Exhiben “vicios” y “trampas” del proyecto Ecopark Cancún

CANCÚN, MX.- Viciada desde su origen, la donación de 107 hectáreas por parte de Fonatur al Municipio para la construcción de un parque ecológico urbano y un zoológico para beneficio de los cancunenses, se ha convertido en un “filón de oro” manoseado por intereses particulares que han dado lugar al llamado Patronato Ecopark Cancún, con el firme interés de construir en el lugar un centro ecológico turístico y comercial a pesar de ser una superficie de alta fragilidad, ubicada en las márgenes del sistema lagunar y de los manglares Nichupté.

Una investigación de este rotativo deja el descubierto las artimañas con que se está operando la entrega de este predio donado por Fonatur a particulares a través de este Patronato y de un Fideicomiso, aun cuando conforme al Programa de Ordenamiento Ecológico Local dicha superficie se localiza sobre la UGA-10, que aplica sobre una política de protección y usos incompatibles para el desarrollo urbano, suburbano turístico, comercial y equipamiento.
Bajo estas circunstancias se presiona a regidores del Cabildo de Benito Juárez para que “a ciegas” y en una sesión fast track en “días de muertos”, aprueben la sesión en comodato del citado predio que, una vez autorizado, dejaría en manos del Comité Técnico del Patronato la operatividad y el manejo del proyecto a desarrollar por parte del Patronato Ecopark Cancún.
La única oposición o preocupación mostrada hasta ahora por los regidores ha sido la gratuidad de acceso a este parque para los cancunenses, ya que los empresarios que conforman el Patronato hablan de cuotas de recuperación para mantenimiento y cobro a turistas, a pesar de que serán los primeros beneficiados para abrir restaurantes y atractivos en el lugar.

