CANCÚN, MX.- El alcalde con licencia de Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, inventó el atentado en contra suya el pasado 16 de mayo en el poblado de Río Verde en el Sur del estado, para alejar a las fuerzas que en ese momento intensificaron la vigilancia en su contra por su relación con la delincuencia organizada.
CANCÚN, MX.- El grupo de escoltas que conforman el aparato de seguridad del alcalde con licencia, Gregorio Sánchez Martínez, se encontraban en la narco-nómina de “Los Zetas” ya que todos sus escoltas quienes estaban dados de alta en servicios generales del gobierno municipal, fueron reconocidos por autoridades federales como parte del grupo al servicio del grupo delictivo que penetró de lleno en Cancún y en la zona Norte de Quintana Roo.
Esta información ha salido a relucir dentro de las investigaciones que se llevan a cabo en torno al proc}eso penal 122/2010, en donde “Greg” Sánchez aparece en relación directa tanto con la célula delictiva de “Los Zetas” como de los hermanos “Beltrán Leyva”.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia organizada, SIEDO, obtuvo esta información desde el pasado 12 de abril de este año, cinco días después de que se le incautara documentación a Gustavo Antonio Maciel Reyes, alias “El Pelón”, quien fungía como contador de la plaza de los “Zetas” en Cancún.
Maciel Reyes había sido detenido por la Procuraduría de Justicia del Estado y de inmediato liberado por la entonces subdirectora de Averiguaciones Previas, Verónica Acacio, quien fue dada de baja en la dependencia estatal tras estos hechos.
El documento, donde se detalla claves de los escoltas de Gregorio Sánchez Martínez, fue entregado a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud de la SIEDO.
Este dato fue contundente para las autoridades federales y sirvió para reforzar la investigación en contra del alcalde con licencia de Cancún, quien fue detenido el martes pasado cuando regresaba de la ciudad de México, por elementos de la SIEDO.
Narcoescoltas presidenciales
Dentro de las narcolistas que analizan las autoridades federales en torno al cártel policiaco de Cancún, 18 elementos adscritos al departamento de ayundantía (escoltas) de la presidencia municipal de Benito Juárez y al servicio del alcalde con licencia Gregorio Sánchez Martínez, fueron reconocidos como “empleados” de “Los Zetas” en esta ciudad.
Tanto la Procuraduría General de la República (PGR) a nivel central como la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, (SIEDO), tienen en su poder los nombres de cada uno de estos 18 elementos que cubrían el aparato de seguridad personal del quien hasta hoy es candidato a la gubernatura por el PRD, PT, Convergencia.
Cabe señalar que la lista de escoltas fue encontrada en el auto tipo Audi color gris propiedad de Gustavo Antonio Maciel Reyes alias “El Pelón”, quien fue dejado en libertad de manera premeditada por la Subprocuraduría de Justicia del Estado en la zona Norte el pasado 7 de abril.
En el documento que ya investigó tanto la PGR como la SIEDO, se confirmó que los 18 escoltas que aparecen bajo claves y con sus radios Nextel, pertenecían a la seguridad del alcalde con licencia Gregorio Sánchez Martínez.
Asimismo detalla su función de cada uno como responsable de turno, sueldos quincenales de cada uno de los comandantes a cargo y el pago para los elementos de la tropa.
De hecho, la SIEDO y el Ejército ya cuentan con los nombres de cada uno de estos elementos que fueron ubicados porque en la narcolista de “Los Zetas” se especifica su número de radio localizador Nextel así como su número celular.
Ante esto, las autoridades federales ya investigan de manera particular esta lista, así como la relación de mandos medios de la Secretaría de Seguridad Pública al servicio de “Los Zetas” en el principal destino turístico de México.
Asimismo, la SIEDO también investiga la lista de elementos de la Unidad de Fuerzas Especiales, UFE, de la Secretaría de Seguridad Pública del Ayuntamiento Benito Juárez, como brazo armado del cártel policiaco descubierto.
En los documentos que se le incautaron a Gustavo Antonio Maciel Reyes, alias “El Pelón”, se encontró la lista de los escoltas de Gregorio Sánchez Martínez cuando despachaba la presidencia municipal.
La lista empieza con “Matrix”, quien es reconocido como el jefe de la Ayudantía del Ayuntamiento Benito Juárez y tiene el radio Nextel 62*16875*52.
Luego vienen los dos responsables de turno. El primero es “Xmen” con número celular 9988 70 61 75 y el segundo era identificado dentro de la célula criminal como “Rudo y Cursi” con el radio Nextel 72*630246*2.
En cuanto a los sueldos, “Matrix” por ser el jefe recibía, según la lista encontrada, 5 mil pesos quincenales, en tanto que sus dos responsables de turno, “Xmen” y “Rudo y Cursi” percibían 4 mil pesos cada uno.
