La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), clausuró la tarde de ayer, el complejo costero “Maroma Paradise Beach Club and Marina” y realizó una visita de inspección a la casa que Víctor González Torres, alias el Doctor Simi, posee en el corredor que va de Cancún hacia la Riviera Maya.
PLAYA DEL CARMEN, MX.- En plena recuperación de la actividad turística por las consecuencias de la influenza humana, el gobierno federal vuelve a dar una estocada a Quintana Roo con las clausuras de hoteles por violentar el ordenamiento ambiental, como ocurrió la tarde de este jueves cuando a través de la Profepa dirigido por Patricio Patrón Laviada el “Alto Vacío”, ordenó aplicarle los sellos a las 8 villas de lujo y la marina del complejo hotelero Dorado Maroma y Marina Maroma, en afectación de mil 200 trabajadores y millones de pérdidas por la inoperatividad.
Considerado uno de los mejores hoteles en la Riviera Maya por sus extensas playas, que mantiene una ocupación hotelera del 45 por ciento y que en dos días alcanzarían los 85 puntos porcentuales, como una muestra de la recuperación turística, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), encabezados por el director general de Impacto Ambiental y Zofemat, llegó a las 2 de la tarde con un grupo de 12 inspectores, apoyados por elementos de la Secretaría de Marina, Armada de México, para poder ejercer la clausura, con presencia de los trabajadores y turistas que observaban extrañados la movilización.
Dado a la resistencia de los trabajadores para que no cerraran su centro de trabajo, lo que significa quitarle el sustento de sus familias, luego que la empresa mantuvo sus sueldos durante el tiempo que duró la contingencia epidemiológica por la Influenza Humana, 800 de ellos afiliados a la central obrera de la CROC y 400 de confianza, quienes junto a los turistas observaban como los inspectores le colocaban sellos de clausura a un costado de las 72 habitaciones, 8 villas consideradas suites de lujo, el restaurante, la tienda de souvenir, a las motos acuáticas, lanchas y el muelle de la Marina, faltándole únicamente las plantas.
Y es que hay que aclarar que dado a lo ostentoso de la movilización y la presencia de una treintena de elementos de la Secretaría de Marina, notificada la orden a las 11 de la mañana a directivos del complejo, los turistas le preguntaban a los trabajadores del hotel que estaba sucediendo, pensando que se trataba de algún tipo de advertencia de Protección Civil para extremar precauciones porque estaban en español, sin alarmarlos les señalaron lo que ocurría e indicarles que conforme venciera su reservación tendrían que desocupar las habitaciones, debiendo quedar vacío el domingo próximo.
El hotel y la marina quedaron completamente clausurados con los sellos minutos antes de las siete de la noche, por no contar con las autorizaciones ambientales, el director general de Impacto Ambiental y Zofemat, Raymundo Raziel Villegas, sus inspectores y los soldados de la Marina se retiraron del lugar, levantando las actas respectivas.
Posición oficial
Al respecto el director general de Impacto Ambiental a nivel nacional Raymundo Raziel Villegas Núñez advirtió que la clausura del Hotel y de la Marina consistía a que en los pasados días 9, 10 y 11 de este mes llevaron a cabo visitas de impacto ambiental y en materia de zona federal marítimo terrestre, no contando con la autorización de impacto ambiental y cuando la tramitaron les fue negada, porque entre muchas de las irregularidades se debió a la destrucción del manglar.
Por otro parte, Manuel Barrero Gutiérrez, asesor del grupo Maroma y ex director de Desarrollo Urbano de Solidaridad y Tulum, argumentó que la Profepa les notifico cerca de las 11 de la mañana la inminente clausura de las áreas del Hotel y la Marina, debido a que los tramites que iniciaron desde el año 2002 no eran los adecuados, el grupo Maroma buscara un amparo para poder continuar con sus labores, anexando que la auditoria ambiental terminara hasta el 30 de diciembre del presente año, y nuevamente por segunda vez son sancionadas en multas que anteriormente ya habían sido solucionadas. (Fuente: ´Con información de Por Esto! de Quintana Roo)
La primera incursión se derivó de dos denuncias por el desmonte de tres hectáreas de manglar, lo cual fue corroborado por la Dirección General de Impacto Ambiental y Zona Federal de la Profepa.
Los inspectores constataron la carencia de autorizaciones de impacto ambiental, zona federal y el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, no sólo para la construcción de las instalaciones, sino también para la apertura del camino de dos kilómetros para acceder al predio costero, ubicado a la altura del kilómetro 308 de la carretera federal, entre Puerto Morelos y Playa del Carmen.
