CANCÚN, MX.- Con más de 150 elementos policiacos incluidos el grupo antimotín, el femenil y el canino, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal que dirige el general retirado Urbano Pérez Bañuelos, procedió a desalojar bajo intimidación constante y amenaza de meterlos a la cárcel, a más de 350 familias que habían invadido el predio donde hace más de 15 días fueron encontrados los cuerpos putrefactos de tres personas ejecutadas y que ya es conocido como la “narcofosa”, ubicada atrás del fraccionamiento Villas Otoch en la Región 246 sobre la calle Paseos del Manzano.

“No queremos que nos regalen el terreno”

CANCUN, MX.- “No queremos que nos regalen el terreno, solo pedimos que nos lo venda el dueño e írselo pagando poco a poco”, es la petición de al menos unas 350 personas que fueron desalojadas de manera pacífica de un área verde, localizada en la Región 246, donde ya habían limpiado y delimitado su pedazo de terreno. Más de 50 policías llegaron para el desalojo.
Tomaron posesión cada uno de su “pedazo” desde la madrugada del domingo. Limpiaron, cortaron la maleza y empezaron a delimitar su terreno, donde instalaron sillas, mesas, algunas hamacas y hule para cubrirse de los rayos del sol.
La necesidad los hizo invadir este predio. La mayoría de las más de 350 familiares que se metieron al terreno, señalaron que ya no quieren pagar renta, por cada vez es más cara y el salario que ganan no les alcanza.
“Es dinero tirado a la basura, ya no lo ves, en cambio si te haces de un terrenito, lo estas pagando y sabes que es tuyo”, señalaron algunas madres de familia.
Desde el domingo la policía ha recorrido la zona y solo les lanza advertencia para que se salieran del lugar. Los invasores señalaron que no quieren que se les regale el terreno, simplemente quieren negociar con el dueño para que se los venda e írselo pagando poco a poco.
La mañana de este lunes arribaron al lugar cerca de 10 patrullas de Seguridad Pública, con todo el grupo antimotines y lanza grandas de gas lacrimógeno.
Según las familiares, uno de los que venían al frente de la policía, les dijo que tenían una orden de desalojarlos y les leyeron un artículo. Les comunicaron que si no se salía por su propia voluntad tendrían que utilizar la fuerza pública.
Las familiares optaron por salirse por su propio pie del lugar, para evitar enfrentarse con los uniformados. En el lugar se quedaron tres unidades y varios policías preventivos para resguardar el terreno.
Les permitieron que retiraran todas sus pertenencias que tenían en el terreno. Las mujeres dijeron que no se van a mover de la calle, hasta que las autoridades o el dueño del predio les den una respuesta favorable. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

Luego de que desde la tarde-noche del pasado sábado, varias familias comenzaron a invadir este predio, bajo el argumento de que al estar abandonado sólo sirve para cometer hechos delictivos, la policía municipal comenzó un proceso de intimidación y presión para sacar a la gente sin que lo hayan logrado.
Sin embargo, fue hasta la mañana de este martes cuando 25 patrullas policiacas, literalmente rodearon todo el predio para proceder al desalojo de las familias que se encontraban ahí.
De las unidades, descendieron elementos del grupo antimotín, el grupo femenil y hasta el canino, muchos de ellos portando armas de fuego, quienes en apego y cumplimiento de su trabajo, que son obedecer órdenes de sus superiores, comenzaron a intimidar a las personas que estaban dentro del terreno sin importarles que la mayoría de éstas eran mujeres y niños.
Para hacer más aparatosa la movilización policiaca, al lugar también arribaron al menos seis motos de la policía con dos elementos cada una.
En primera instancia, el objetivo era sólo hacer presencia y con ésta, obligar a las personas que se salieran del predio, pero sin embargo, alrededor del medio día arribó el general de brigada Eduardo Alejandro Cardona Benítez, militar que tiene el cargo de director de la policía preventiva con la orden de que iba a proceder al desalojo en 15 minutos.
Previo a esto, se subió a una de las patrullas y por medio del altavoz leyó un documento y nombró varios artículos del reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno, aduciendo que el hecho de agruparse en pandilla o banda, dañar a las personas, a sus bienes o posesiones era un delito.
Asimismo, dijo que el código penal del Estado señala que la invasión también es un delito y por lo cual se iba a proceder a sacar a la gente si no se salían en un tiempo máximo de 15 minutos.
Entre todo esto, sus subordinados ya habían recibido la orden de formarse, en primer lugar que al frente estuvieran los antimotines, luego de estos los del grupo canino que cuentan con perros de la raza Rottweiler y detrás el grupo femenil para la detención de las mujeres, que eran la mayor parte junto a menores de edad.
“Vamos a desalojar porque están invadiendo una propiedad privada”, vociferó insistentemente el director de la policía preventiva, al insistir mostrando en exceso, el uso de la fuerza pública contra familias que sólo buscan un lugar donde vivir.
Cabe destacar que no hubo necesidad de la violencia, porque al ver las familias que la policía estaba dispuesta a todo, prefirieron salirse del predio para salvaguardar su integridad física y la de sus hijos.
Queremos un lugar donde vivir: familias
Entre todo esto, varios de los invasores, entre ellos la señora Marlene Gordillo, expuso que lo único que buscan, es un espacio donde vivir.
“Queremos una oportunidad, no estamos invadiendo sólo porque sí, sino queremos una vivienda digna, eso es lo queremos”, remarcó.
Expuso que este terreno ha sido usado en los últimos años como tugurios, como nido de maleantes y que lo más reciente, es lo de la narcofosa.
“Queremos que nos resuelvan, si tiene dueño el terreno, que venga y sino tiene dueño, que las autoridades nos den las facilidades para conseguir los terrenos”, dijo.
Por su parte, Claudia “N” indicó que desde el pasado domingo, la policía los había estado amenazando, y que un tipo que se identificó sólo como el comandante, que de forma muy prepotente les dijo que tenían 10 minutos para desalojar, ya que de lo contrario “nos iban a partir la madre, los niños al DIF y las viejas al bote”.
Asimismo, Aracely Rancel comentó “todos tenemos miedo por todo lo que ha pasado en los últimos días, este lugar era ya utilizado como un cementerio clandestino de los delincuentes y al ver que ni las autoridades ni el dueño, si es que existe, hace nada, nosotros decidimos entrar porque además, sí nos hace falta un lugar donde vivir, ya estamos cansados de pagar renta, tenemos hijos que ya nos piden casa propia”.
Posible dueño del predio
Cabe destacar que de acuerdo a lo que se pudo investigar para saber quién o quiénes son los dueños de este predio que en su momento formaron parte de tierras del ejido Isla Mujeres, trascendió que el núcleo agrario que actualmente dirige Angel Dzib Aguilar, vendió en el año 2000, unas 3 mil hectáreas a razón de un peso el metro cuadrado (previo acuerdo de asamblea), en superficies que abarcan lo que hoy ya es Villas del Mar, Villas Otoch, Azul Bonampak e incluso, muy probablemente incluya este predio donde se encuentra la “narcofosa”.
Extraoficialmente se supo que la venta fue a inversionistas encabezados por el arquitecto Roque González Escamilla, primo hermano de Carlos Hank González, propietarios del desarrollo Playa Mujeres.
Que como intermediarios de esta venta, estuvo el entonces presidente municipal de Isla Mujeres, Jorge Martínez Peña. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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