Debajo de ellos venían los elementos reconocidos bajo las siguientes claves, “Kunfu Panda” con número telefónico 9981 339372, “Harry Poter” con número celular 9981 721458, “Transportador” con número 9981 721450, “Crepúsculo” con radio Nextel 72*13*12895.
Además también están: “Todopoderoso” con radio Nextel 72*817576*2, “Anaconda” con número celular 9981 72 1344, “Círculo Rojo” con número celular 9981 071215; “Estafador” con número celular 9981 721629, “El Aro” con teléfono particular 9981 273794.
“El Ilusionista” con número celular 9981 721453, “Terminator” con número celular 9981 721256, “Rocky” 9981 412982, “Cobra” con radio Nextel 72*654766*1, “Apocalipto” con número celular 9981 192736 y “Titanic” con número celular 9981 907389.
Todas estas claves, fueron ya identificadas con nombre y apellido tras la solicitud que hicieron las autoridades federales para conocer al usuario tanto de los números celulares como radio Nextel.
En el caso de la tropa que sirvió de escolta cuando Gregorio Sánchez cumplía funciones como presidente municipal, también fueron reconocidos por el Ejército a través del número de serie para portar armas.
Se espera que en el transcurso de los próximos días se dé un seguimiento especial a estos hechos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
En ese instante, elementos del Ejército iban a desarmar a su aparato de seguridad -30 escoltas-, quienes no contaban con los permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena, para portar armas en otras partes del estado que no fuera el municipio Benito Juárez.
A partir de ese momento, Gregorio Sánchez sabía que la investigación en su contra procedía de manera acelerada. De hecho dentro del proceso penal 122/2010-IV a las declaraciones de cuatro testigos protegidos, se sumaron las de Francisco Velasco Delgado y su asesor en seguridad, Boris del Valle Alonso, quienes evidenciaron la participación del hoy detenido con la delincuencia.
Incluso, el caso de Boris del Valle es una de las piezas clave en los señalamientos en contra de Gregorio Sánchez Martínez, ya que era el cubano quien fungía como enlace entre el alcalde con licencia y los grupos delictivos con los cuales se le relaciona.
Lo anterior forma parte de la Investigación que la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud de la SIEDO, lleva a cabo sobre Sánchez Martínez y todo su equipo de colaboradores.
El caso
Tanto el Ejército como la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, SIEDO, seguían muy de cerca los pasos de Gregorio Sánchez Martínez durante su campaña proselitista a la gubernatura del estado como abanderado de la coalición PRD, PT, Convergencia.
Esta situación se debía a que desde enero la Unidad Especializada de Investigación en Delitos Contra la Salud de la SIEDO, tenía conocimiento del dinero que manejaba el alcalde con licencia de Cancún.
Dos millones de dólares manejaba Sánchez Martínez de forma injustificada ante las autoridades fiscales del país. Por ese motivo la investigación en su contra se extendió hasta su campaña política.
Las autoridades federales querían determinar de qué forma recibía el hoy detenido esos recursos, además de la forma de manejarlos. Hasta ese punto llegó la investigación en contra del presidente municipal con licencia.
Sin embargo, el inicio de la investigación en su contra arrancó la misma madrugada del 3 de febrero del 2008 y se oficializó el 15 de enero del 2010 ya con mayores elementos sobre el personaje político.
Resulta que Gregorio Sánchez comenzó a ser investigado tras el asesinato del general de Brigada Mauro Enrique Tello Quiñones. En aquel año, tanto el Ejército como la SIEDO iniciaron las indagatorias para culpar o deslindar al presidente municipal en funciones en aquellas fechas.
Conforme transcurrieron las investigaciones, las señales de la relación entre Gregorio Sánchez y el crimen organizado comenzaron a aparecer de forma muy marcada, sobre todo por las declaraciones tanto de Francisco Velasco Delgado, quien fungía como comisionado de Seguridad Pública, así como de Boris del Valle Alonso, quien era asesor de Grez Sánchez en materia de seguridad.
Alcalde indiciado desde el 3 de mayo
Gregorio Sánchez Martínez mintió en torno a su presunta comparecencia ante la Procuraduría General de la República, PGR, la tarde del 3 de mayo del 2010. Ante los medios de comunicación, la mañana del sábado 8 de mayo el alcalde aseguraba lo siguiente: “Fue a iniciativa de mi persona ir a distintas instituciones a nivel federal; de manera permanente y recurrente me he entrevistado con los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván; de Gobernación, Fernando Gómez Mont; de Seguridad Pública, Genaro García Luna, así como con el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora”.
Y agregaba, “me he entrevistado con todas las personas encargadas de la seguridad pública del país y lo seguiré haciendo de forma permanente y ahora que soy candidato con mucho mayor énfasis”.