DONACIÓN DE FONATUR
El 26 de septiembre de 2006, el Comité Técnico de Fonatur autorizó la donación del predio de 107 hectáreas a favor del municipio de Benito Juárez para desarrollar un parque ecológico urbano colindante con Malecón Cancún.
Un año después, luego de algunas inquietudes empresariales interesadas en dicho terreno, el 27 de septiembre de 2007, el titular de Fonatur, Miguel Gómez Mont Ureta, hizo en público la donación oficial de la citada superficie al alcalde Francisco Alor Quesada.
En la escritura quedó claro y establecido que la donación gratuita era porque el municipio “requiere un parque ecológico público que permita a los habitantes de la ciudad de Cancún realizar actividades familiares, culturales, deportivas y sociales”.
Otro argumento para la donación fue la necesidad de revitalizar el destino y promover su mejor desarrollo turístico; sin embargo, se aclara en el documento, que el “inmueble” tiene especificado el uso de suelo de “conservación ecológica”.
El punto más importante de está donación se observa en la cláusula número cuatro, en el cual se establece que las partes -el Municipio y Fonatur- acuerdan estar conformes en que deberá conformarse un patronato o modelo similar que permita revisar, aprobar proyectos, dar mantenimiento y operar el parque y sus diversas instalaciones.
Con ello los regidores del presente Cabildo y los ayuntamientos venideros quedarían fuera de cualquier operación de este parque que finalmente sería manejado por el Patronato Ecopark Cancún, en la que regidores serán simples espectadores.
LOS PATRONES
Con fecha 11 de agosto de 2009, hace 45 días, un grupo de 44 empresarios constituyeron ante el notario número 13 de la ciudad de Playa del Carmen, el Patronato Ecopark Cancún.
Según la escritura pública 3668, esta Asociación Civil nació con el objeto de llevar a cabo todas las acciones, gestiones, actividades y trabajos para desarrollar un proyecto arquitectónico, la construcción y administración de un parque ecológico urbano en el municipio.
Sin que el Cabildo de Benito Juárez le haya autorizado, este grupo de empresarios se organizó para apoderarse del predio donado por Fonatur que colinda con Malecón Cancún y ser los beneficiarios directos de lo que se haga y construya sobre el millón 076 mil 661 metros cuadros que abarcan las 107 hectáreas en cuestión.
Según el acta constitutiva del Patronato Ecopark Cancún, esta asociación puede llevar a cabo todos los estudios necesarios como levantamiento topográfico, trazo de caracterización ambiental, vocación de uso de suelo anteproyecto arquitectónico y proyecto arquitectónico para construir el citado parque.
Asimismo, promover y solicitar ante las autoridades correspondientes los permisos para llevar a cabo el desarrollo y la construcción del citado parque.
Asimismo, se autoproponen para realizar toda clase de actividades artísticas, culturales y deportivas para la obtención de fondos económicos para el cumplimiento de su objeto.
El proyecto empresarial es más que ambicioso: no sólo considera construir este parque sino que el acta constitutiva revela su intención de ser intermediarios entre el público en general y los prestadores de servicios turísticos para reservaciones de habitaciones turísticas y demás servicios conexos en establecimientos de hospedaje, campamentos y paradores de casas rodantes, así como la reservación y adquisición de boletos para espectáculos públicos y sitios de atracción turística, promover viajes de excursiones dentro del territorio nacional y extranjero, siempre y cuando afirman no tengan carácter lucrativo o de especulación comercial.
La duración de esta asociación quedó establecida por tiempo indefinido y cada asociado aporta la cantidad de 15 mil dólares
EL FIDEICOMISO
En la misma Notaría 13 de Playa del Carmen está listo el borrador del Fideicomiso de “Traslado de Dominio”, que habrá de firmarse en los próximos días, una vez que el Cabildo de Benito Juárez autorice el comodato o la enajenación del citado predio frente a la laguna Nichupté, en la que el alcalde Gregorio Sánchez figura como fideicomitente A, mientras que el empresario Carlos Constandse aparecerá como el Fideicomitente B y Nacional Financiera como el Fiduciario del Fideicomiso Fonatur o fideicomisario B, además del Banco Mercantil del Norte del Grupo Financiero Banorte, que aparecerá como la Fiduciaria.
De acuerdo con las cláusulas que se establecerán, los fideicominentes, o sea el Municipio y el Patronato, constituirán un contrato de “Fideicomiso Irrevocable Traslativo de Dominio”; es decir, entregarán la propiedad, el predio de 107 hectáreas y el proyecto ejecutivo de la obra, a Banorte para los fines ya señalados para la construcción y operatividad del mencionado parque.
INVIABLE CONSTRUIR: ECOLOGÍA
Un documento en poder de este matutito revela que sobre la superficie de 107 hectáreas no es viable construir o desarrollar un parque ecoturístico como buscan los empresarios.
La secretaría del Ayuntamiento y la de Desarrollo Urbano, solicitaron a la Dirección de Ecología Municipal, un dictamen técnico sobre el predio en mención a fin de conocer su estatus ambiental.
En respuesta, Ecología dictaminó que se trata de una superficie de alta fragilidad ambiental, ya que está compuesta por humedales de manglar, pastizales y primeras fases de formación de retenes.
El predio ubicado en los márgenes del sistema lagunar y manglares Nichupté, comprende manglares chaparros de rhizophora mangle, entremezclados con extensas zonas de pastos cladium jamaicense, gramínea ampliamente en la zona de humedales del municipio.
El predio se comunica con el mar en su porción sur a través de la laguna Nichupté, colinda el área natural protegida de la laguna, y las especies vegetales en el lugar están protegidas por la NOM-059-Semarnat-2001.
Bajo estas condiciones, Ecología dictaminó que el área de 107 hectáreas se localiza en la UGA-10, política de protección y usos incompatibles para el desarrollo urbano, suburbano turístico, comercial, equipamiento y minero.
De hecho se encontró que el 25 por ciento de la vegetación está afectada, e incluso hay rellenos de humedales con escombros generados por la infraestructura urbana.

LA TRIANGULACIÓN
En resumen, se trata de una triangulación de Fonatur vía Ayuntamiento para detonar en una zona de alta fragilidad y atractivo turístico, un proyecto impulsado por particulares, con candados que obligan al Municipio a no cambiar el uso de suelo del inmueble, ya que de hacerlo la donación se rescindirá y a cederlo a un Patronato para que lo opere y administre por tiempo indefinido.
Otra cláusula de la donación, es que el Municipio se compromete a planear el desarrollo de parque conjuntamente con Fonatur y a realizar obras al parque ecológico urbano de acuerdo a su capacidad financiera. (Fuente: diario Quequi)