CHETUMAL, MX.- La falta de coordinación entre autoridades de los diferentes ámbitos de gobierno ocasiona que la pesca furtiva vaya en aumento y se vuelva incontrolable pues las bandas organizadas plenamente identificadas utilizan a personas de escasos recursos para dicha actividad además que las sanciones son mínimas, reveló María del Carmen García Rivas, directora de la reserva de la biosfera de Banco Chinchorro.


Manifestó que la pesca furtiva continúa siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan las cooperativas pesqueras que operan dentro de la reserva, incluso han recibido llamadas de amenazas de muerte por parte de los furtivos, para que ya no se realicen los operativos de vigilancia, “la pesca comercial está permitida en las reservas ecológicas, siempre y cuando sea una actividad sustentable y dé beneficio hacia la comunidad, además de que se garantice que el ambiente no se dañará”.
Dijo que el problema radica principalmente es que no hay una coordinación entre autoridades y pueden ser únicamente faltas administrativas que son mínimas y por lo tanto el problema sigue presente, y aunque se tiene identificadas algunas bandas poco pueden hacer al respecto pues son más los impedimentos legales, “hay que atraparlos en flagrancia y aunque sepamos quienes son no los podemos detener pero además cuentan con lanchas rápidas y se complica”, comentó.
Agregó que hay temporadas en que los pescadores furtivos llegan a cazar hasta 10 veces más que la cantidad que pescan las personas permitidas, lo que ha motivado a las autoridades a intensificar los operativos para atraparlos, sin embargo, dichas acciones han resultado contraproducentes porque los pescadores furtivos han optado por realizar actos de represalia a través de llamadas intimidantes de atentar contra la vida de las personas que se encargan de vigilar la reserva.
Cabe mencionar que las cooperativas pesqueras han señalado a cuatro bandas que no se rigen de ningún reglamento y extraen un 50 por ciento de la captura total de la temporada de cada especie, aun cuando estas se encuentren en veda, no pagan impuestos y dado que las multas son mínimas se vuelve un negocio redondo que puede ocasionar que año tras año más pescadores dejen de formar parte de las cooperativas y se vuelvan furtivos. (Fuente: El Quintanarroense)

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