CHETUMAL, MX.- Como cada vez que llueve en abundancia, la comunidad de Huay Pix se convierte en angustia, terror y desolación para sus habitantes, debido a la falta de un sistema adecuado de desagüe, además del visible abandono por parte de autoridades federales, estatales y municipales, que provoca que en cada precipitación fuerte, cientos de familias queden con el agua hasta las pantorrillas debido a la zona en la que viven.
En un recorrido realizado por El Quintanarroense se logró constatar como varias familias amanecieron entre el agua debido a las lluvias de las últimas horas, asociado con las bajas temperaturas, hace más vulnerable a las comunidades como Huay Pix, donde la mayoría de las personas son de recursos limitados.
La voz del pueblo fue representada por María Angélica Hernández Cahuich, “Esto es cada vez que llueve por varios días, todos los años es lo mismo, y por mas apoyos que pedimos lo único que hemos logrado es que nos den unas casas mal construidas, y asentadas sobre las mismas zonas donde se inunda”.
Según los nativos este problema siempre ha estado latente, y cuando a las personas les rebasa el nivel de agua optan por abandonar sus casas y refugiarse con familiares y amigos que cuenten con vivienda lejos de las zonas afectadas por las inundaciones.
Las inundaciones que se registran en la zona también afecta la economía de restaurantes de la comunidad, ya que han ocasionado que las ventas se reduzcan al 70 por ciento desde que iniciaron las lluvias.
Propietarios de estos establecimientos hacen un enérgico llamado a las autoridades para que encuentren la solución al problema porque hasta la fecha nadie se ha hecho presente en la zona afectada.
Los restauranteros aseguran que desde el inicio de las lluvias las ventas bajaron, pero al subir el nivel de la laguna Milagros y entrar a los establecimientos les impidió seguir trabajando por el riesgo que esto implica.
Son alrededor de seis restaurantes ubicados en la zona baja de la localidad que están siendo afectados por la creciente de la laguna, hasta ahora ninguna autoridad los ha apoyado.
Además de los restaurantes que resultaron afectados por la creciente del agua, se incluyen al menos 30 viviendas de la parte baja de la localidad, una escuela de preescolar y la pista de remo y canotaje, todo esto ubicado a escasos 10 metros de la laguna Milagros. (Fuente: El Quintanarroense)