CANCÚN, MX.- La presión que ejercieron diplomáticos de Estados Unidos rindió frutos pues a pesar de que hay varias evidencias que lo incriminan, las autoridades judiciales de Quintana Roo liberaron al productor de televisión Bruce Beresford, principal sospechoso del homicidio de su esposa Mónica Burgos.
-Las investigaciones siguen concentradas en Beresford, ya se le interrogó por más de 12 horas -afirmó esta mañana el procurador estatal de Justicia, Francisco Alor Quesada.
“En la recepción del hotel hay registros de llamadas de otros huéspedes que hablaron para reportar que había una discusión, se escuchaban muchos ruidos. Ayer se hicieron unas pruebas y se encontraron rastros de sangre en la habitación y en el pasillo. Todos estos elementos nos obligan pedir la ampliación de la declaración del esposo. Fue el último que la vio con vida”.
En entrevista telefónica, el procurador estatal de Justicia, Francisco Alor Quesada puntualizó que el estadounidense permanece en un hotel bajó custodia del consulado de Estados Unidos en Cancún.
El nuevo titular de la procuraduría quintanarroense admite que el incidente es un tema muy delicado que si bien Beresford dejó las instalaciones de la Subprocuraduría estatal de Justicia en Cancún, no puede salir del país.
“Hemos sido muy claros con las autoridades americanas desde el primer momento, durante las diligencias siempre ha estado gente del consulado, apoyando con abogados y peritos traductores. Los familiares de la víctima han declarado que esa relación siempre ha sido muy irregular, violenta. Venían a Cancún intentando arreglar una relación que ya estaba deteriorada”.
Alor Quesada dijo que como resultado de la autopsia se determina que Mónica Burgos fue asesinada y que ya muerta su cuerpo fue arrojado a la fosa séptica que esta a menos de 100 metros de la habitación del hotel Moon Palace.
El funcionario estatal afirmó que ya solicitaron la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR) para analizar pruebas periciales del caso, que en cualquier momento se mandarán a la ciudad de México.
Alor Quesada afirma que desde que presentó la denuncia por la desaparición de su esposa hay muchas contradicciones, y que por ejemplo, hay testimonios de trabajadores del hotel que establecen que los vieron discutiendo en un restaurante la noche del lunes, mientras que el sospechoso declaró que la dejó de ver ese día en la mañana.
Otro de los elementos que investiga la policía es el registro de la habitación, pues en un lapso de aproximadamente una hora hubo 12 entradas y salidas de la habitación, justo en el tiempo que los médicos forenses estiman la hora del fallecimiento, que es entre 11 y 12 de la noche del lunes
De igual forma, comentó que en la recepción del hotel hay registros de llamadas de otros huéspedes que hablaron para reportar que había una discusión, se escuchaban muchos ruidos.
“Ayer se hicieron unas pruebas y se encontraron rastros de sangre en la habitación y en el pasillo. Todos estos elementos nos obligan pedir la ampliación de la declaración del esposo. Fue el último que la vio con vida”, afirmó.
Finalmente, sostuvo que por este incidente “no se puede decir que el destino sea responsable de esta muerte” y que bajo ninguna circunstancia se debe estigmatizar a Cancún.
“Esto pudo haber sucedido en cualquier parte de donde estuviera la pareja”.
Los reportes de la fiscalía señalan que Bruce Beresford se presentó en las instalaciones que tiene la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo en la zona hotelera el martes por la mañana para “denunciar la desaparición de su esposa, luego de que supuestamente salió del hotel el lunes en un taxi para ir de compras a Cancún”.
En las primeras declaraciones a la Procuraduría quintanarroense Beresford dijo que la última vez que vio a su esposa Mónica fue el lunes por la mañana cuando salió de la habitación para ir al spa del hotel Moon Palace y le manifestó sus planes de ir a Cancún de compras.
Horas después, la mañana del jueves, fue localizado el cuerpo de Mónica Burgos en el interior de una fosa séptica. El cuerpo presentaba huellas de violencia. (Fuente: Diario de Yucatán)