gobernador Félix González Canto, para cerciorarse si se pueden o no poner a la venta y si este hecho es legal para la Carta Magna. Lo que sí es un hecho es que en el caso concreto de Cayo Culebras, la publicidad que se anuncia en el Internet sobre que ésta es una isla paradisiaca, donde arriban hasta 36 mil cruceristas anuales y afirman que hasta tiene agua potable, es una falsedad.
Con personal de la Semarnat y de la Biosfera de Sian Kaán, pudimos constatar la situación de Cayo Culebra: solo son mangles que parecen ser una isla; la profundidad en el mar en la isla de la Ascensión donde se ubica el cayo es de 4 metros por lo que no pueden entra embarcaciones de altura, solamente menores o no mayores a 30 pies de eslora (lanchas y yates pequeños), lo que descarta la presencia de cruceristas, además nadie en el pueblo los ha visto; ¿agua potable? A menos a que el mar que cruza el mangle lo estén ofreciendo por agua potable y ni hablar de una edificación, se hundiría en el mar.
Todo esto y más pudimos constatar con Pablo Zamorano de Haro, investigador de la Reserva de Sian Ka’an en Carrillo Puerto y por el guardaparque Héctor Alfredo Martín Sierra, quienes en un recorrido por los tres cayos que forman Cayo Culebras, se verificó que éste en su conjunto tiene una extensión de 4 Km de y un ancho de entre 50 a 100 metros máximo y es todo manglar. Se ubica a 12 kilómetros de distancia de Punta Allen y a 24 Km de Punta Pájaros.
Sobre la posibilidad de usar este cayo como una isla paradisiaca como dice la publicidad, usted sabrá, amén de ser éste una reserva natural. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)