XCARET, RIVIERA MAYA, MX.- Activistas de Greenpeace intentaron desplegar mantas con mensajes dirigidos a los políticos asistentes a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente; sin embargo, fueron desalojados por la seguridad del lugar que no permitió que la prensa fuera testigo de este acto.
Entre los asistentes al evento se encontraban Achim Steiner, Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Gobernador de California, Carlos Slim Helú, Presidente del Grupo Carso; Agustín Carstens Carstens, Secretario de Hacienda y Crédito Público; Félix González Canto, Gobernador de Quintana Roo; Juan Rafael Elvira Quesada, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Mario Molina Pasquel, Director del Centro Mario Molina; José Sarukhán Kermes, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; Carter Roberts, Presidente y CEO de World Wildlife Fund; y Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México.
En el evento se presentaron: el estudio sobre la Economía del Cambio Climático en México, también llamado “Informe Stern México”; así como las metas de mediano plazo del Programa Especial de Cambio Climático (PECC) 2008-2012. Ambos documentos reconocen el impacto que el fenómeno tendrá en los sectores económicos del país, así como las medidas que el gobierno mexicano adoptará para hacerle frente.
“El que México se haya dado a la tarea de desarrollar un programa en materia de cambio climático y la evaluación económica de sus efectos es un esfuerzo digno de reconocerse. Sin embargo, vemos que las medidas contenidas en el PECC están plagadas de debilidades institucionales y no conseguirán cumplir con el punto de inflexión de las emisiones nacionales para el año 2012 que el mismo programa promete”, señaló María José Cárdenas, coordinadora de la campaña de Clima y energía de Greenpeace.
Cabe señalar que durante la 14ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Polonia, el gobierno de México se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 50 por ciento para 2050, mediante -entre otras medidas- un programa dirigido a empresas públicas,Your browser may not support display of this image. en específico a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) para que se comprometan a reducir sus emisiones, lo que pretende incentivar al resto de los sectores de la industria a asumir compromisos similares.
El presidente Calderón se ha comprometido a reducir a la mitad las emisiones de México para mediados de siglo. Sin embargo, el sector energético, que contribuye con el 27.3 por ciento de dichas emisiones, planea seguir invirtiendo en tecnologías sucias yYour browser may not support display of this image. peligrosas como el carbón y la nuclear, en lugar de aprovechar el gran potencial de nuestro país en energías limpias como la solar, la eólica, la geotermia y las pequeñas hidroeléctricas. Por ello, el mensaje de México al mundo es incongruente con las políticas y acciones domésticas y no muestra señales coherentes de su aspiración de liderar la lucha global contra el cambio climático.
“Un ejemplo claro de liderazgo por parte de México en la lucha contra el cambio climático sería anunciar medidas contundentes para garantizar que nuestro país abandone su apego a los combustibles fósiles causantes del calentamiento global, a través de la cancelación de nuevas carboeléctricas. Asimismo, debería asumir un compromiso de cero deforestación para 2020, una de las medidas de mitigación con mayor impacto y relativamente más económicas para reducir emisiones a gran escala. Con éstas y otras medidas, México apoyaría de forma significativa los esfuerzos del resto del mundo ante la crisis climática”, añadió Cárdenas.
Cabe señalar que en diciembre de este año en Copenhague, Dinamarca, se llevará a cabo la Cumbre del Clima, en la que los países, como México, deberán acordar medidas para combatir este fenómeno mediante compromisos obligatorios para la reducción inmediata de emisiones GEI, tanto de los países industrializados como de los países en desarrollo, así como el establecimiento de un mecanismo de financiamiento para acciones de mitigación y de adaptación.
Como parte del acuerdo de Copenhague, Greenpeace exige que:
- las emisiones globales alcancen su punto de inflexión para el 2015 y desciendan drásticamente hasta acercase lo más posible a cero en 2050.
- los países industrializados, como grupo, reduzcan sus emisiones en al menos 40 por ciento para 2020 en comparación con los niveles de 1990. Al menos tres cuartas partes de dichas reducciones deberán de provenir de acciones locales.
- los países en desarrollo reduzcan paulatinamente el aumento de sus emisiones proyectadas en 15 a 30 por ciento para 2020, con ayuda de los países industrializados.
- se establezca un mecanismo de financiamiento para detener la deforestación y las emisiones asociadas en todos los países en desarrollo para 2020, y alcanzar la cero deforestación áreas clave como el Amazonas, la selva tropical de la cuenca del Congo y los Bosques Paraíso de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, para 2015. Asimismo, dicho mecanismo financiará medidas de adaptación urgentes, así como impulsará una revolución energética a través de la investigación y la transición hacia tecnologías limpias.
(Fuente. Con información de Greenpeace)