CHETUMAL, MX.- La necropsia hecha al cuerpo del recluso, Félix Licona Náhuatl, reveló que fue asesinado dentro del penal de Chetumal y no murió a causa de una cirrosis hepática, como habían asegurado autoridades del Centro de Readaptación Social.
De acuerdo al dictamen del médico forense, el interno recibió un fuerte golpe en la cabeza, lo que le ocasionó traumatismo craneoencefálico severo, pero además se confirmó que Félix Licona Náhuatl consumió licor, cocaína y marihuana horas antes de ser asesinado.
Félix Nicona Náhuatl fue enviado a una celda de castigo conocida como el “cubo”, pues se le encontró borracho además de que faltó al pase de lista de un día anterior.
Horas después, según versiones de los custodios, el interno fue encontrado sin vida, aunque en un principio las autoridades del penal señalaron que el interno padecía de cirrosis hepática.
Hasta ahora se desconoce cómo es que el interno logró conseguir licor dentro del penal, pues hace apenas una semana las autoridades policíacas realizaron un operativo “sorpresa” en donde se decomisó más de 600 litros de tepache.
Por su parte, el director de la Policía Judicial de la Zona Sur, Miguel Ángel Dorantes Pacheco, señaló que el homicidio de esta persona está siendo investigado y aunque ya tienen la identidad de presunto responsable, prefirió no dar más detalles debido al sigilo que hay que guardar.
A pesar de que las autoridades no quisieron revelar el nombre del homicida, se logro averiguar por fuentes extraoficiales que el supuesto asesino se llama Johnny Mejía Pech, alias “El Mara”, de 28 años de edad, quien fue sentenciado a seis años de prisión por el delito de robo calificado, en la ciudad de Cancún y posteriormente fue trasladado al Cereso de Chetumal, en donde actualmente se encuentra.
Una versión señala que este interno y Félix Licona Náhuatl “jugaban” a las luchas y durante el forcejeo el ahora fallecido recibió un golpe en la cabeza al caer sobre una piedra.
Los custodios trasladaron a los reclusos al área de castigo, conocida como “Cubos”, ya que pensaron que Félix Licona solo se encontraba desmayado por el golpe, pero al día siguiente, cuando revisaron la celda, notaron que el interno se encontraba muerto.
Otra versión que surgió fue que el homicidio fue preparado, debido a una deuda relacionada con la venta de drogas al interior de la cárcel, por lo que la Policía Judicial inicio una investigación para esclarecer este crimen.
Se logró averiguar que ayer, tres custodios acudieron al Ministerio Público del Fuero Común, para rendir sus respectivas declaraciones sobre lo ocurrido el día del homicidio, ya que existe la posibilidad de que también les sea fincada responsabilidad por omisiones, debido a que no llevaron al recluso herido al área médica o a un Hospital. (Fuente: El Periódico)