CANCÚN, MX.- La reunión pública de información sobre el proyecto para construir un nuevo Palacio Municipal y la Plaza Bicentenario en el “Ombligo Verde”, se efectuará hoy en la Universidad del Caribe a partir de las 10 la mañana y cerrará hasta las 18:00 horas.
CANCÚN, MX.- El diagnóstico ambiental y normativo sobre el “Ombligo Verde”, elaborado por cuatro biólogos distintos, concluyó la inviabilidad ambiental y la incompatibilidad legal del proyecto que el ayuntamiento de Benito Juárez persiste en construir en el sitio, consistente en un nuevo palacio municipal y la Plaza Bicentenario, obra para la cual hoy se efectuará una reunión pública de información.
El estudio estuvo a cargo de los biólogos colegiados, Jesús Palma Gutiérrez, ex presidente de dicho Colegio; Guillermo Vueltiflor Burgos, de la asociación civil “Biosilva”; Roberto de la Torre Alegría, ex director de Ecología del municipio, y Martha Abundes Velasco, ex subdirectora de esa misma dependencia.
El cuarteto coincide en que los impactos que generará el proyecto en el medio físico y biológico “cambiarán totalmente el entorno ambiental” y la vegetación de selva baja y mediana nativa “cederá su lugar a un paisaje totalmente artificial”.
En materia forestal, exponen que el sitio, antes de ser parcialmente arrasado por la maquinaria de la empresa INDI, contratada por el ayuntamiento de Benito Juárez, albergaba especies de flora y fauna decretadas como protegidas o amenazadas, por la Norma Oficial Mexicana 059, por lo tanto, se requería desde un inicio contar con la autorización de impacto ambiental federal y no de la estatal, como lo tramitó la comuna.
Al momento del análisis hecho por estos biólogos, había en el sitio individuos de palma chit y palma nacax, con categoría de amenazada; de guayacán, con categoría de protección especial; de iguana rayada, con categoría de amenazada; de boa, con categoría de amenazada; de loro yucateco, con categoría de protección especial y de culebra verde, con categoría de amenazada, por ejemplo.
Además, sus observaciones realizadas en el predio indican una composición florística preliminar de 68 especies pertenecientes a 30 familias; también dicen haber realizado recorridos, a través de las brechas del área, revisando restos vegetales, rocas, cuevas, troncos, en donde hallaron indicios sobre la presencia de reptiles, mamíferos y aves de gran valor.
“Podemos concluir que la diversidad de fauna silvestre es alta, considerando que el ‘ombligo verde’ se encuentra rodeado por un ambiente urbano. En total se registraron 33 especies de fauna silvestre, siendo más abundantes las aves con 22 especies, seguido por los reptiles con 7 especies y finalmente con los mamíferos con 4 especies”, subrayan.
Sin embargo, remarcan que esos resultados son preliminares, pues sólo corresponde a una estación del año y la presencia de algunas de las especies migratorias depende de la época, sobre todo en el caso de las aves.
Se explica que el “ombligo verde” es un refugio, sitio de alimentación y reproducción importante para la fauna silvestre y nativa, en plena zona urbana, lo que le da un cariz diferente y de mayor valía, tal y como sucede con el parque Kabah, que alberga también especies características de las selvas de Quintana Roo, y que representan el valioso patrimonio ambiental del municipio.
“Su estructura, composición, espectro de formas de vida y preferencia de hábitat de las especies, le confiere al predio un gran valor de conservación urbana; toda vez que en conjunto con el parque Kabah, no existe ningún otro sitio en la zona urbana de Cancún que cuente con esas condiciones excepcionales para generar un espacio natural para beneficio de la sociedad”, se lee en el documento.
Advierten que el proyecto agrava la carencia de áreas verdes, pues reducirá la vegetación natural-nativa, a un 27 por ciento, del 85 que existía hasta antes de la devastación hecha desde finales del año pasado.
“Si se llegara a desarrollar el proyecto de Plaza Bicentenario, esta superficie de áreas con vegetación se reduciría a un 27 por ciento solamente. Además de que se va a perder al 100 por ciento la condición de ecosistema del sitio, pues la selva será sustituida por vegetación de áreas jardinadas”, se alerta.
