CANCÚN, MX.- La detención de Gregorio Sánchez Martínez, candidato de la alianza ”Todos por Quintana Roo”, ha polarizado la contienda electoral; por un lado generó algarabía en el PRI y desconcierto en el PRD, y ahondó la división en el PAN.
Aunque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha matizado sus declaraciones en torno a la aprehensión del alcalde con licencia de Benito Juárez, Cancún, no perdió el tiempo y modificó su estrategia de campaña.
Ahora ha dedicado más tiempo y presencia de su candidato a la gubernatura, Roberto Borge en este municipio, que es el principal bastión perredista.
Incluso se espera la llegada de los operadores de la campaña de Angélica Araujo, alcaldesa electa de Mérida, Yucatán, para ”levantar” la imagen de Borge y de la aspirante priista al ayuntamiento de Benito Juárez, Guadalupe Novelo.
En recorridos a bordo de una camioneta, el abanderado del Revolucionario Institucional visita colonias populares de este municipio para regalar camisetas, pelotas y dulces.
En los mítines literalmente decenas de personas, particularmente los niños, se arrebatan en el aire los souvenirs y juguetes, arrollan a su paso todo lo que encuentran, pues hay quienes descalzos corren tras el vehículo.
Por su parte la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura, Alicia Ricalde Magaña, reestructurará a partir de este fin de semana su campaña electoral.
Ante la ausencia de ”Greg” como llaman al abanderado del PRD, PT y Convergencia, la aspirante panista busca ser el factor que ofrezca legitimidad a la contienda.
De ser lo que algunos llaman ”el patito feo” de este proceso electoral, Ricalde Magaña literalmente se ha transformado en un ”cisne” del que depende la certeza jurídica de la elección. (Fuente: Notimex)