CANCÚN, MX.- Por lo menos, 10 cómplices más del grupo de los seis sicarios ligados a “Los Zetas” detenidos en días pasados, relacionados a los últimos hechos delictivos suscitados en este polo turístico, se encuentran aún operando de forma libre. Entre estos sujetos, trascendió que se encuentra un tipo llamado Marco Antonio Ortiz Ortiz (a) “El Conta”, cuyo domicilio se encuentra en el fraccionamiento Corales, y quien en todo momento se mueve con dos “escoltas” identificadas como “El Cacarizo” y “El Acapulco”.

Rastrean más narcofosas

En abierta cacería y con todo el equipo policiaco disponible se mantiene la Policía Judicial del Estado que ha multiplicado sus operativos para dar con las víctimas de los secuestros que no se han resuelto y que cometieron los peligrosos criminales ahora presos y responsables de la ejecución del comandante José Tomás Sánchez May.
Así la Procuraduría de Justicia del Estado realiza operativos en diferentes puntos de la ciudad para ubicar una posible “narcofosa” más, en donde se cree pudieran estar los cuerpos de las seis personas desaparecidas y privadas de su libertad por el grupo de “Zetas” detenidos en días pasados. Lo anterior lo dio a conocer el subprocurador de justicia, Rodolfo García Pliego, quien también rechazó las declaraciones de los ahora detenidos en las que involucran al primer agente judicial ejecutado, Felipe Trinidad Cocom, porque supuestamente cobraba con ellos y que pretendió salirse del grupo y por ello habría sido ejecutado.
El funcionario explicó que se encuentran analizando más elementos en relación al grupo de detenidos, debido a que en las próximas horas podrían llevar a cabo más detenciones. Incluso, pese a que el funcionario no lo confirmó, se dio a conocer de manera extraoficial que ya lograron la captura de dos sicarios más.
Señaló también, que se encuentran en busca de una o más “narcofosas”, pues hasta el momento no cuentan con indicios del paradero de las seis víctimas que se encuentran desaparecidas, entre ellas un hombre de 58 años de edad y su hija de tan sólo 17 años.
En tanto, al ser cuestionado sobre las declaraciones de los ahora detenidos, que señalan que la ejecución del efectivo judicial fue producto por la negativa del hoy occiso a seguirles proporcionando información de operativos, pese a que éste recibía un supuesto pago de 20 mil pesos mensuales, García Pliego señaló que la dependencia judicial no da crédito a lo declarado por estas personas.
“Respecto a eso, nosotros hicimos una investigación de cómo vivía (Felipe Trinidad Cocom) y quedó asentada en la averiguación previa, si su forma de vida era proporcional a sus ingresos, su familia, sus bienes, lo que opinan sus propios compañeros de la policía judicial, lo que opinan los integrantes de la mesa de delitos sexuales, si su trabajo era correcto o si al menos se escuchaban algunos rumores de que participara para ayudar algunas personas, pero sobre el agente Felipe, opinan bien de él, una persona seria y responsable con tanta confianza que llevaba a cabo algunas acciones sin andar armado”, dijo el funcionario.
Finalmente, el subprocurador de justicia explicó en relación a la declaración de los detenidos en la que dijeron ser inocentes y torturados por los agentes para firmar sus declaraciones, García Pliego comentó “Nosotros podemos acreditar que tienen alguna responsabilidad, porque no solamente está acreditado con su dicho, también con todos los inmuebles que ellos refirieron y que finalmente sí se encontraron y se encontraron manchas hemáticas y las armas con las que dispararon, además resultaron positivo al radizonato de sodio.
Supongo que esta negación de sus declaraciones o esta afirmación de que fueron torturados, es para los efectos jurídicos de quitarle el valor probatorio a su dicho, pero esta investigación no está sustentada sólo en el dicho de las personas, sino en el caso en particular va acompañado de muchas pruebas que acreditan la participación de estas personas en los hechos criminales”, concluyó. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

A raíz de toda la información que se ha hecho del conocimiento público, tras las conformaciones de las dependencias policiales, principalmente de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), en relación a la detención de los seis sicarios, poco a poco han salido a relucir mayores datos sobre este grupo criminal.
Fue con la detención de Carlos Hernández Martínez (a) “El Charly” o el “Mayuyo” y/o Martín Yáñez Rodríguez; Luis Enrique Martínez Gutiérrez (a) “El Quique”; Arturo Díaz May (a) “El Percas”; María Magdalena Marín Flores (a) “La Gorda” y Patsy Gabriela Ayuso López (a) “Gaby” o “La Abuela”, así como la de Alejandro Valdez Gutiérrez (a) “El Comandante Pelón”, y/o Arturo Pérez Sánchez, lesionado e internado en la clínica Santa Elena, la cual sigue custodiada por elementos de las fuerzas armadas, es como los cuerpos policiacos han podido avanzar en las investigaciones.
En ese sentido, trascendió que son al menos 10 sicarios más los que se encuentran en la ciudad y que todos se quedaron a cargo de concluir los pendientes como son la ejecución de algunas personas que consideran entre ellos, han traicionado a la organización delictiva, el cobro de extorsiones y hasta el de pagos por los últimos secuestros.
De este modo, entre el grupo de los 10 sicarios figura el nombre de un tipo llamado Marco Antonio Ortiz Ortiz (a) “El Conta”, quien al parecer tiene su domicilio en el fraccionamiento Corales, ubicado en la Región 77, manzana 12, lote 7, departamento 302.
Al acudir a dicho domicilio, se pudo apreciar que está en el tercer nivel de uno de los edificios color rojo vino y que la puerta del departamento 302 se encontraba cerrada con una reja de metal y asegurada con dos candados.
De acuerdos a versiones en dicho departamento, de entre cinco y siete días las personas que ahí habitaban no han regresado, pero al cuestionarlos sobre la situación y si se trataba de hombres quienes ahí viven, entre los vecinos se negaron a hablar del tema.
Se supo que “El Conta” forma parte del grupo de sicarios que se encuentra operando en la plaza y que él tiene a su servicio la custodia de dos escoltas, uno apodado “El Cacarizo” y el otro “El Acapulco”. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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