CANCÚN, MX.- Se acaba la temporada de springbreakers, y aunque como todos los años la derrama económica que dejan no es mayor a la de cualquier otro turista que en promedio se gasta entre 600 y 700 dólares durante su estadía de cinco días, es un hecho que en febrero pasado le enmendó la plana al destino.
De los 60 puntos porcentuales a que se encontraba la ocupación a principios de ese mes, terminó en más del 70 por ciento y para marzo paso del 70 por ciento al 80 por ciento, también gracias a su visita.
Al día de hoy, seis semanas después, las llegadas de los jóvenes estadounidenses son cada vez menos y terminarán con esta semana habiendo cumplido las expectativas de los turisteros.
Julián Balbuena Alonso, tour operador de Best Day para este segmento, confirmó que estuvieron en Cancún entre 15 y 25 mil estudiantes extranjeros como habría proyecto al inicio de la temporada. De su conducta hay dos testimonios.
En la calle no se les vio ingiriendo bebidas alcohólicas ni haciendo actos impúdicos. En la playa las simulaciones de actos sexuales lésbicos y homosexuales les habría valido una detención por faltas a la moral pública de haber sido cualquier cancunense lo habrían detenido.
El director de Turismo municipal, Enrique Zárate, dijo creer que de su conducta de años anteriores cuando terminaban arrestados por destrozar las habitaciones de los hoteles, a la fecha el cambio ha sido notable.
Lo atribuye al esfuerzo conjunto de autoridades e iniciativa privada por informar a los turistas del comportamiento que deben guardar durante su estadía en el destino, a través de los llamados códigos de conducta.
La Dirección de Turismo municipal en conjunto con Grupo Asur, que opera en aeropuerto de Cancún, patrocinan y entregaron 10 mil trípticos informativos, antes llamados “Códigos de conducta”, a los springbreaker.
Para repartir la folletería en la terminal aérea, echaron mano del apoyo de estudiantes de diversos institutos de educación media superior de la ciudad durante todo este tiempo. Sobre el contenido de estos trípticos su contenido remite a épocas en las que los estadounidenses hacían actos sexuales en el bulevar Kukulcar, destrozaban hoteles, ingerían bebidas alcohólicas en plena avenida y hasta orinaban en el asta bandera de la Zona Hotelera. (Fuente: Diario de Quintana Roo)