Acerca de las dudas planteadas sobre el tipo de vegetación ahí presente, los cuatro biólogos aseguran que corresponde a selva mediana que, si bien ha sido afectada por actividades humanas y fenómenos naturales meteorológicos de gran magnitud e intensidad, se encuentra en estado de regeneración.
En términos jurídicos, se menciona que el proyecto no permitía contar con una Factibilidad Ecológica conforme a lo que indica el Programa Director de Desarrollo Urbano, debido a que los predios tenían un uso de suelo original de parque.
Si bien el cabildo aprobó modificar los usos de suelo para cambiarlos de Parque Urbano a Edificio de Gobierno y Templo, el procedimiento establecido por la ley estatal de Asentamientos Humanos fue violentado por la comuna, ya que para hacer tal modificación, se debió contar con el aval del Comité de Desarrollo Urbano y Vivienda, además de someterlo a previa consulta pública. (Fuente: El Periódico)
El acceso será libre al público, independientemente de las siete personas que se registraron ante la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Quintana Roo, para exponer sus argumentos con respecto al proyecto, cuyo nombre fue maquillado por el de “Quinta La Costa”, para evadir la participación ciudadana, dijo ayer Tulio Arroyo, presidente de la asociación “Defensores del Ombligo Verde”.
Si bien el ayuntamiento de Benito Juárez, que impulsa el proyecto, ofreció, a través del alcalde, Gregorio Sánchez, desistirse temporalmente de la edificación del Palacio Municipal, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) evaluada actualmente por la Semarnat, contempla tanto el edificio gubernamental, como la Plaza Bicentenario.
El procedimiento marcado por la ley, establece que lo que debería presentarse hoy, por la empresa Indi -a cargo de la obra- y por la consultora Sylvática -responsable de la MIA- son los detalles del proyecto, las dimensiones de los desmontes de vegetación, sus impactos en el medio natural -la flora, la fauna, el suelo- y las medidas de mitigación para reducirlos.
Sin embargo, la obra inició sin contar con la autorización de impacto ambiental emitida por la Semarnat, que sólo extendió el cambio de uso de suelo en terrenos forestales y los trabajos arrancaron ya, arrasando con la vegetación del lugar, sin realizar rescate de vegetación y fauna silvestre, manifestó Arroyo Marroquín.
El activista dijo que si bien el resultado de la reunión pública no es vinculante, es decir, no obliga a la dependencia a resolver conforme a lo expuesto, sí debe ser respetado y considerado con seriedad, como parte del proceso de evaluación que realiza la Secretaría.
“La reunión pública tiene un peso jurídico importante, porque en eso se tiene que basar la Semarnat para emitir un juicio y ese es un caso en el cual las irregularices son palpables, el engaño está a la vista, se ha rehusado por todos los medios el gobierno encabezado por Gregorio Sánchez a encabezar a la ciudadanía”, expresó.
Hasta las 17 horas de ayer, la delegación de la Semarnat reportó la inscripción de siete ponentes, quienes mañana deben presentar una copia por escrito sobre sus observaciones al proyecto.
El proceso será conducido por la delegación, con la presencia de funcionarios de la Unidad de Vinculación y Transparencia de las oficinas centrales; aunque la reunión finaliza hoy mismo, la consulta pública se mantiene abierta y, con ello, la oportunidad de que quienes no hayan ingresado aún sus observaciones, lo hagan hasta los próximos 10 días.
“La consulta pública es obligada de ley por la Semarnat, fue aceptada un día después que parcialmente clausuró la Profepa la obra en el Ombligo Verde, que es una cuestión un tanto irregular que presenten la MIA después de que cometieron tremendo ecocidio.
“Pero en fin, se escucharán sus razones del cuerpo de prueba, de comentarios y opiniones que utilizará la Semarnat para aprobar o desaprobar el proyecto Quinta la Costa, que en realidad es la Plaza Bicentenario y el Palacio municipal, nada más que le cambiaron el nombre para confundir a la ciudadanía y evitar que pidiéramos la consulta, así que no se dejen engañar”, sostuvo. (Fuente: El Periódico)