MÉXICO.- La terminal aérea de la Riviera Maya es un proyecto aeroportuario históricamente distinto en el que “toda posibilidad de problema ha sido anticipada” para iniciar el 15 de abril con un proceso licitatorio ágil, rápido y eficiente, emitir un fallo sobre el ganador el próximo 5 de diciembre y tener la certeza de que será una licitación exitosa, aseguró Humberto Treviño Landois, subsecretario de Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); corredurías financieras se muestran más escépticas.
MÉXICO, MX.- El banco suizo de inversión UBS considera que si bien la declaración del presidente Felipe Calderón marca el inició formalmente del proceso de licitación y construcción de lo que será en el nuevo aeropuerto de la Riviera Maya, todavía hay obstáculos que superar como podrían ser problemas legales y por ello considera si estos se llegarán a superar la primera operación en la nueva terminal aérea se podría realizar en o después del 2015, es decir dos años después de lo previsto.
En un reporte enviado a los clientes-inversionistas de UBS, el banco de inversión comenta que no se han superado todos los obstáculos, entre los posibles conflictos legales del Grupo Aeroportuario del Sureste o de otros grupos aeroportuarios.
Al igual que UBS, otras corredurías, entre ellas Citigroup, consideran que podrían surgir demandas en los tribunales en el proceso, lo cual demoraría el proceso.
Para el banco suizo, en caso de que todo funcionara como lo planeado por el gobierno federal, la licitación y construcción de un proyecto tan grande como el aeropuerto de la Riviera Maya podría requerir más de cinco años, por lo que la primera operación aérea en esa terminal se podría realizar en o después del año 2015. Después de esa fecha se daría el potencial impacto para Asur.
Ese comentario contrasta con la perspectiva de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que considera que el primer vuelo podría aterrizar en la Riviera Maya en el 2013, año que incluso esperarían que arribará medio millón de viajeros y en el año 2015 se llegará a un promedio anual de 3.0 millones de viajeros.
El potencial impacto para Asur por el aeropuerto de la Riviera Maya se considera por la distancia de 130 kilómetros entre la terminal de Cancún, la cual concentra más del 70% del total de pasajeros que reciben los nueve aeropuertos de la compañía.
UBS comenta que derivado de que ante un nuevo aeropuerto, los términos de la concesión de Cancún cambiarán y por ello los ingresos aeronáuticos tendrían un impacto que podría ser de cero. La preocupación sería en los ingresos no aeronáuticos ya que el pasaje para la región se tendrá que dividir entre Cancún y la Riviera Maya.
Para el banco de inversión, podría ser mejor para Asur que el proyecto para el nuevo aeropuerto no quedará en sus manos, ya que de tenerlo significaría mayor inversión de capital, para una misma tasa de rentabilidad.
Según el gobierno federal, el nuevo aeropuerto requerirá de una inversión aproximada a 3,200 millones de pesos (unos 250 millones de dólares).
En ese escenario, UBS reitera su recomendación de inversión en “Neutral” con el mismo precio objetivo de 74.0 pesos por acción.
Derivado del arranque del proceso para la construcción del nuevo aeropuerto en la Riviera Maya, el precio de la acción de Asur disminuyó: 2.2% en Wall Street 2.7% en la BMV. Tres expertos consultados por El Semanario Agencia consideraron que el mercado sobre-reaccionó a la noticia. (Fuente: El Semanario)
Durante una entrevista con Excélsior, el funcionario explicó que no sólo se trata del primer proyecto aeroportuarios green field, es decir, que parte de cero; que no tiene activos ni historial de ingresos y flujos, cuya inversión será privada; pero sobre todo que ya cuenta con terrenos federales asignados y con reservas territoriales para su futura expansión; pero, sobre todo, con estudios técnicos, económicos y financieros terminados.
Treviño Landois afirmó que, además, la terminal “se ubicará en el mejor destino turístico de sol y playa del planeta”, con importante flujos de turistas provenientes en 60 por ciento de Europa, 20 por ciento de Estados Unidos y Canadá, y 20 por ciento del país.
