CHETUMAL, MX.- La guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, celebró que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, haya ganado el galardón en su edición 2009, y lo instó a hacer de éste “una plataforma de lucha a favor de los negros, los indígenas, los marginados, todos los excluidos y discriminados”.
La guatemalteca, quien se encuentra en la capital quintanarroense para encabezar el Encuentro Internacional de Jóvenes por la Paz que organizó la Universidad de Quintana Roo, manifestó su “felicidad y emoción” al enterarse que el premio le fue concedido a Obama, a quien comparó con luchadores sociales de la talla de Martin Luther King y su “queridísimo” Nelson Mandela.
“La humanidad amaneció con una grata noticia: el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a Barack Obama, quien no sólo es presidente de Estados Unidos, es una continuidad de Martin Luther King”, consideró.
“Martin Luther King marcó una pauta en la lucha contra la discriminación, racismos, libertades sociales y civiles. Ya hacía falta alguien que diera una continuidad a esa esperanza que dejó Martin Luther King”, añadió.
Menchú confió en que Obama “se sumará al esfuerzo” de todos los que han recibido el Premio Nobel de la Paz “para alentar a la juventud con nuevo rumbo hacia la paz, la diversidad y la convivencia pacífica”.
Consideró que “lo más sagrado que dejó don Alfredo Nobel es el Premio de la Paz, que ha durado más de 100 años, ha sido una tarima para que se hablara de una paz más integral”, y opinó que este reconocimiento se le otorgó a Obama “no por ser presidente de Estados Unidos, sino por su personalidad, carisma y pensamiento progresista”.
Dijo que el comité de premiación pensó en el presidente estadunidense “porque todos en el mundo queremos encontrar a alguien que represente un aliento en la búsqueda de la paz”
“Estoy segura que el presidente Obama se sumará al esfuerzo que hacemos todos los que hemos recibido el Nobel de la Paz para alentar a la juventud con nuevo rumbo hacia la paz, la diversidad y la convivencia pacífica”, comentó.
“El premio marcará tremenda diferencia en la vida de Obama, no sólo porque es presidente, sino porque como Nobel de la Paz debe jugar un papel vital para humanizar el mundo.
“Que haga del Premio Nobel una tarima de lucha, una vida entera por las luchas que espera la gente que haga, especialmente los negros, indígenas, marginados, excluidos, queremos encontrar a alguien que sea una aliento”, agregó.
Rigoberta Menchú inauguró esta mañana, junto con el gobernador Félix González Canto y el rector de la Universidad de Quintana Roo, José Luis Pech Várguez, el Encuentro Internacional de Jóvenes por la Paz, en el que participan 16 universidades mexicanas y 219 jóvenes representantes de 30 grupos étnicos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia y México.
El evento terminará mañana y tuvo como sedes el Centro Internacional de Negocios de Chetumal y el campamento Yax Há, en Calderitas. (Fuente: Proceso)