PLAYA DEL CARMEN, MX.- El 16 de diciembre pasado, Richard Berry Dye de 67 años, originario de Estados Unidos, fue detenido en flagrancia por ofrecer servicios médicos sin contar con la respectiva cédula profesional. Sin embargo, el departamento jurídico de los Servicios Estatales de Salud (Sesa) “olvidó” realizar la denuncia correspondiente, por lo que el médico inhabilitado no enfrentó ningún cargo.
En diciembre pasado, Richard Berry Dye fue detenido por la Policía Municipal de Playa del Carmen, a solicitud de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), luego de que la verifcadora Elizabeth Martínez Corral, encontrara “in fraganti” al norteamericano, quien brindaba sus servicios médicos a una turista canadiense, en un hotel del centro de la ciudad.
El médico inhabilitado fue grabado al momento de estar ofreciendo consulta, de manera ilegal, y luego de la violenta reacción del facultativo inhabilitado, las autoridades policiacas lo detuvieron y trasladaron al Ministerio Público, pero, los Servicios Estatales de Salud abandonaron el caso, y no presentaron la denuncia correspondiente, indispensable para iniciar juicio contra el médico, por lo que éste debió ser puesto en libertad.
Lo anterior se desprende de la solicitud de información 180-2010, en la que se solicitó “decir cuándo interpuso la Sesa denuncia en contra del norteamericano Richard Berry Dye; decir quién interpuso la denuncia, y bajo qué cargos, y qué número se asigno a la averiguación previa o denuncia”. La respuesta de los Servicios Estatales de Salud fue que: “después de haber efectuado una minuciosa búsqueda en los archivos que obran en esta entidad, no se encontró registro alguno de la información solicitada”.
Un dudoso historial
Según datos publicados en el Medical Board of California, a Richard Berry Dye le fue retirada su cédula profesional en California a partir del 5 de mayo de 2003.
Richard Berry Dye fue encontrado culpable de violar el Acta de Prácticas Médicas, entre otras cosas, por prácticas antiéticas en su desempeño como ginecólogo. Las evidencias demostraron que el médico realizaba revisiones excesivas en los senos y vagina de las mujeres, e insistía en aplicar a las pacientes cremas antifungicidas vaginales, procedimiento que las pacientes podían realizar en sus casas.
El médico también fue encontrado culpable de revelar y difundir estados clínicos de sus pacientes con el fin de afectarlos
Dye fue obligado a pagar al Medical Board of California 104 mil 440 dólares por los costos efectuados para la investigación del caso.
En 2008, el químico Guillermo Alcocer Quian, de la farmacia Walmart, presentó ante la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Playa del Carmen una denuncia en contra de Richard Berry Dye, quien se ostentó como Miguel Sánchez García, al presentar una receta a nombre de éste para adquirir medicamentos controlados.
En aquella ocasión, según la solicitud 379-2009, los Servicios Estatales de Salud, sólo boletinaron al C. Miguel Sánchez García, a fin de que los establecimientos de comercio farmacéutico, se abstuvieran de surtir las recetas emitidas por esta persona; pero, sobre Richar Berry no se hizo ninguna prevención. (Noticaribe)