CANUN, MX.- Los intentos que hace aproximadamente una década tuvo la administración municipal de Benito Juárez, para que el destino turístico más importante del país contara con digno teatro de la ciudad, lo que vendría a dar vida real a la actividad cultural de esta ciudad, con el paso de los años, tal posibilidad es aún muy lejana, dada la preponderancia de las gestiones gubernamentales locales, por otro tipo de obras, lo que se traduce, en el total abandono e indiferencia del edificio que hace casi tres trienios, se pretendido convertir en el Teatro de la Ciudad, cuyos muros se encuentran tapizados de proyectos pero carentes de realidades.
La historia reciente del mencionado edificio, localizado sobre la avenida Tulum, en la céntrica Supermanzana 20, comenzó a escribirse el día 6 de marzo del año 2000, cuando la entonces presidenta municipal de Benito Juárez, Magaly Achach, adquirió en 12 millones de pesos, el edificio donde por varios años, se albergó el cine Royal, hasta entonces propiedad del Grupo Hotel Royal, pues ahí se construiría el Teatro de la Ciudad, una de las obras más importantes de su gestión.
El referido predio, contaba para aquel entonces, con 50 metros cuadrados de superficie, además de una construcción de mil 456 metros cuadrados, objeto de algunas modificaciones para convertirlo en el teatro, que al día de hoy permanece en ruinas.
En aquel entonces, empresarios locales y funcionarios municipales crearon un fideicomiso encargado e vigilar la construcción del recinto cultural, que cabe destacar, fue inaugurado por la entonces alcaldesa, Achach Ayuso, pero jamás hasta ahora, ah sido utilizado como tal.
El gran centro cultural tendría más de 800 butacas y serviría para la expresión de diferentes disciplinas artísticas como teatro, danza, pintura y escultura. Ante el poco claro manejo de los recursos por parte del fideicomiso, durante la polémica gestión municipal de Juan Ignacio “Chacho” García Zalvidea (2002-2005), éste decidido disolver dicho patronato, debido a presuntas irregularidades y a la “desaparición” de fondos destinados a la construcción de dicho inmueble, cuya inversión previstas fue de 15 millones de pesos.
REFUGIO DE MALANDROS
Con ello, la construcción del Teatro de la Ciudad, se convertiría en “letra muerta”, dando origen al nacimiento de un auténtico “elefante blanco”, que tanto la administración chachista como la posterior encabezada por Francisco Alor Quezada, permitieron que el edificio fuera presa del total abandono, sirviendo únicamente como refugio de viciosos, e indigentes.
A decir del ex munícipe Alor Quezada, durante su gestión (2005-2008), no se contó con los recursos suficientes para habilitar el edificio, pese a que ante el Concejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), se planteó la posibilidad de hacer del sitio en ruinas, una biblioteca virtual, en la que los estudiantes y la comunidad en general, pudieran hacer uso de la tecnología además de tener acceso a diversos talleres artísticos y didácticos.
Francisco Alor, dijo que se decidido tal propuesta, al legarse a la conclusión que el aforo de menos de mil personas, sería ínfimo considerando las necesidades de una ciudad como Cancún, con alrededor de un millón de habitantes, sumado a su poca funcionalidad, derivada de que el espacio destinado para su estacionamiento, se ubicaba enfrente del inmueble, lo que conllevaba un factor de riesgo para quienes debían atravesar una transitada avenida, ya sea para llegar o para salir del teatro.
Precisamente, durante la segunda mitad de la administración de Alor, corrieron insistentes rumores de que el referido edificio, sería vendido para la construcción de locales comerciales o torres condominales, lo que derivó en que al suscitarse un incendio, a principios de mayo de 2007, se culpara a las autoridades municipales de haberlo provocado intencionalmente, para negociarlo, lo que en su momento fue desmentido.
ESPACIO, EN AGONIA
Pasado el tiempo y ya esstando al frente de la Comuna local, el actual Edil, Gregorio Sánchez Martínez, éste dio a conocer que para el inmueble de la avenida Tulum, se tenía ya un proyecto paras transformarlo en el Centro para la Cultura y las Artes de Cancún, lo que implicaría una inversión de más de 10 millones de pesos, cuya mayor parte se otorgarían a través de Conaculta.
En aquellos días, para mayo de 2009, el munícipe detalló que en el lugar, se fincarían recintos en los que los cancunenses podrían tener acceso a talleres infantiles y juveniles de danza, teatro, música y artes plásticas, además de contar con un pequeño teatro, para la difusión de éstas y otras tantas expresiones culturales, que tanta falta hace difundir entre la comunidad de Cancún.
La propuesta, generó cierta polémica entre algunos sectores sociales, debido a que meses antes, fue autorizada la instalación del centro de apuestas Casino Palace, cuyo giro, es totalmente opuesto al del teatro, que se ubicaría a un costado.
Finalmente, dada la carencia de recursos por parte de la institución nacional de apoyo a la cultura y las artes, derivado de la crisis económica que aún se padece, los recursos para habilitar el ruinoso inmueble, no fueron canalizados, por lo que el espacio, permanece en agonía, en medio de un futuro poco claro, en el que la difusión artística y cultural, sigue siendo soslayada por acciones que políticamente son mucho más redituables. (Fuente: Diario de Quintana Roo)