Trabajadores del complejo turístico trataron de impedir la clausura, replegando con palos y martillos en mano a los 15 inspectores de la Procuraduría, quienes participaban en el operativo.
El hecho motivó a que el director general de Impacto y Zona Federal, Raziel Villegas, solicitase la intervención de la fuerza pública. Al sitio se presentaron elementos de la Secretaría de Marina, a fin de contener a los trabajadores y evitar mayores agresiones al personal de la dependencia.
“Todo esto que ves aquí (palafitos, restaurantes y muelles sobre la playa), tampoco cuentan con ningún tipo de autorización. En el hotel no hay nada autorizado. Con decirte que tienen un edificio inundándose porque está construido sobre el manto freático, así que para contener la inundación lo rellenaron con grava y eso contamina las aguas subterráneas”, detalló Raziel Villegas, sobre los motivos de la clausura.
El funcionario federal informó que se colocarían 150 sellos de clausura y 200 más para asegurar motos acuáticas y embarcaciones.
La revisión de la casa del doctor Simmi, ubicada al norte del complejo Maroma Paradise Beach Club, se dio también por denuncias populares, dijo el delegado de la Profepa en Quintana Roo, Luis Jorge Morales Arjona, quien aclaró que sólo se trató de una visita de inspección y que en días posteriores se decidiría la situación del inmueble.
Sobre el incidente en Maroma Paradise, Manuel Barrero Gutiérrez, representante legal de “Viajes Acuáticos Turquesa”, razón social del complejo turístico, indicó que la llegada de los inspectores coincidió con el cambio de turno de trabajadores sindicalizados, quienes al enterarse de que el centro de hospedaje sería cerrado, intentaron detener la medida para defender sus fuentes de empleo, ya afectadas por la reciente contingencia sanitaria.
Al respecto, Villegas Nuñez declaró que la gente que los atacó fue “acarreada”; narró cómo fueron rodeados por la turba y subrayó que entre el personal a su cargo había cinco mujeres, por lo que tuvo que recurrir a la fuerza pública.
En cuanto a la clausura aplicada, el representante legal del resort se dijo sorprendido, ya que mostró un documento con número de oficio PFPA/29.4/15.3/0228/200, con número de expediente PFPA(QROO/AA/19/002-05/3720, firmado por el delegado de la Profepa en la entidad, Jorge Luis Morales Arjona.
El documento -se lee- versa sobre una prórroga expedida por el funcionario, que les permitiría subsanar faltantes de procedimientos administrativos anteriores y, específicamente para poder terminar una auditoría ambiental, como parte de un proceso de certificación al que se adhirió la empresa.
La prórroga abarca hasta el 30 de diciembre del año en curso y en su anexo cuarto establece que, en tanto aplique, el personal de la dependencia puede ingresar al sitio sin que ello implique el levantamiento de actas administrativas o el inicio de procedimiento alguno.
“No queda claro, si el compromiso es dar acceso, porqué vienen a clausurar”, cuestionó Barrero Gutiérrez.
Sobre ello, Raziel Villegas explicó que la prórroga, en efecto se refiere a un convenio de concertación para poder efectuar las medidas del Plan de Acción, correspondiente al Programa Nacional de Certificación Ambiental, al que la empresa se inscribió el 25 de mayo del 2006.
Sin embargo, ello es totalmente aparte de la clausura, que derivó de un par de denuncias ciudadanas por la tala de manglar.
Luego de visitas de inspección, se constató -dijo- el desmonte de tres hectáreas de manglar, sin autorización de impacto ambiental, así como la operación de la marina, sin concesión de zona federal. Al menos, ningún documento fue exhibido.
El funcionario federal añadió que para abrir el camino de dos kilómetros que permite acceder al complejo hotelero de 42 habitaciones, se taló y rellenó el manglar, para luego echar pavimento; todo ello también sin autorización de impacto ambiental ni de cambio de uso de suelo en terrenos forestales.
Por tal situación, la clausura es total-temporal y el centro de hospedaje no puede operar. (Fuente: El Periódico)
Pobre Mexico y jodido pueblo mexicano que cree que en sus \”autoridades\”, la mayoria de la gente que escribe aqui estoy seguro que maneja la doble moral tan arraigada en esta tierra y manejan borrachos, dan mordidas, tienen varias \”esposas\”…eso si, pero seguro mañana van a misa de 12:00.
Pobre Mexico, gran pais, pero te dieron a los mexicanos y a su gobierno rata
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