PLAYA DEL CARMEN, MX.- Una de las primeras acciones efectuadas por la actual administración de Román Quian, fue recuperar el equipo de segunda división Interplaya del Carmen de manos de la Promotora Deportiva Interplaya, pero para entregárselo a su primo Eduardo Catzin.


En la segunda sesión de cabildo celebrada el 28 de abril de 2008, se aprobó dejar sin efecto el comodato en el que se le otorgaba, por 10 años, a la Promotora Deportiva “para uso temporal y gratuito” la franquicia del Interplaya.
El ayuntamiento dio marcha atrás a dicho comodato debido a que éste no cumplió con algunos requisitos legales, en específico, el artículo 240 en su fracción II de la Ley de los municipios del estado de Quintana Roo, en el que se estipula que es una obligación que “se especifique el destino que se proyecte dar al producto que se obtenga con la enajenación o gravamen” de los bienes de dominio privado; lo que en el caso del Interplaya no ocurrió, pues el comodato implica la entrega “gratuita” del bien, es decir, “el producto”, esto es las ganancias que generara la administración del equipo, como la publicidad, no debían ser entregados al ayuntamiento, por lo que quedaban en manos de los integrantes de la Promotora.
El comodato tampoco cumplió con lo que establece en su primer párrafo el artículo 241 de la mencionada ley, y en el que se lee que: “todas las enajenaciones, concesiones de uso o usufructo y arrendamiento de bienes propios del Municipio se harán mediante subasta pública y con la aprobación de las dos terceras partes de los miembros del Ayuntamiento”. En este caso, en ningún momento se convocó a una subasta pública, sino que la franquicia simplemente se entregó a la Promotora, para su propio “usufructo” y beneficio.
Sin embargo, con la revocación del comodato los manejos del equipo Interplaya no se avizoran más transparentes que en la administración de Carlos Joaquín González, ya que el presidente municipal Román Quian nombró como presidente del equipo a su primo Eduardo Catzin; a Catalino Martín, como vicepresidente, y a Enrique Romero como tesorero, estos últimos ya habían sido directivos del equipo en la administración de Gabriel Mendicuti, y tuvieron cuentas irregulares por alrededor de 4 millones de pesos.
Desde mayo pasado la nómina del Interplaya ya no es pagada por el ayuntamiento, y ahora es absorbida por el Instituto Municipal del Deporte, sin embargo, tres empleados del ayuntamiento están asignados a las áreas administrativas del equipo.
Se trata de Mayra Ivonne Badillo Campillo, secretaria auxiliar; hermana de Omar Badillo Campillo, quien fuera contralor municipal en la administración de Carlos Joaquín González. Otros empleados del ayuntamiento que laboran para el Interplaya son Lidia Arcique Pech y Gabriela de Jesús Arceo Borges. La Unidad de Transparencia municipal no proporcionó los datos relativos al salario de estos empleados.
Sobre el presupuesto que se destinó este año al Interplaya, el director del Instituto del Deporte, Coty Enrique Trujillo Encalada, respondió que “no existe tal, toda vez esta se nos hace mediante solicitud por el Club de Futbol Inter-Playa A.C. de acuerdo a sus necesidades”.
A pesar de que el Instituto del Deporte es autónomo, el ayuntamiento absorbe el salario de Coty Enrique Trujillo Encalada, además del de una hermana de éste: Iliana Trujillo Encalada.
Otro regalito de Carlos Joaquín
Según una fuente confiable, pero que solicitó reservar su identidad, poco antes de terminar su administración, el entonces presidente municipal, Carlos Joaquín González compra con dinero del ayuntamiento una franquicia de un equipo de tercera división, los Cacaoteros de Tabasco que se convertirían en la tercera división del Interplaya, pero ésta es adquirida a nombre del arquitecto Luis Arana, propietario de Arco Construcciones, y el mismo que fungía como tesorero en la Promotora Deportiva Interplaya.
Ante la falta de un equipo propio de tercera división, la actual administración de Román Quian adquirió otro, de modo que ahora Playa del Carmen tiene dos equipos de tercera, el Interplaya, y el Riviera Maya de Carlos Joaquín.
Los enormes beneficios que otorgó Joaquín González al arquitecto Luis Arana cuando era tesorero de la Promotora Deportiva son evidentes, pues en dos meses, entregó a ésta casi 5 millones de pesos para la realización de trabajos de “restauración y mantenimiento” del alumbrado y las instalaciones eléctricas de la Unidad deportiva Mario Villanueva, casa del Interplaya.
El 29 de enero de 2008 se registró una erogación de 1 millón 250 mil pesos para “mantenimiento de instalaciones eléctricas”; el 8 de febrero, de un millón de pesos para la “restauración y mantenimiento del alumbrado”; el 19 de febrero, 50 mil pesos para la “restauración y mantenimiento del alumbrado”. Otro día, no especificado, salieron de las arcas municipales 500 mil pesos para el “pago de trabajos generales de restauración y mantenimiento de instalaciones eléctricas”; el 20 de marzo la Promotora Deportiva utilizó otros 300 mil pesos para el “pago de trabajos generales de restauración y mantenimiento de instalaciones eléctricas”. Hubo otras dos erogaciones por el mismo concepto: “pago de trabajos generales de restauración y mantenimiento de instalaciones eléctricas” de un millón 250 mil pesos y de 335 mil 564 pesos, aunque no se precisan fechas.
Las facturas de estos supuestos gastos no fueron proporcionadas por el actual tesorero, Mauricio Góngora, a pesar de que se le requirieron por medio de la Unidad de Transparencia, el funcionario no declaró la inexistencia de los documentos pero tampoco explicó por qué no las entregó. (Noticaribe/última parte)

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