Decomisan 31 kilos de cocaína en Chetumal por casualidad

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CHETUMAL, MX.- Un car­ga­men­to de 31 ki­lo­gra­mos de co­caí­na fue ase­gu­ra­do ayer por per­so­nal de la Sub­de­le­ga­ción de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de la Re­pú­bli­ca y de la Po­li­cía de Quin­ta­na Roo, el cual se ha­lla­ba en el in­te­rior de una ca­mio­ne­ta es­ta­cio­na­da afue­ra de un do­mi­ci­lio par­ti­cu­lar de la co­lo­nia Fo­visss­te III Eta­pa de Che­tu­mal.

Golpe al narco/strong>

CHETUMAL, Q.Roo.- En un operativo realizado por elementos de la Policía Federal Ministerial así como de elementos militares de la 34 zona militar se logró el aseguramiento de 31 kilos de cocaína base, envueltos en “ladrillos” de un kilogramo cada uno que se encontraban dentro de un vehículo tipo Jeep que previamente dos jóvenes dejaron abandonado en el fraccionamiento Fovissste 3ra Etapa, municipio de Othón P. Blanco. Dichas autoridades detuvieron a tres personas donde trascendió que dos de estas eran mujeres.
Los hechos fueron reportados ayer a las 19:30 horas, donde elementos de la Policía Federal Ministerial fueron informados de la llegada de un posible cargamento de cocaína en la colonia antes mencionada, por lo que al trasladarse sobre la privada Rufo Figueroa notaron que dos jóvenes del sexo masculino y femenino se bajaron de una camioneta tipo Jeep, color blanco Patriot y se metieron a un domicilio marcado con el número 45.
Lo cual causó interés entre los elementos policíacos por lo que procedieron a revisar la unidad marca Jeep tipo Patriot blanca con placas UVY-7276, la cual estaba abandonada a medio carril y con las puertas abiertas.
Sin embargo al momento de detectar estas irregularidades, los elementos federales solicitaron el apoyo de las autoridades de la Policía Estatal para que procediera a la movilización de la unidad y verificar la identidad de los jóvenes antes mencionados, al no contar con una orden de cateo para ingresar al domicilio señalado.
Posteriormente llegó la grúa de Seguridad Pública y se llevaron la unidad al corralón, y ahí en la presencia de los agentes federales abrieron la camioneta y se encontraron una maleta negra en cuyo interior estaban aproximadamente 30 ladrillos de cocaína envueltos con cinta industrial.
Por esto ultimo se solicitó el apoyo de los elementos militares para custodiar el traslado de la unidad hasta las instalaciones de la Subprocuraduría General de la Republica en esta ciudad, donde al verificar el padrón vehicular, según las placas, el registro arrojó que se encuentran a nombre de Janet Acosta Guesca, cuyo domicilio queda ubicado sobre la misma Privada Rufo Figueroa, marcado con el número 45.
Fue entonces que de inmediato se solicitó una orden de cateo para poder entrar a dicho domicilio de donde salieron dos jóvenes mayores de edad; que ahora se sabe responden a los nombres de Jovana y Tania, de 18 y 21 años de edad, las cuales tuvieron que ser detenidas y llevadas a la mesa uno en el Ministerio Público de la federación.
Una de estas jóvenes tenía a su hermana dentro, la cual se sabe responde al nombre de “Karla” de 6 años de edad, misma que tuvo que ser rescatada por una trabajadora social del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), y posteriormente fue llevada a la Casa Filtro donde permanecerá hasta que sus familiares la reclamen.
De manera extra oficial se sabe que Carla es hija de la propietaria del Jeep Patriot, (Janet Acosta Guesca); esta misma menor cuenta con un padre que es doctor del ISSSTE y responde al nombre de “Mario”, mismo al que supuestamente se le entregaría.
