CANCÚN, MX.- Las constantes y copiosas lluvias ha impedido que los trabajos en la playas continúen, y que sus visitantes y habitantes permanezcan alertas por la posible entrada del fenómeno meteorológico Ida, el cual podría convertirse en huracán, con categoría uno, señalaron autoridades.


Una vez que concluyan los efectos del fenómeno meteorológico Ida, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), realizará un operativo de inspección de los trabajos de Restauración Ambiental de Playas en Cancún, para verificar el cumplimiento de términos y condicionantes establecidos en la autorización de impacto ambiental, emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, Ramiro Rubio, dijo a El Periódico, que las obras, que iniciaron formalmente con la extracción y depósito de arena el sábado pasado, en las playas de Cancún, no han sido inspeccionadas aún.
“Estábamos esperando el inicio y ahora que ya está en marcha, pues vamos a hacer una visita de inspección, apenas termine esta contingencia meteorológica, para verificar que se están cumpliendo todas y cada uno de los términos y condicionantes establecidos en el resolutivo de impacto ambiental”, expresó.
El funcionario federal manifestó que, aparentemente, no se ha tenido noticia de “nada fuera de lo normal”, pero el deber de la dependencia es constatarlo mediante visitas de campo, para garantizar que las obras no dañen o pongan en riesgo ningún ecosistema costero.
La visita podría concretarse en dos semanas y consistirá en una “revisión detallada”, reiteró, al tiempo en que respondió que de encontrarse algún tipo de violación a la autorización de impacto ambiental, se evaluaría la falta para proceder en consecuencia.
En ese tenor, explicó que si sólo se trata de una falta administrativa, que no comprometa la salud de los recursos naturales, ameritaría el inicio de un procedimiento y la aplicación de una fianza; si es algo más grave, que represente un daño ambiental, ameritaría la clausura de las obras, como medida emergente.
Resolutivo
El resolutivo con número S.G.P.A/DGIRA/DG/3758/09, emitido el 10 de julio por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), a favor del Banco de México, como fiduciario del Fideicomiso para la Restauración Recuperación Sostenimiento y Mantenimiento de Playas de Quintana Roo, establece siete condicionantes generales, y en cada una de éstas, otras de índole más específico o particular.
Entre ellas se encuentra la presentación de al menos tres bancos de arena alternos para posteriores extracciones; se debe marcar su ubicación georreferenciada, el contenido volumétrico de arena en cada uno; la caracterización ambiental y su área de influencia; los criterios ambientales que dieron pie a su selección y los resultados de granulometría de su arena.
Presentar un programa de repoblamiento del caracol rosado, en seis meses, partiendo de la fecha en que se emitió la autorización de impacto ambiental. Ese reporte trae una decena de especificaciones, por ejemplo.
También, la entrega de un programa de vigilancia ambiental, cuyo objetivo es monitorear los efectos que el proyecto tendrá sobre las condiciones ambientales del área marina y costera en que se desarrolla.
Además posee una decena de especificaciones, entre ellas, un subprograma de extracción y vertido de arena, así como de rescate de fauna marina.
Una más, establece que el Fideicomiso debe designar al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), como acreditado ambiental del proyecto, durante 10 años, para rendir un informe anualizado de las actividades ante un comité técnico presidido por la DGIRA.
Ese comité debió haberse constituido ya, según el resolutivo de impacto ambiental, consultado por El Periódico. (Fuente: El Periódico)

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