PLAYA DEL CARMEN, MX.- El proyecto de construcción de la Casa de Atención al Migrante, también es víctima de la crisis económica pues, a pesar de representar una necesidad importante para apoyar la situación crítica por la que pasan los migrantes que se emplean de albañiles principalmente, se encuentra frenado por la falta de recursos económicos.


De acuerdo a fuentes de la fundación Caritas, el proyecto no ha podido avanzar porque se requieren donativos altruistas para poder desarrollarlo y es precisamente en este aspecto que la situación económica afecta, ya que las empresas y las personas que practican la filantropía, reducen sus gastos y empiezan por aquellos que no les representa una ganancia.
Son al menos 40 millones de pesos los que se requieren para desarrollar la obra de construcción, sobre una superficie de una hectárea que consta de oficinas para brindar asesoría jurídica, medica, de comunicación y convivencia; lockers y dormitorios, comedores, baños y regaderas, pues actualmente funciona de manera provisional en un local rentado que se ubica en la calle Primera Sur entre las avenidas 15 y 20, lote 1, manzana 7, en la zona centro.
De acuerdo a un estudio realizado, cerca de 17 mil personas provenientes principalmente de Chiapas y de Centroamérica, se emplean como albañiles en las obras de construcción de la Riviera Maya, sin que cuenten con servicios médicos, alimentos y un lugar para vivir, por lo que en su mayoría sufren de depresión o caen en las drogas.
José Rosas Gómez, responsable del estudio socioeconómico relacionado con los albañiles, comentó que la mayoría de estos, que son migrantes, padecen de anemia y enfermedades relacionadas con la alimentación, debido a que incluso, pasan días sin probar alimento y cuando comen, su ingesta en su mayoría es de productos chatarra que en nada contribuyen a las necesidades físicas de su cuerpo.
Alejandro de Hoyos, director de la Fundación Caritas, sostuvo que esta situación los orilla a vivir en condiciones precarias, dado que carecen de recursos económicos y tienen que conformarse a las circunstancias “la carencia de espacios de recreo y las condiciones de soledad ponen en condiciones negativas a estas personas, que se ven orillados a caer en el alcoholismo y a delinquir bajo los influjos de sustancias prohibidas”, sostuvo. (Fuente: El Quintanarroense)

Comentarios en Facebook