Cabe mencionar que una de las líneas de investigación señala que Janet Acosta Guesca está vinculada con Francisco Javier Cortés Fierro, ex líder de los internos del Centro de Readaptación Social de Chetumal que fue liberado en el mes de febrero del año 2007, después de purgar una condena de 13 años por el delito de tráfico de drogas.
Asimismo trascendió que los elementos militares detuvieron a un sujeto del cual aun no se han proporcionado más informes.
Hasta el momento las instalaciones de la PGR se encuentran resguardadas por los elementos militares en donde se mandaron pedir químicos de la Secretaría de Seguridad Pública para agilizar el análisis de los ladrillos en donde se mencionó por algunos elementos de la misma instancia que el monto de lo asegurado en el mercado negro es de alrededor de dos millones 700 mil pesos, tomando en cuenta que cada ladrillo de cocaína tiene un costo de poco más de 90 mil pesos. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

La ver­sión ofi­cial es­ta­ble­ce que tres ele­men­tos de la Agen­cia Fe­de­ral de In­ves­ti­ga­cio­nes con­ta­ban con una or­den de pre­sen­ta­ción gi­ra­da con­tra una per­so­na, ve­ci­na de es­ta co­lo­nia ca­pi­ta­li­na, y acu­die­ron a cum­plir­la, ata­via­dos con los cha­le­cos ca­rac­te­rís­ti­cos, con las si­glas de la cor­po­ra­ción bor­da­das en la es­pal­da.
Ape­nas vie­ron lle­gar a los fe­de­ra­les, dos jó­ve­nes que se en­con­tra­ban en el in­te­rior de una ca­mio­ne­ta Dod­ge, ti­po Ni­tro, co­lor blan­co, con pla­cas UVY 72-76 de Quin­ta­na Roo, rá­pi­da­men­te ba­ja­ron del ve­hí­cu­lo -que se ha­lla­ba mal es­ta­cio­na­do- pa­ra res­guar­dar­se en el in­te­rior de la vi­vien­da ubi­ca­da en la Pri­va­da Ru­fo Fi­gue­roa nú­me­ro 45.
Los agen­tes si­guie­ron a los sos­pe­cho­sos pa­ra ave­ri­guar los mo­ti­vos de se­me­jan­te reac­ción, pe­ro al lla­mar a la vi­vien­da sa­lie­ron las her­ma­nas Car­la y Joa­na, de seis y 18 años de edad, acom­pa­ña­das por Ta­nia, de 21 años, quie­nes pro­te­gie­ron a los jó­ve­nes, ase­gu­ran­do que nin­gu­na per­so­na ha­bía in­gre­sa­do a la ca­sa.
Al no con­tar con una or­den de ca­teo, de­ci­die­ron so­li­ci­tar apo­yo a la Po­li­cía Es­ta­tal Pre­ven­ti­va pa­ra que la ca­mio­ne­ta fue­ra tras­la­da­da al co­rra­lón, de­bi­do a que es­ta­ba mal es­ta­cio­na­da y ha­bía si­do aban­do­na­da por sus tri­pu­lan­tes, sin se­gu­ros y con las ven­ta­ni­llas abier­tas.
Mi­nu­tos des­pués de va­rios mi­nu­tos, cuan­do los ofi­cia­les re­to­ma­ban la ta­rea que los ha­bía lle­va­do a la co­lo­nia Fo­visss­te III Eta­pa, re­ci­bie­ron un re­por­te en el que les in­for­ma­ban que tra­ba­ja­do­res del co­rra­lón re­vi­sa­ron la ca­mio­ne­ta re­cién re­mi­ti­da pa­ra ha­cer el in­ven­ta­rio co­rres­pon­dien­te, y en­con­tra­ron en el in­te­rior una ma­le­ta en la que ha­bía 30 pa­que­tes de co­caí­na.