“Acudí en calidad de alcalde con licencia, candidato a la gubernatura y ciudadano quintanarroense bien nacido para hablar sobre asuntos de la entidad”.
Sin embargo, eso no era del todo cierto. Si bien Gregorio Sánchez si acudió ante la PGR, en ningún momento declaró sobre las acusaciones que se le imputaban en ese momento, como delincuencia organizada, lavado de dinero y su presunta responsabilidad sobre la muerte del general Mauro Enrique Tello Quiñones.
En realidad, ese día 3 de mayo del presente, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, ya lo había calificado como indiciado por delitos contra la salud por el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/063/201.
En ese momento, el Ministerio Público Federal le dio a conocer a Gregorio Sánchez las acusaciones en su contra y cómo las declaraciones tanto de Francisco Velasco Delgado como de Boris del Valle Alonso, evidenciaban su participación con la delincuencia, en específico con los grupos de los “Beltrán Leyva” y “Los “Zetas”.
El primero en declarar fue Francisco Velasco Delgado. El ex comisionado de Seguridad Pública indicó en su declaración ante el juez segundo de proceso penales federales, que Sánchez Martínez sí tenía relación con el crimen organizado.
La pieza clave
Asimismo, la acusación de mayor peso fue la de Boris del Valle Alonso. El ex asesor de Seguridad del Ayuntamiento Benito Juárez, declaró que él servía como principal enlace entre los grupos delictivos mencionados y su jefe, Gregorio Sánchez Martínez.
Además, del Valle Alonso de origen cubano y nacionalizado mexicano, también destacó en su declaración que en todo momento el alcalde con licencia y hoy detenido, tuvo conocimiento en todo momento de las operaciones que se le permitieron tanto a “Los Zetas” como a los “Beltrán Leyva”.
Esta declaración es determinante en el proceso penal 122/2010-IV por el cual se liberó la orden de aprehensión en contra del Sánchez Martínez, ya que significa un señalamiento directo en su participación con la delincuencia.
A este hecho, se le suman las declaraciones de los cuatro testigos protegidos, entre ellos el de clave “Pitufo” donde se establecen detalles entre Gregorio Sánchez Martínez y miembros de las cúpulas delictivas.
En una de esas declaraciones, se afirma que el aún candidato a la gubernatura del estado por el PRD, PT, Convergencia, recibió dinero directamente de Javier Díaz Ramón, alias el “Java”, durante el 2008 en el hotel Bonampak.
El “Java” era uno de los principales lugartenientes de “Los Zetas” en el Sureste del país y fue detenido el 22 de diciembre del 2008 por elementos del Ejército en el puerto de Veracruz.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), “El Java” era una persona cercana al líder del Cártel del Golfo y “Los Zetas” Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Z-14”, y mantenía contacto con el segundo hombre más importante de esa organización, Miguel Angel Treviño Morales, “El Cuarenta”.
El autoatentado
El 16 de mayo, Gregorio Sánchez Martínez dio a conocer un atentado en contra de su vida cuando se encontraba en el poblado Río Verde -perteneciente a Othón P. Blanco, Quintana Roo-, en pleno proselitismo.
En el boletín informativo de campaña, el candidato a la gubernatura del estado sostenía que, un hombre a caballo, identificado como Serafín Sánchez Arreola atentó contra de su vida y su equipo de trabajo.
La versión sostenía que “milagrosamente” había salvado la vida cuando un jinete realizó cinco disparos de arma de fuego contra él y su equipo de campaña a su llegada al poblado de Río Verde en su gira, de ese momento, por 20 comunidades en el Sur del estado.
Sin embargo, esta versión fue desmentida por las autoridades federales. En realidad ese día sus 30 escoltas iban a ser desarmados por el Ejército y eran las fuerzas militares las que habían seguido a Gregorio Sánchez hasta el poblado de Río Verde.
Entre su equipo de seguridad – escoltas -, se encontraban ex militares, quienes detectaron el seguimiento de las fuerzas federales en torno a la figura de su jefe y cómo se acercaban hacia él.
Ante esto, se planteó una estrategia. Contra inteligencia. Se inventó el atentado, se le pagó a un parroquiano para que hiciera los disparos y así no se pudieran acerca los militares a la figura de Sánchez Martínez.
Empero, los que sí tuvieron contacto fueron los escoltas de Sánchez Martínez con las fuerzas militares. En ese instante recibieron la notificación de que no tenían permiso de la Sedena para portar armas fuera del municipio Benito Juárez, y no habían acudido al batallón militar a notificar que estarían armados durante los recorridos del candidato del PRD, PT y Convergencia por todo el estado.
Todo fue tramado para que Gregorio Sánchez apareciera como víctima, sin embargo, tanto la SIEDO como el Ejército ya estaban muy cerca de él para establecer su detención por su presunta relación con la delincuencia organizada. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)