CHETUMAL, MX.- En 1995, el señor Alejandro Cano, fundador del rancho “El Suspiro”, localizado en el ejido de Bacalar, en Quintana Roo, informó de la existencia de vestigios prehispánicos a los arqueólogos Luz Evelia Campaña y Javier López Camacho, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes en aquellos tiempos realizaban un recorrido por el sur del estado, haciendo trabajos de registro de sitios prehispánicos.
Aunque en superficie no se aprecian sus detalles arquitectónicos -sólo se observan los montículos cubiertos por la exuberante vegetación de la zona- por sus características se intuyen construcciones estilo Petén. El sitio está bien conservado, aunque se han registrado algunos intentos de saqueo, posiblemente de los años setenta y ochenta.
Este año, el Dr. Enrique Nalda y un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia han iniciado un amplio proyecto de exploraciones en el sitio, habiendo dado formalmente inicio a las excavaciones este mes de marzo. Actualmente se están excavando dos de las estructuras principales y se espera que este mismo año los trabajos se amplíen a otros sectores del sitio, incluyendo estructuras menores, a fin de conocer menor la secuencia de ocupación de la ciudad y el funcionamiento de sus diversas construcciones.
Ichkabal seguramente fue el asiento de una entidad política importante, debido a que en las ciudades tempranas siempre existió la búsqueda de validar el poder de los gobernantes a través de grandes proyectos constructivos, como los que se han registrado en este sitio.
Actualmente, el Gobierno del Estado de Quintana Roo y el Municipio de Othón P. Blanco construyen el camino de acceso al sitio, lo cual será un avance importantísimo, pues anteriormente el camino era intransitable en temporada de lluvias. El sitio quedará protegido de invasiones y nuevas construcciones, manteniéndose como una reserva arqueológica y natural gracias al interés del ejido de Bacalar por preservar esta zona. La comunidad de “El Suspiro”, pequeña ranchería cercana al poblado, en particular, la familia Cano Castillo, sucesores del descubridor del sitio, ha brindado un valioso apoyo para el desarrollo del proyecto.
Se espera que en dos años más, el sitio pueda ser visitado. Actualmente, el acceso a Ichkabal es restringido, por lo que no es recomendable que se intente visitarlo hasta no tener las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes y la preservación del sitio.
Sin duda Ichkabal, asentamiento de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados, aportará importante información arqueológica sobre la antigua cultura maya asentada en el sur de Quintana Roo. Al concluirse la primera etapa de los trabajos arqueológicos, el sitio se incorporará a un muy atractivo circuito turístico de las zonas arqueológicas del sur de Quintana Roo, generando una amplia ruta que partiría de de Bacalar, pasando por Ichkabal, Dzibanché, Kinichná, Kohunlinch y, en el futuro, Chakanbakán, con importantes beneficios para los habitantes de la región. (Fuente: INAH)