Los in­ves­ti­ga­do­res, aler­ta­dos por el ha­llaz­go, or­ga­ni­za­ron un ope­ra­ti­vo con el apo­yo de los po­li­cías es­ta­ta­les, y de­tu­vie­ron a las mu­cha­chas y las tras­la­da­ron a la Sub­de­le­ga­ción de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de la Re­pú­bli­ca en ca­li­dad de pre­sen­ta­das, aun­que de­ja­ron en el si­tio a la ni­ña de seis años, de­bi­do a que su pa­dre acu­dió al lu­gar y di­jo que con­se­gui­ría ayu­da del Sis­te­ma pa­ra el De­sa­rro­llo In­te­gral de la Fa­mi­lia pa­ra que una tra­ba­ja­do­ra so­cial la to­ma­ra en cus­to­dia.
Den­tro de las pri­me­ras in­ves­ti­ga­cio­nes se su­po que la ca­mio­ne­ta es­tá re­gis­tra­da a nom­bre de Ja­net Acos­ta Hues­ca, con el do­mi­ci­lio an­tes men­cio­na­do, por lo que se pien­sa que los pro­pie­ta­rios de la dro­ga es­tán re­la­cio­na­dos con es­ta mu­jer, la cual, se­gún las in­da­ga­cio­nes, es pa­re­ja sen­ti­men­tal de Fran­cis­co Ja­vier Cor­tés Fie­rro, alias “El Fie­rro”, ex lí­der de los in­ter­nos del Cen­tro de Rea­dap­ta­ción So­cial de Che­tu­mal, li­bre des­de ha­ce dos años apro­xi­ma­da­men­te.
La Procuraduría General de la República confirmó que el peso total de la droga decomisada ascendió a 31 kilos 762 gramos.
Ele­men­tos de la 34ª Zo­na Mi­li­tar apo­ya­ron a la Sub­de­le­ga­ción de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de la Re­pú­bli­ca pa­ra au­men­tar la vi­gi­lan­cia del lu­gar e ins­ta­la­ron seis ca­mio­ne­tas ti­po Hum­mer en los al­re­de­do­res de la de­pen­den­cia, ade­más de que des­ple­ga­ron a más de 25 efec­ti­vos fuer­te­men­te ar­ma­dos por los al­re­de­do­res del frac­cio­na­mien­to.
El pre­dio de la pri­va­da Ru­fo Fi­gue­roa, don­de se ocul­ta­ron los jó­ve­nes, tam­bién se man­tie­ne ba­jo vi­gi­lan­cia de la Po­li­cía Es­ta­tal y de agen­tes fe­de­ra­les, quie­nes es­pe­ran a que un juez de Con­trol li­bre una or­den de ca­teo pa­ra re­vi­sar el si­tio, don­de se cree que pu­die­ra ha­ber más dro­ga.
Asi­mis­mo, se es­pe­ra que Ja­net Acos­ta sea pre­sen­ta­da al re­pre­sen­tan­te so­cial pa­ra que rin­da su de­cla­ra­ción mi­nis­te­rial pa­ra que iden­ti­fi­que a las per­so­nas que te­nían su ca­mio­ne­ta y ex­pli­que la ma­ne­ra en que la dro­ga lle­gó has­ta es­ta uni­dad.
Mien­tras tan­to, el al­ca­loi­de es­tá sien­do exa­mi­na­do por un quí­mi­co es­pe­cia­lis­ta, quien de­ter­mi­na­rá el gra­do de pu­re­za de la dro­ga, la cual se en­con­tra­ba en pa­que­tes re­cién ar­ma­dos, los cua­les no te­nían nin­gún ti­po de fi­gu­ra, co­mo las que sue­len plas­mar los nar­co­tra­fi­can­tes co­lom­bia­nos.
Exis­te la sos­pe­cha de que es­ta dro­ga pu­die­ra ha­ber si­do cam­bia­da de pa­que­tes, re­ba­ja­da y en­vuel­ta nue­va­men­te o que pro­vie­ne del ve­ci­no país de Be­li­ce, pe­ro es­ta in­for­ma­ción se­rá con­fir­ma­da o de­se­cha­da por me­dio de una in­ves­ti­ga­ción fe­de­ral en las pró­xi­mas ho­ras. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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