Otra tragedia familiar en el sur: mata hombre a tres y se suicida

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CHETUMAL, MX.- Un desquiciado sujeto acabó con la vida de toda una familia, entre ellos un menor de edad, y posteriormente se quitó la vida al dispararse con una escopeta calibre .16 en la boca, con lo que el número de muertos fue de cuatro personas; dos más lograron salvar la vida, ya que al escuchar las detonaciones se escondieron entre la maleza, según habitantes del poblado San Román, municipio de Othón P. Blanco.

Un niño, entre los sacrificados

CHETUMAL, MX.- Tres integrantes de una familia entre ellos un pequeño de tres años de edad fueron asesinados por un desquiciado sujeto al que su novia lo había abandonado, el comisionado de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Gumersindo Jiménez Cuervo, informó que el hecho se registró en la comunidad de San Román, al Sur de Quintana Roo.
“Este sujeto va con el que fue su suegro y le pide comprar una escopeta calibre 16, la cual se la dan con cinco cartuchos para que la pruebe, pero minutos después ultima al que fuera su suegro de nombre José María Liborio Sansores Bacab de 58 años, Gabriela Sansores Canche de 22 años y un menor de edad de tres años”
El comisionado, agregó que el asesino es Derviz Pérez Méndez de 38 años, quien después de matar a las tres primeras personas, persiguió e intentó asesinar a otros tres miembros de la familia, aunque al notar que casi se le acababan los cartuchos los dejó escapar, y minutos más tarde se suicidó pegándose un tiro en la cabeza.
“Fueron impresionantes las escenas que llegamos a ver este criminal después de haber asesinado a tres personas, disparó a tres miembros de la familia a quienes no logró herir, aunque sí presentan lesiones producto de las caídas que sufrieron durante su huida, por lo que se pegó un balazo en la barbilla destapándose el cráneo y esparciendo la masa encefálica”.
Este es el segundo caso en menos de una semana en donde las discusiones entre vecinos y los celos, han ocasionado la muerte de dos pequeños niños y la de tres adultos. (Fuente: Enfoque Radio)

Los hechos se registraron la mañana del pasado fin de semana alrededor de las 8:00 horas. Las operadoras del número de emergencias 066 recibieron una llamada reportando que en un domicilio se había realizado más de cuatro detonaciones, motivo por el cual se envió al lugar de los hechos a elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), en donde se entrevistaron con Santiago Cohuo Aban, delegado de la comunidad, quien manifestó que Pervis Pérez Méndez, de 38 años de edad, originario del vecino país de Belice, había asesinado a sangre fría a Gabriela Sansores Canché, de 22; José Limborio Sansores Bacab, 58, y a su hijo José Ismael Betancourt Sansores, de tan sólo tres.
La razón que orilló al desquiciado sujeto a cometer tal atrocidad fue el abandono de su esposa Valentina Sansores Canché, quien después de abandonarlo se fue a vivir con un hombre a Playa del Carmen y dejó a su pequeño hijo con sus padres, María Ofelia Canché y José Limborio Sansores Bacab, de 58 y 45 años de edad.
La mañana del pasado domingo Pérez Méndez acudió a la casa de Ubaldo Tec, de 74 años de edad, para pedirle prestada su escopeta calibre .16, con la finalidad de probarla, ya que pretendía comprársela, por lo que el propietario del arma se la entregó confiado con cinco cartucho útiles, sin imaginar la atrocidad que cometería.
Testigos indicaron que el homicida arribó al domicilio de la familia, disparándole a quemarropa a Gabriela Sansores Canché; posteriormente se introdujo al inmueble y efectuó un segundo disparo en el pecho de José Limborio Sánsores Bacab, por lo que el menor José Ismael Betancourt Sansores, de tan sólo tres años de edad, al ver que su abuelo cayó herido de muerte, se tiró encima de él suplicándole que no lo matara.
Sin embargo, el cobarde de su padre le disparó en la espalda para posteriormente ponerse el cañón de la escopeta en la boca y quitarse la vida. Cabe mencionar que la desgracia hubiera sido de mayores dimensiones, pero los menores Graciela y Felipe Sansores Canché, de 15 y 10 años de edad, al ver los hechos corrieron y se escondieron en la maleza, logrando de esta manera salvar sus vidas. (Fuente: diario Quequi)

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