Aseguró que la licitación garantizará equidad en la competencia, por lo que incluso la SCT considera positivo que Asur pueda participar, aunque eso dependerá de la opinión de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), pero que el caso de que la opinión no fuera favorable o no participara o no ganara, no sería necesaria la revisión y ajuste del título de concesión en el aeropuerto de Cancún.
Por lo anterior, explicó que el ganador será aquél que ofrezca, entre otros factores, la tarifa máxima más baja y que no hay posibilidades de que se descuadre el proyecto, dado que el compromiso del concesionario será que la construcción de un aeropuerto de calidad, de 3 mil 200 millones de pesos iniciales, y que por la tarifa ofrecida no podrá construir una terminal de una calidad y funcionalidad menores.
Dijo que todo lo anterior se proporcionará como un paquete a los interesados.
Dijo que además hay mucho interés de participar de todos los grupos aeroportuarios del país, de todas las principales constructoras mexicanas, así como de empresas europeas, especialmente de España y Francia, vinculadas y no relacionadas con la industria de los aeropuertos.
Destacó que se habla de una supuesta demora de un año y medio en el lanzamiento de la licitación por las dificultades generadas por la crisis económica y financiera; pero que no hubo tal atraso, ni impacto alguno de las dificultades financieras, sino que se trató de un tiempo en el que se preparó el proyecto. “Si lo hubiéramos lanzado hace año y medio, no estábamos preparados. No me gusta hacer las cosas a matacaballo”, afirmó.
De esta forma, precisó que el proyecto requerirá inversiones totales cuatro mil 100 millones de pesos, de los que tres mil 200 millones son los requerimientos iniciales de los primeros cinco años, los cuales se dividirán en cuatro partes: 800 millones para pistas y la torre de control; 800 millones para la terminal, el edificio y la infraestructura civil; 800 millones más para el equipamiento de la terminal y 800 adicionales para requerimientos diversos entre los que se consideran los estacionamientos.
Explicó que lo anterior es el desglose de la inversión inicial, pero se ha estimado en la necesidad de dos inversiones adicionales por un poco más de 400 millones de pesos cada una, en el tercer y el quinto año, respectivamente.
Informó que entre las previsiones que evitarán que se presenten problemas destaca el hecho de que se cuenta con reservas territoriales por dos mil 500 hectáreas, el aeropuerto se desarrollará sobre un extensión de mil 500 hectáreas, lo que significa que hay espacio para expansiones futuras. Los terrenos federales ya han sido asignados a la SCT para ese propósito específico.
Además aseguró que todos los estudios de pre-factibilidad ambiental, de topografía y fotogrametría, de prospección arqueológica, los geofísicos y geotécnicos, además de los de mercado y de financiamiento, están totalmente terminados.
De esta forma los estudios de mercado indican que la ocupación hotelera en la Riviera Maya se ha mantenido en niveles superiores a los principales destinos de playa en México, es decir, 78 por ciento de ocupación contra 62 por ciento.
Dijo que hacia el sur de Tulum existe mucho desarrollo e importantes inversiones en infraestructura hotelera, que los turistas demandan de un aeropuerto cercano a su destino vacacional y que entre la derrama se puede tener un desarrollo económico generado por pasajeros y servicios ofrecidos que pueden alcanzar 2 a 4 veces la actividad económica del aeropuerto.
Asimismo que hacia el 2015 se podrán generar alrededor de siete mil empleos directos, indirectos e inducidos y 36 mil por diversas actividades relacionadas con la terminal.
Se tiene previsto que el 15 de abril se publique la convocatoria respectiva, que entre el 4 y el 25 de mayo se realice el proceso de inscripción; el 28 de junio, el 12 de agosto y el 11 de octubre se prevé que habrá rondas de aclaraciones, para que las propuestas se hagan el 3 de noviembre y el 5 de diciembre se emita el fallo sobre el ganador o los ganadores. Treviño estimó que podrían participar al menos cuatro consorcios. (Fuente: Excélsior)